60 Minutos

Estaba hablando con una amiga que me decía lo mucho que ama todas las ideas de Breslev, lo relativo a la Emuná, y el hablar con el Creador, PERO...

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Rivka Levi

Posteado en 05.04.21

Estaba hablando con una amiga que me decía lo mucho que ama todas las ideas de Breslev, lo relativo a la Emuná, y el hablar con el Creador, PERO…

60 minutos

Estaba hablando con una amiga que me decía lo mucho que ama todas las ideas de Breslev, lo relativo a la Emuná -la fe pura-, y el hablar con el Creador, PERO… (Siempre hay un “pero”) sentía que había demasiado énfasis en la plegaria, y no suficiente énfasis en “hacer cosas”.

¿Dónde está el esfuerzo personal? ¿Dónde está el tratar de hacer algo por uno mismo, y no dejar todo únicamente en las manos de Di-s? Quería ella saber…

Es una pregunta razonable, excepto por el pequeño pero muy sobresaliente detalle de que la plegaria toma un gran esfuerzo personal. Todos los días tengo que pensar dónde voy a conseguir el tiempo necesario para una sesión entera de 60 minutos de Hitbodedút, la “Plegaria Personal en Aislamiento”. Todos los días tengo que luchar con mi mala inclinación para empezar a hacerlo; tengo que seguir adelante, incluso cuando me siento refrenada e inútil; tengo que asegurarme que haré el mejor esfuerzo para explicarle al Creador lo que está sucediendo en mi vida; sobre qué cosas necesito Su ayuda para mejorarme, y en qué áreas estoy fallando.

Es un trabajo difícil, muy difícil.

Y no hablemos de los tiempos en que sucedieron “grandes cosas” en mi vida, y frecuentemente estaba yendo a algún lugar para hacer sesiones de seis horas de plegaria personal.

Como ya he dicho, es un trabajo difícil, muy difícil.

Por eso cuando la gente desestima la plegaria considerándola la opción más fácil, me enojo un poco. Sólo una persona que nunca ha hecho un esfuerzo real y concertado para hablar con el Creador del Universo durante una hora todos los días, puede pensar que no es un “esfuerzo personal”.

La plegaria no es un polvo mágico. No tiras unos minutos de Hitbodedút sobre un problema y HaShem, en forma mágica, lo hace desaparecer (aunque dependiendo de las circunstancias, esto ocurre muchas veces).

Dependiendo de la gravedad de la situación que las personas enfrentan, las pruebas a las cuales están expuestas, la profundidad del sufrimiento y la desesperación, los defectos de carácter que necesitan corregir y pecados que necesitan expiar, se pueden demorar días, semanas, meses e incluso años para que la plegaria “trabaje” endulzando la situación o resolviendo el problema específico.

Pero en otras situaciones la plegaria “funciona” de inmediato. Funciona de inmediato para ayudar a la persona a desarrollar el sentido de la humildad, a saber que no es el dueño de su propio destino, y que realmente necesita alguna ayuda del exterior del Creador para llegar a cualquier lugar en la vida. Y si la persona está haciendo regularmente 60 minutos de Hitbodedút todos los días, también funciona para endulzar todos los juicios que pesan sobre ella en la forma más rápida y menos dolorosa posible. Y cuando no hay una montaña de débitos espirituales con que lidiar, la persona no tiene que preocuparse de que se le envíe todo tipo de pruebas y tribulaciones a este mundo para pagarlas.

Este punto es muy importante, pero una y otra vez he visto que la gente lo toma con ligereza. "¿Por qué esforzarme para hacer 60 minutos de Hitbodedút todos los días?". Debido a que Rabi Najman de Breslev promete que cualquiera que lo haga no será castigado con juicios severos.
En el libro “En los Campos del Bosque” por el Rabino Shalom Arush (próximamente en español) aparece una carta que fue escrita por Rabi Najman a uno de sus alumnos. Éste es un extracto de ella:

“Una de las condiciones que establezco a aquellos que se acercan a mí, es que no se permitan ser engañados por los demás, y que no se engañen a sí mismos. Has escuchado frecuentemente y has comprendido que mi método y consejo principal para lograr la completa corrección del alma y conseguir todo lo que es posible lograr, no es otra cosa que la Hitbodedút, que la persona designe un lugar para sí en donde pueda derramar su corazón a HaShem, pedirle por todas sus necesidades materiales y espirituales y confesar todas sus malas acciones, ya sean estas intencionales o accidentales, bajo presión externa o por voluntad propia. Debe agradecerle a HaShem por todos sus favores, materiales y espirituales”.

Hasta aquí todo bien, pero ésta es la parte absolutamente alucinante:

“He logrado un acuerdo con HaShem de que cualquier persona que cumple este consejo con completa sencillez, y se pare ante el Creador durante una hora diaria de plegaria personal

-incluso si no logra decir una sola palabra, sólo esforzarse a sí misma para hablar con HaShem- ¡merecerá todo lo bueno! No habrá juicio severo sobre él desde Arriba, porque así corregirá todas las tres partes de su alma – Nefesh, Ruaj y Neshamá”.

Rabi Najman no hizo esta promesa por unos 30 minutos de Hitbodedút, o por una hora de Hitbodedút a la semana, o unos pocos minutos de Hitbodedút mientras estás atascado en un semáforo o esperando que se filtre el café.

Esta garantía sólo se aplica a alguien que está haciendo su mejor esfuerzo para hacer 60 minutos de Hitbodedút, todos los días.

