Las Cinco “Pe”

En los últimos años, muchos de los profesionales sanitarios han recurrido a la espiritualidad y la religión para compensar las carencias de sus teorías científicas...

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Dr. Zev Ballen

Posteado en 05.04.21

Mucho se ha escrito acerca de cómo mejorar la capacidad de atención del individuo y ayudarlo a pensar en forma positiva y disfrutar de una mejor calidad de vida. De hecho, se han llevado a cabo un sinnúmero de investigaciones y estudios acerca del tema. Sin embargo, ¿hasta qué grado todos estos estudios sirvieron para mejorar verdaderamente la calidad de vida de la gente? Hoy en día hay muchísimas más personas siendo tratadas en psicoterapia y en hospitales psiquiátricos y muchísimos más niños recibiendo medicamentos estimulantes para el “desorden de hiperactividad y déficit de atención” que en toda la historia.

En los últimos años, muchos de los profesionales sanitarios y los investigadores de este campo han recurrido a la espiritualidad y la religión para compensar las carencias de sus teorías científicas seculares. Este es un cambio digno de elogio, y en especial si tenemos en cuenta que toda esta gente ha ignorado ese aspecto de su vida y está sufriendo a causa de eso.

La tendencia general de esta nueva ola de la psicología ha sido ayudar a la gente a que encuentre su propia fortaleza personal y espiritual a fin de empezar a construir en base a ella, en vez de concentrarse en sus déficits y tratar de “arreglar” lo que está “mal” en la gente. Desde la perspectiva del método de coaching de emuná, este es sin lugar a dudas un paso en la dirección correcta, pero a pesar de eso, podemos decir que nuestro enfoque frente al bienestar emocional y espiritual de la persona sigue siendo muy diferente de cualquiera de estas “nuevas” terapias.

He aquí un ejemplo de lo que diferencia el método de coaching de emuná de los demás tratamientos terapéuticos, incluyendo aquellos que hacen mención de la espiritualidad. Tal como verán a continuación, si bien hay varios puntos en los que sus métodos y el nuestro coinciden, nuestro sistema se basa en conceptos básicos que el campo de la psicología aún desconoce. Dichos “conceptos” son en realidad las verdades espirituales sobre las que opera el mundo.

Lo que sigue es un paradigma de la forma en que debemos pensar acerca de nosotros mismos, de los demás, y del mundo en general, desde la perspectiva del coaching de emuná. Este método no sólo se aplica a la persona que está pasando por un desafío o una dificultad en la vida, sino también para todos aquellos que simplemente quieren aprovechar más su potencial para poder disfrutar de la belleza de la vida a través de la conexión con Dios y con la Verdad.

Solamente tenemos que recordar las cinco “P”:

Presente – El primer paso es vivir siempre en el presente. El presente es allí donde tu fuerza ha de entrar en contacto con formas de pensar y estados emocionales positivos que te van a conectar con el Creador y con tu propósito en la vida. El presente es el único “lugar” en el que tenemos cierto “control ejecutivo”. Y si bien hay muchos aspectos de la vida sobre los que no tenemos control y no podemos cambiar, aquellas cosas que Dios sí nos permite cambiar solamente pueden cambiarse en el presente. La vida presente es la forma que tiene Dios de “hablarnos”. Y podemos aprender a percibir las “comunicaciones” de Dios con nosotros a través de todo lo que nos rodea. Cada momento tiene su propia Verdad, la cual, al efectivizarse, puede sacar a la persona del estado de negatividad y llevarla a la “P” siguiente, que es el estado de alegría y positividad.

