El Pequeño David, #3
Allí en el valle debajo de Beit Léjem (Belén), el Pequeño David rezaba a HaShem por Su Pueblo Elegido…
Ilustraciones de:Rebeca Shapiro
Allí en el valle, debajo de Beit Léjem (Belén), el Pequeño David rezaba a HaShem por Su Pueblo Elegido…
Allí, en el valle, mientras las ovejas pastaban, el pequeño David rezaba por el Pueblo de Israel con súplicas. Él rogaba a HaShem, diciéndole:
“Creador del Universo, ayuda a todos tus hijos para que aprendan la fe; ¡déjales aprender a creer en Ti! Que todos sepan que Tú escuchas cada plegaria y petición. Por favor, haz que todos Te hablen… ¡Déjales ver que todo proviene de Ti y que todo es para bien! ¡Concédeles el maravilloso regalo de la Emuná!”
El Pequeño David tenía un gran amor por HaShem. Siempre Le agradecía y Le cantaba hermosísimas canciones. Mientras las ovejas pastaban pacíficamente, y no había nadie más a su alrededor, él respiraba profundamente, escuchaba los sonidos del viento y los suaves balidos de las ovejas. Y así, la canción y la melodía nacían dentro de su corazón, y él empezaba a cantarle a su Creador:
“Muchas, muchas gracias, HaShem Bendito Seas, por toda la bondad que recibo de Ti
Muchas, muchas gracias, HaShem Bendito Seas, por toda la Emuná que me concedes".
Continuará…
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