La Melodía Indicada

La atmósfera está llena de canciones, porque en Perek Shira aprendemos que todas las criaturas Le entonan alabanzas a Hashem. Esas son las canciones que provienen del lado santo, y que hacen feliz a la persona. Sin embargo, es muy triste, pero la mayoría de la gente no escucha la debida clase de música. “El otro lado” también está cantando. Estas clases de canciones son las que le causan grandes problemas a la persona.

Hay algo que la persona no comprende, y es de dónde salen sus sentimientos de depresión y de pereza. Y tampoco ve la forma de acabar con la depresión. Uno siente que no tiene ni una pizca de fuerza, y entonces disminuye su productividad – da la impresión de que nada le va bien. Están aquellos para los que el problema es drástico y no les va bien en nada. ¿Y por qué? Porque tienen malas canciones dándoles vuelta en la cabeza…

Todos podemos transformarnos en personas libres – escaparnos de las ataduras del Otro Lado, que nos tira abajo con la pesadez. Pero todos esos malos pensamientos surgen todos de las malas canciones que uno tiene en la cabeza. Situaciones que podríamos resolver en unos cuantos minutos nos llevan días enteros porque no tenemos la cabeza concentrada. Pensamos y pensamos y nos preocupamos. Estamos como atrapados en esto. ¿Cómo llegamos a esta situación? La respuesta es muy clara: es porque escuchamos canciones ponzoñosas, que provienen del lado oscuro. Y no me estoy refiriendo al rock ácido ni la música violenta que componen y tocan los drogadictos; todas las calumnias, los chismes, las malas lenguas y las peleas que escucha la gente son todas melodías del lado oscuro que le envenenan el alma.

La melodía del estudio de la Torá cura el alma, pero la verdad es que no tenemos que estudiar todo el día a fin de mantener la salud espiritual y emocional. Sí es necesario que estudiemos unas cuantas horas por día, para entender que la vida y la energía provienen de la canción de ser hijo de Hashem, de creer en Él y de regocijarnos en los preceptos, de orar y de estudiar la mayor cantidad de Torá posible. La persona que realmente quiere estar sana y contenta Le canta sus plegarias personales a Hashem todos los días. No hay nada más grande que una hitbodedut cantada!!

La persona verdaderamente diligente tiene que tener cuidado a cada momento. Sila persona tiene que ir al trabajo, eso también es servir a Hashem. Estén contentos en el trabajo, tengan temor del Cielo, recuerden a Hashem.  Y si no tienen casa o no tienen trabajo, entonces ciertamente que recordarán a Hashem! ¿De qué tienen que preocuparse? Hashem les va a dar todo lo que necesiten. Hashem les va a dar un departamento, Hashem va a arreglar todos los asuntos – pareja, ingresos, departamento- nosotros solamente tenemos que estudiar  Torá y acercarnos cada vez más a la Emuná, y no preocuparnos. Tenemos que escuchar la canción y llenarnos de energía: “Una canción energética está tocando en mi corazón – que soy judío y que Hashem me ama! Él desea mi Torá! Él se regocija cuando Le hablo y ama mi canción! ¡Qué dicha, qué alegría! Alabar y agradecerle a Hashem. ¡Hashem se deleita en mí!”. Esta es la canción, nuestra propia canción, que cada uno de nosotros debería estar cantando de la Torá.

Nuestros Sabios nos dicen (Meguilá 32ª): “Todo el que estudia sin una melodía…”. El estudio tiene que ser con una melodía – fácil, con sentimiento, y sin preocupaciones de “si tenemos o no tenemos éxito”. Si tenemos esa clase de preocupaciones, significa que nos estamos descarrilando.

Venimos a recibir la Torá de nuevo. Baruj Hashem, gracias a Dios que tenemos peot, y barba y tzitzit, y una sinagoga y estudiamos los libros de Rabi Najman- somos verdaderamente ricos!! Podemos cantar!

Cuando la persona oye la canción de la santidad, de la Torá, de los preceptos, de las alabanzas a Hashem, va con una buena melodía en la cabeza. Eso hace que sea ágil y feliz. Pero cuando escucha melodías del otro lado, eso le trae pesadez. La persona tiene la mente confusa, perturbada, y siente que se está volviendo loco. Hay personas que verdaderamente se vuelven locas, hasta el  punto que  no pueden dormirse a la noche ni pueden levantarse a la mañana. Y eso es muy pero muy difícil. Pero es posible cambiar eso, recibir la Torá de nuevo y llegar a un lugar en el que hacer la voluntad de Hashem es toda nuestra vida. Escuchemos la canción correcta – la canción de la Torá y de la Emuná – y entonces nos pasaremos el día entero bailando!