Si esto fuera un programa televisivo de entrevistas, las líneas telefónicas estarían llenas en este momento con personas quejándose de que les “encantaría hacerlo, pero no es práctico”. Una tiene niños pequeños, otra trabaja muchas horas, y otra tiene que cuidar a un familiar de edad avanzada que está enfermo.

Te comprendo, de verdad.

Nadie dijo que una hora diaria es fácil – pero recuerda, es el esfuerzo, el más puro y eficaz esfuerzo que puedes hacer, y es un trabajo muy difícil. Pero sólo toma un minuto y piensa como sería una vida sin juicios severos: no hay enfermedades graves, que HaShem nos libre; relaciones pacíficas con tu cónyuge, vecinos, padres, hermanos; un trabajo agradable, suficiente sustento; rápidamente encontrar a la mejor persona del mundo como pareja; no más niños apartados del camino de la Torá; un corazón contento y un espíritu alegre…

Sé honesto. Si alguien te prometiera todo esto, y todo lo que tienes que hacer para lograrlo es hablar con él una hora al día, e INCLUSO elegir el momento más conveniente, e INCLUSO te recordarían si te es difícil hacerlo, y es gratis – lo tomarías con las dos manos. ¿Verdad?

Y si no lo crees, ¿por qué no?

Realmente hay una sola respuesta para esto: O realmente no crees en HaShem, o, realmente no crees en la promesa de Rabi Najman.

Lo importante, como escribió Rabi Najman, es no engañarse a uno mismo. Puedes decirte a ti mismo que estás demasiado ocupado para hacerlo, puedes decirte a ti mismo de que el medio minuto asignado a la plegaria escrita en el libro de rezos es suficiente. Puedes decirte a ti mismo de que en realidad no es nada del otro mundo, y que Rabi Najman de Breslev era ‘otro rabino más’. Pero en el fondo de tu corazón, sabes que no es cierto.

En las últimas semanas, he tenido que luchar y luchar para hacer una hora al día de Hitbodedút. He tenido invitados del extranjero, familiares enfermos que visitar en el hospital, tener que recoger a gente a horas temprana de la mañana en el aeropuerto, noches para los padres, bar mitzvás, reuniones con los grupos de jóvenes – un millón de cosas sucediendo a la vez.

Pero lo que me ha ayudado a seguir adelante es el conocimiento de que cualquier día que hago una hora de Hitbodedút es un día donde no tendré juicios severos. Y todos los días, eso es suficiente para levantarme y hacerme ir a hablar con HaShem.

Esos 60 minutos es una inversión para el resto del día y aún más importante, para mi alma y mi tranquilidad. Sí, es posible; sí, muchas veces es muy, muy difícil hacerlo. Pero cuando se trata de lograr arreglar tu alma, alcanzar el Mundo Venidero y vivir la vida más feliz y completa posible, simplemente no existen caminos cortos.

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1. Mario Soler

1/30/2018

Gracias por sus 60 minutos

Saludos Rivka: Gracias por su tenacidad en agradar a HaShem y Servirle de canal para que nos acerquémos a El. Aunque su artículo “60 minutos”, salió publicado antes del libro que nos recomienda, “En los campos del Bosque”, tuve la dicha de comprarlo en Breslev Israel y lo estoy terminando, no de leer, sino de estudiarlo, sobre marcarlo, hacienda una lista de “las oraciones que recomienda el Rab Arush, en fin vivirlo, como he hecho con todas las enseñánzas del Rab Najman de Breslev hijo de Figue, “mi Maestro y Guía spiritual”. Que mi modesto comentario sirva para que esos que usted menciona, “que no invierten su tiempo (”CADA SEGUNDO VALE”) en compartir CON El Creador, HABLANDOLE CARA A CARA, reflexionen y no se acuesten sin hacer Hitbodedut, Teshuvá, “y verán cambiar sus vidas, como a mí, que ahora le doy gracias a HaShem por hacerme un hombre Nuevo. Shabat Shalom Yosef Mario

2. Mario Soler

1/30/2018

Saludos Rivka: Gracias por su tenacidad en agradar a HaShem y Servirle de canal para que nos acerquémos a El. Aunque su artículo “60 minutos”, salió publicado antes del libro que nos recomienda, “En los campos del Bosque”, tuve la dicha de comprarlo en Breslev Israel y lo estoy terminando, no de leer, sino de estudiarlo, sobre marcarlo, hacienda una lista de “las oraciones que recomienda el Rab Arush, en fin vivirlo, como he hecho con todas las enseñánzas del Rab Najman de Breslev hijo de Figue, “mi Maestro y Guía spiritual”. Que mi modesto comentario sirva para que esos que usted menciona, “que no invierten su tiempo (”CADA SEGUNDO VALE”) en compartir CON El Creador, HABLANDOLE CARA A CARA, reflexionen y no se acuesten sin hacer Hitbodedut, Teshuvá, “y verán cambiar sus vidas, como a mí, que ahora le doy gracias a HaShem por hacerme un hombre Nuevo. Shabat Shalom Yosef Mario

3. Ad Madrigal Levy

1/02/2013

Sin lugar a duda una gran enseñanza No cabe duda que todos los momentos que pasamos hablando con Hashem son los momentos de mas paz y tranquilidad que cualquier persona puede sentir. Tengo poco que comencé a hacer Hitbodedút por una hora, por lo regular me levanto a las 3:30 am para poder de esa manera estar a un mas tranquilo pues no recibo llamadas telefónicas, y ningún tipo de distracción es cuando le puedo dedicar al 100% mi atención a mis rezos y conversaciones con Hashem. Es genial lograr esta disciplina!

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