5 consejos para desesperarse

Llevar una vida miserable es muy fácil y está totalmente al alcance de nuestra mano. Solo sigue estos consejos y tendrás el éxito garantizado.

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Tali Mandel

Posteado en 04.04.21

Llevar una vida miserable es muy fácil y está totalmente al alcance de nuestra mano. Solo hay que seguir unos cuantos consejos y el éxito estará garantizado.

 

El primer paso, es dejar todo para otro día o procrastinar. ¿Para qué molestarme en hacer hoy lo que puedo dejar para mañana? Total, no importa si se va a acumular el trabajo o si al día siguiente va a ser más difícil comenzar esa tarea pendiente. Al ir postergando lo que tenemos que hacer, siempre tendremos en la cabeza ese sentimiento de culpabilidad por no tener las cosas preparadas a tiempo y tendremos que disculparnos constantemente incluso mintiendo con falsas excusas para explicar por qué no hemos hecho a tiempo lo que teníamos pendiente. Esto puede suceder en el trabajo, en la escuela, en el hogar… en cualquier ámbito de nuestra vida.

 

En segundo lugar, para llevar una vida triste y llena de melancolía es recomendable fijarse más en lo que el otro tiene. Un automóvil mejor, una familia perfecta, un trabajo envidiable… hay muchos aspectos en los que podemos sentir que somos inferiores a los demás por lo que poseen. Por supuesto, pensar que el otro es superior por los bienes materiales que tiene nos va a hacer sentir envidia. No nos engañemos, no hay envidia sana: si queremos lo que el otro tiene y pensamos que cualquier cosa que tenga en su poder es mejor que lo nuestro, eso se llama envidia y solo conlleva a la tristeza y al enfado constante. Solamente en el estudio de Torá, cuando los estudiantes compiten por saber más que los demás, la envidia conlleva algo bueno ya que hace que la persona se esfuerce cada día más por superar a los otros en la profundización del estudio de la Torá.

 

En estrecha relación con el punto anterior está el siguiente pensamiento para llevar una vida desgraciada: pensar que todo lo malo nos pasa a nosotros. ¿Cuántas veces no nos preguntamos por qué pasamos tantas desdichas? Es muy común que se rompa la lavadora, que el frigorífico no funcione, que surjan facturas hasta de debajo de las piedras justo en el mes que más gastos tenemos… ¿es que todo lo malo me tiene que pasar a mí? En lugar de pensar que a través de ese sufrimiento estamos expiando un pecado, creemos que lo que recibimos es algo totalmente injusto y fuera de lugar.

 

Como consecuencia directa de lo anterior, llegamos a la conclusión de que nuestra vida es desgraciada (que es precisamente hacia donde nuestros actos nos estaban llevando) y nos auto-compadecemos. No entendemos cómo hemos llegado a este punto, el lloriqueo se convierte en una constante en nuestras vidas y no hay forma de salir de ese lamento. Para más información, consultar esta Joyita donde el Rabino Shalom Arush explica muy bien este concepto.

 

Por último, lo que definitivamente nos pone en el camino de una vida desgraciada es el propio pensamiento. La mente tiene un poder inimaginable, por lo tanto mientras más pensemos que tenemos una vida desgraciada, más triste será nuestra vida. Solo tenemos que pensar a cada rato lo mala y lamentable que es nuestra existencia y así tendremos una vida miserable. ¡Se lo garantizo!

 

Si, por el contrario, quieren tener una vida alegre y satisfactoria, ¡hagan todo lo contrario!

 

  • Cada día tenemos unos quehaceres que atender y es un placer terminar con toda la lista de tareas finalizadas. El descanso que supone haber terminado lo que teníamos pendiente nos hace sentirnos satisfechos con nosotros mismos y más contentos.
  • Si el vecino tiene un automóvil más nuevo, una familia más bella y perfecta o una casa el doble de grande, debemos alegrarnos por él. Nuestra familia y nuestras posesiones son perfectas tal y como son, ni un milímetro más ni menos. Lo que nos viene asignado desde el Cielo es lo que necesitamos. Por supuesto, hay que esforzarse y trabajar tanto física como espiritualmente para lograr alcanzar nuestros objetivos pero a cada instante lo que poseemos es lo que necesitamos en ese momento. Al ir avanzando, recibiremos a su vez lo que precisemos.
  • Lo que sucede en nuestras vidas en cada momento, es lo que necesitamos vivir. Todos tenemos una lista de rasgos de carácter que debemos trabajar y pulir. Hemos venido a esta vida a reparar nuestra alma y, para ello, HaShem pone pruebas en nuestro camino que nos hacen mejorar como personas. Por ello, no estamos siendo castigados continuamente sino todo lo contrario: estamos recibiendo otra oportunidad para hacer bien las cosas.
  • Por esto mismo, no hay que auto-compadecerse, ¡nadie nos está tratando mal! Si algo ha sucedido en nuestras vidas es porque así tenía que ser y no porque Alguien piense que debemos recibir toda clase de desgracias en la vida.
  • Todo depende del punto de vista desde el que miremos los acontecimientos de nuestra vida. El poder del pensamiento positivo es impresionante y además ¡es acertado!

 

La forma en la que viviremos nuestra vida está en nuestras manos y de nosotros depende que seamos felices o desgraciados. ¿Qué eliges tú?

 

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