Historia de los 7 Mandamientos

Después del gran Diluvio, con un mundo revestido de frescura y concebido en santidad, Di-s reafirmó los Siete Mandamientos originales que Él había enseñado a Adán…

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Chaim Clorfene y Yaakov Rogalsky

Posteado en 06.04.21

Después del gran Diluvio, con un mundo revestido de frescura y concebido en santidad, Di-s reafirmó los Siete Mandamientos originales que Él había enseñado a Adán…

 
Reseña Histórica
 
·         Adán;
 
·         Noaj / Noé;
 
·         Los Patriarcas;
 
·         José;
 
·         Moisés;
 
·         Años del Santo Templo;
 
·         Diáspora final;
 
·         Redención final
 
 
El código de Ley Divina que hoy conocemos como los Siete Mandamientos de los Hijos de Noaj ha estado con la humanidad desde el tiempo en que Adán, el primer hombre, fue creado. Aun cuando el hombre es corona de la creación, fue la última de las creaciones; porque así Di-s sentaba una lección eterna con un simbolismo respecto al papel del ser humano en el mundo. Cuando el hombre está cumpliendo con la voluntad de Di-s, se ubica por encima de todo lo que fue creado antes que él y es verdaderamente corona de la creación. Pero cuando cae en desobediencia, es la última y más baja de todas las criaturas, incluso inferior al mosquito que pasa improductivamente su vida entera, símbolo del peor egoísmo. Pero aun el más pequeño de los mosquitos cumple con el deseo de Di-s. Sólo el hombre tiene la opción de trasgredir (o no). [1]
 
Aun en su sencillez, el versículo, “Y el Señor Di-s ordenó a Adán, diciendo: De todo árbol del jardín ciertamente podrás comer. Pero del árbol del conocimiento del bien y del mal, tú no deberás comer, porque el día en que comas de él cierta- mente morirás” (Gén. 2:16,17), constituye la fuente de los Siete Mandamientos Noájidas. [2] Y, de hecho, Adán recibió de Di-s la responsabilidad de enseñar las leyes a las generaciones futuras. El verso establece que Di-s ordenó a Adán “diciendo”. A pesar de que la palabra “diciendo” se podría considerar superflua, es un principio de la Torá que “no hay palabras superfluas” porque cada punto y cada coma vienen a enseñarnos algo. En este caso, la palabra “diciendo” indica que Di-s no sólo que dio el mandato a Adán, sino que El buscaba que Adán a su vez lo transmitiera. Es un principio del análisis Bíblico que cuando un verso establece, “Y el Señor Di-s habló a Moisés, diciendo”, significa que Di-s enseñó algo a Moisés y que esperaba que éste a su vez lo enseñara al pueblo Judío, [3] o, como en el caso de los Siete Mandamientos de los Hijos de Noaj, a toda la humanidad.
 
Y de esta manera, Adán enseño a sus hijos las Siete Leyes Universales: no venerar a ídolos, no maldecir a Di-s, no asesinar, no robar, no involucrarse en inmoralidad sexual, no comer el miembro de un animal vivo y establecer cortes de justicia que fortalezcan estas leyes. Así progresó la humanidad.
 
La prueba clara de que los descendientes de Noaj conocían estas leyes y de que (por encargo del Juez Divino) debían obedecerlas se dio 1656 años después, cuando El (mediante el Diluvio Universal) castigó a la humanidad por no haber guardado estos mandamientos: “Di-s miró la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra” (Gén. 6:12).
 
El clásico comentario Bíblico de Rashi [4] enseña que la corrupción era inmoralidad sexual y practicas idolátricas. El siguiente versículo dice: “Y Di-s le dijo a Noaj, el fin de toda carne a venido delante de mi, porque la tierra está llena de maldad” (Gén.6:13). Rashi comenta que la frase “la tierra está llena de maldad” se refiere al robo. Así, debido a inmoralidad sexual, idolatría y robo (tres de los siete mandamientos que se suponía Adán debía enseñarles a sus hijos y que la humanidad debía por tanto observar), el Creador de todo destruyó todo, excepto por un remanente que incluía a Noaj, su esposa, sus tres hijos y sus tres nueras.
 
Para cuando las aguas del diluvio se asentaron, la tierra ya estaba purificada y la humanidad no tenía que regresar a los tiempos de Adán para encontrar al padre de la humanidad. Ahora la humanidad tenía un nuevo padre, Noaj. Y, a diferencia de Adán quien había fallado al no cumplir a cabalidad con los mandamientos de Di-s, Noaj era “un hombre recto, justo en su generación, y Noaj caminó con Di-s” (Gén. 6:9).
 
De esta manera, con un mundo revestido de frescura y concebido en santidad, Di-s reafirmó los Siete Mandamientos originales que Él había enseñado a Adán. Di-s bendijo a Noaj, a sus hijos y a sus nueras y prometió que nunca más destruiría el mundo como lo había hecho, sellando la promesa para todos los tiempos al establecer un pacto con Noaj (el nuevo padre de la humanidad), como está expresado en el verso, “Y habló Di-s a Noaj y a sus hijos con él, diciendo: Y Yo, he aquí que establezco mi pacto con vosotros y con vuestra descendencia despúes de vosotros” (Gén. 9:8,9) y en el verso, “Y Di-s dijo: ’Esta será la señal del pacto que establezco entre Yo y vosotros, y todo ser viviente que está con vosotros, por generaciones, para siempre: Yo pongo Mi arco en las nubes como señal del pacto que establezco entre Yo y la tierra’” (Gén. 9:12,13).
 
El signo del pacto era el arco iris, que serviría como un símbolo permanente de la Divina Benevolencia. Era la primera vez que el arco iris se veía en la tierra, a pesar de que había sido creado (y preparado para este momento) en el ocaso del sexto día de la creación, entre el tiempo en que Adán transgredió y el Shabat, cuando Di-s descansó de todo lo que había hecho. [5] El arco iris, con sus siete colores, refleja la belleza y santidad de los Siete Mandamientos de los Hijos de Noaj.
 
 
Continuara…
 
________________
 
[1] Talmud de Babilonia, Sanedrín 38a. [2] Talmud de Babilonia, Sanedrín 58b. [3] Comentario de Rashi sobre “Diciendo…” (Lev. 1:1). [4] Rashi es un acrónimo usado para referirse a Rabino Salomón hijo de Isaac, autor del comentario más notable sobre las Escrituras. Rashi vivió en Francia y nació en el año 4800 (1040 de la Era Común). A pesar de que él explica el significado de la Torá a niños de cinco años, la profundidad y lo incisivo de su comentario reta aun a los eruditos más avanzados. [5] Capítulos de los Padres, 5:6.
  

– Extraído con permiso del libro “El Camino del Gentil Justo”, traducido por Juan Mayorga Zambrano

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1. Lissette de Cortez

7/08/2018

7 mandamientos

Pregunto: y los 10 mandamientos q estan en la Torah  No cuentan aunque estan contenidos pero faltarian 3 Gracias

2. Lissette de Cortez

7/08/2018

Pregunto: y los 10 mandamientos q estan en la Torah  No cuentan aunque estan contenidos pero faltarian 3 Gracias

3. Rocío Benavente

1/30/2018

Bellisimooooo😊gracias . Cada día me quedo más maravillada.

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