De la Mafia a Uman

Delante de él había un hombre gigante con todo el cuerpo lleno de cicatrices horribles. El hombre sintió que lo estaban mirando, así que se dio vuelta y preguntó…

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Dr. Zev Ballen

Posteado en 05.04.21

Cada vez que voy a la tumba de Rabi Najman de Breslev en Uman, siempre me maravillo ante la enorme variedad de almas judías que emprenden este viaje tan arduo para estar todos juntos junto a Rabi Najman en el Día del Juicio.

El año pasado, el Rabino Shalom Arush estaba esperando a entrar en la mikve (baño ritual) en Uman, y justamente delante de él había un mastodonte con todo el cuerpo lleno de cicatrices horribles. El hombre sintió que lo estaban mirando, así que se dio vuelta y preguntó:
“¿Qué es lo que está mirando, Rabino?”

“Oh… discúlpeme, por favor perdóneme”, respondió el rabino, dirigiendo rápidamente la mirada a otra parte.

Entonces el hombre le dijo: “¿Le interesaría conocer mi historia y por qué tengo este aspecto tan terrible?”

Y entonces le contó al Rabino Arush esta historia tan estremecedora:

Le contó que había nacido en Israel y que jamás había sido religioso. Cuando creció se volvió un gangster y empezó a vivir una vida violenta y a involucrarse a todo tipo de actividades criminales

El año anterior, él y un grupo de amigos suyos sintieron una necesidad inexplicable de viajar  a Uman para Rosh Hashaná… Por supuesto que no tenían la menor intención de cumplir con ningún ritual religioso. Para ellos, Uman era un lugar en el que podían comprar diversos artefactos a muy buen precio y nada más que eso… y así fue como llegaron a Uman.

Para crédito suyo, tenemos que decir que cuando el hombre llegó a Uman, fue a visitar la tumba de Rabi Najman a recitar los Diez Salmos del Tikún Haklalí (Remedio General). Y después se fue a “pasarla bien” con sus amigos.

Después de Rosh Hashaná, este hombre, que tenía  muchos enemigos, reincidió en la violencia y el crimen organizado. Un día, se encontró acorralado por un asesino contratado que literalmente lo acribilló a balazos. El hombre murió en el acto; y cuando lo llevaron al hospital, fue declarado muerto al llegar.

El hombre le contó al Rabino Arush lo que sintió cuando su alma ascendió al otro mundo y el terrible miedo que sintió cuando fue sometido a juicio ante la Corte Divina. Esta procedió a pasar revista a su historia de vida pero no logró encontrar nada bueno que pudiera redimirlo y pudiera inclinar la balanza a su favor. Entonces se decidió que lo iban a arrojar al fuego del Purgatorio. Pero justo en ese momento se oyó una voz:

“¡Deténganse! ¡Ese es mío!”.

Era la voz de Rabi Najman de Breslev.

“Él vino a mi tumba en Rosh Hashaná, dio unas monedas para caridad y recitó el Tikún Haklalí. No lo lleven allá abajo. ¡Denle otra oportunidad!”.

En el Cielo, un tzadik de la talla de Rabi Najman es tan pero tan grande que la Corte Divina no tenía autoridad para fallar en contra de la decisión de Rabi Najman. Y así fue como lo volvieron a enviar a este mundo. Su alma volvió a entrarle al cuerpo y permaneció en el hospital durante un breve período de recuperación y rehabilitación.

Incluso antes de que fuera dado de alta del hospital, este hombre inició su proceso de teshuvá, de profundo y sincero arrepentimiento, renunciando por completo a su vida violenta y al crimen, y aunque ya tenía 60 años empezó una vida completamente nueva en conformidad con la Torá de sus santos antepasados. Ese es el  poder de conectarnos con el verdadero tzadik!
 

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1. Nancy

9/08/2019

Sólo el ser humano enjuicia lo externo, pero Ashem tiene proyecto de vida con cada uno y envia a Sus Rabinos para guiarnos de regreso a casa.

2. BRESLEV ISRAEL

10/21/2014

Por supuesto! El que posibilita que el otro cumpla con un precepto tiene una recompensa aún mayor que el segundo!

3. BRESLEV ISRAEL

10/21/2014

El que posibilita que el otro cumpla con un precepto tiene una recompensa aún mayor que el segundo!

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