Positividad – Las emociones positivas son esenciales para que podamos percibir las muchas opciones que tenemos a nuestra disposición. Cuando sentimos emociones tales como la alegría, la dicha, el amor propio, la auto-estima, la autoeficacia, la esperanza y la confianza en uno mismo, que son todas emociones que sirven de base para la vida, ahí es cuando podemos ver mejor el “panorama general”, que incluye formas más sanas y más positivas de apreciarnos y “juzgarnos” a nosotros mismos y a todos los que entran en contacto con nosotros. Las emociones positivas también permiten que el cerebro funcione mejor. Cuando nos sentimos optimistas y esperanzados, automáticamente nuestra capacidad de resolución de problemas y de tomar las decisiones correctas funciona muchísimo mejor. Además, es sabido que las emociones positivas también fortalecen el sistema inmune de la persona y hasta fortalecen ciertos genes, lo cual posibilita mayor salud física y mayor longevidad. Y dado que Dios es la esencia de todo lo positivo y lo bueno en el mundo, y en nosotros mismos, cuando nos conectamos con la positividad en cualquier forma que sea, estamos fortaleciendo nuestro lazo con el Creador. Y eso nos conduce a la “P” siguiente, que es la Divina Providencia”.

 

Providencia  – La Divina Providencia se basa en la verdad fundamental de que no existe nada excepto Dios y que todo el mundo está lleno de Él. Esto significa que todo lo que nos rodea, toda la materia, todos los sucesos que tienen lugar y todas las conversaciones, incluso nuestros pensamientos, nuestros cuerpos y nuestro propio yo son todas manifestaciones de la Divinidad. Yo estoy seguro que a esta altura ya estarán viendo de qué forman se conectan entre sí todas estas “P”. Únicamente la persona que vive en el presente y que vive más que nada emociones positivas es capaz de mantener una conciencia de la Providencia de Dios. En esencia, es la energía emocional positiva que sentimos la que nos permite mantener la calma y recordar que literalmente todo lo que ocurre alrededor de nosotros y dentro de nosotros proviene de Dios.
 
Propósito – Dado que Dios creó a cada persona con un propósito específico que cumplir en la vida, la única forma de que cada uno de nosotros pueda saber qué es lo que tiene que hacer y qué contribución única y especial Dios nos preparó para que hagamos es manteniéndonos conectados a Él a través de la bondad, la fortaleza y el continuo flujo de Su Providencia Divina. La gente que se mantiene fija a su propósito se nutre en forma constante de niveles cada vez más grandes de estados emocionales positivos, tales como alegría, esperanza, entusiasmo y un sentido de finalidad.
 
Persona – Desde la perspectiva del coaching de emuná, la condición humana, el ser, y la identidad únicamente “existen” cuando nos mantenemos conectados con la esencia de quiénes somos, o sea, nuestras almas. En ese sentido, no hay ningún “yo” excepto mi alma, que es parte del Mismísimo Dios – y cualquier otra categorización de “yo” fuera de mi alma contiene cierto elemento de falsedad. Al aprender a vivir con la conciencia de estas cinco “P” uno empieza a “existir” como persona, por así decirlo. Y cuando no vivimos según este modelo, o sea, cuando no nos enfocamos en el presente, no actuamos “en positivo”, no estamos conectados con la Providencia y no procedemos en conformidad con nuestro propósito, entonces podemos decir que en un sentido espiritual todavía no existimos, Dios no lo permita. El proceso de las Cinco “P” nos devuelve nuestro verdadero yo y nos hace retornar a Dios. Es por eso que el Nombre de Dios que se asocia con el hecho de retornar a Él se traduce como “Seré”. Porque a pesar de los inevitables altibajos que todos experimentamos, al seguir esta guía, que está basada en las enseñanzas de mi maestro, el Rabino Shalom Arush, siempre tendremos un método para retornar desde cualquier “punto bajo” a nuestro verdadero yo, que es un ser exaltado, con un propósito y con alegría de vida.

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1. Amparo Eslava

5/09/2023

Sencillo de comprender, el ejecutarlo tiene que ver con las voluntades. Agradezco que se comparta este tipo de acciones que pueden mejorar la vida en esta tierra. es importante tener proposito de vida, creo en este momento, que pienso ejecutarlo, que el proposito le dara sentido a cumplir las PPPP

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