Los Demonios No Existen

¿Cuántas preocupaciones tuvimos en la vida acerca de tantas cosas que jamás llegaron a materializarse? ¿Por qué vamos a dejar que esas preocupaciones “fantasmas” envenenen nuestra realidad interior?

Los psicólogos han estudiado la forma en que pensamos y han descubierto que todo aquello en lo que pensamos con más frecuencia, eso es lo que pensamos que es “verdad”. En otras palabras: las ideas y los pensamientos con los que estamos más familiarizados parecerían ser los más “ciertos” para nosotros, mientras que tenemos propensión a cuestionar los pensamientos menos familiares o menos frecuentes y a formular muchas más preguntas con respecto a si en verdad son ciertos.

Veamos de qué manera esto funciona en la práctica: digamos que eres una persona con tendencia a pensar un montón de pensamientos negativos y desalentadores. Lees un artículo o tienes un debate con alguien respecto a lo importante que es hablar con Di-s todos los días o adoptar un enfoque más espiritual a la forma en que vives la vida y resuelves tus problemas. Este es un nuevo concepto, una nueva forma de pensar. De pronto, los pensamientos negativos con los que estás tan familiarizado vuelven a entrometerse, diciéndote: “Yo no sé si puedo hacer hitbodedut (plegaria personal); no sé si puedo cumplir las leyes de Shabat; no sé si puedo dar dinero para caridad en forma mensual…”. Debido a que estás tan acostumbrado a pensar en modalidad negativa, eres mucho menos propenso a ponerte a cuestionar o desafiar estos pensamientos.

Pero no tiene necesariamente que ser así. Una vez que uno se da cuenta de que sus pensamientos no necesariamente son ciertos, uno está abriendo una ventana de oportunidades a empezar a pensar de una nueva manera, en forma positiva, útil y optimista.

La realidad de nuestra vida es nuestra alma, o neshamá. Todo lo que pasa dentro de nosotros… esa es la única realidad con la que tenemos que tratar. Es posible que caigas en bancarrota y no tengas dinero para pagar el alquiler, pero no tienes razón para preocuparte. ¿Fuiste a ver a un tzadik que te dijo que vas a ver milagros en tu situación financiera muy pronto? No te preocupes de eso ahora, y cree en la bendición que acabas de recibir! Paga el depósito del nuevo departamento que quieres comprar y piensa en positivo.

¿Cuántas preocupaciones tuvimos en la vida acerca de tantas cosas que jamás llegaron a materializarse? ¿Por qué vamos a dejar que esas preocupaciones “fantasmas” envenenen nuestra realidad interior?

Todo pensamiento negativo y desalentador que nos viene a la cabeza no viene de Di-s, entonces ¿por qué insistimos en escuchar los pensamientos “del otro lado”? Después de todas las promesas incumplidas de actuar mejor y de ser mejores; después de todas las oportunidades de mejorar y de cambiar y de arreglar las cosas que desperdiciamos, seguimos gracias a Di-s vivitos y coleando. Di-s nos sigue dando otra chance y otra chance más, para que probemos de vuelta y esta vez lo hagamos como corresponde.

Tenemos una elección muy clara por hacer. O bien escuchamos el lado de la falsedad, que es pura negatividad, desaliento, desesperación y desilusión, o bien escuchamos la el lado de la verdad, que nos llena de esperanza, de alegría y nos hace sentir vivos.

Estrategia para Tratar los Pensamientos Negativos

Todos sabemos que los pensamientos negativos son extremadamente dañinos, pero lo que no sabemos es ¿de qué manera podemos detenerlos?

Lo primero que tenemos que hacer, apenas nos viene a la mente ese pensamiento desalentador, es hacer que se descarrile de inmediato. ¡Ese pensamiento no proviene de Di-s! Di-s, mi Rey, por favor, llévame por Tu sendero, y muéstrame qué es lo cierto. Yo quiero ir por Tu camino, Di-s, déjame aferrarme de todo lo “bueno” que tengo en mí mismo y que hay en el mundo, pero déjame que vaya más allá y que me libere de estos pensamientos desalentadores y deprimentes de una vez por todas. Amo del Universo, por favor, dame las herramientas necesarias para liberarme cada vez que me quede atascado!”

Todos nos encontramos con bifurcaciones en el camino, con situaciones en las que simplemente no tenemos la menor idea de qué es lo mejor para nosotros. ¿Aceptar ese trabajo o quedarnos donde estamos? ¿Mudarnos a esa otra comunidad o reconstruir acá donde estamos? ¿Casarme con esa persona o no? Si pongo a prueba una nueva forma de comer, de hacer gimnasia, de vivir, de rezar, ¿cuál es la mejor forma? ¿Qué es lo mejor para mí? Cada vez que nos enfrentamos a una encrucijada en la vida, Hashem está más que feliz de decirnos en qué dirección debemos seguir. Simplemente tenemos que preguntárselo.

Esta es otra gran herramienta para superar los pensamientos negativos. Apenas ese mal pensamiento se asoma en la cabeza, podemos atraparlo y decir: “Esto es algo negativo! Esto no viene de Di-s! Di-s, ¿qué me puedes decir de esto? ¿De qué manera vuelvo a obtener aliento y esperanza?”.

Supresión de los Pensamientos

Este es el punto en el que muchos psicólogos van a empezar a dar saltos y a decir que eso es “suprimir los pensamientos”. Se han realizado un montón de estudios acerca de este tema y por lo general todos demuestran que cuanto más tratamos de suprimir un pensamiento en particular, más retorna y con más dureza nos muerde la próxima vez.

Según las leyes del mundo natural, y la forma estrictamente científica de ver las cosas que tienen la mayoría de los psicólogos, tienen toda la razón del mundo. Según las leyes naturales, y todas las pruebas que se hacen en los laboratorios de psicología alrededor del mundo, uno no puede suprimir pensamientos. Pero en la Terapia de la Emuná, no estamos limitados al mundo natural, sino que estamos yendo más allá de las leyes naturales, haciendo que Di-s sea Partícipe del proceso de curación.

Cuando una persona que sigue la Terapia de Emuná dice: “Ese pensamiento proviene del Otro Lado. No es un pensamiento santo ni tampoco real”, al decir eso hace que el pensamiento desaparezca por completo. Hashem es la única realidad aquí y Él acaba de hacer que el pensamiento desaparezca. No estamos suprimiendo nada; sino que tenemos un montón de ayuda Divina, llamada siata dishmaia, para sacar a ese pensamiento de nuestra imagen personal. No es que estemos enterrándolo en otra parte, dispuesto a atarcarnos con aún más dureza la próxima vez, sino que ha desaparecido por completo.

El otro tipo que no sigue la Terapia de Emuná tiene un problema con la “supresión de pensamientos”, porque sigue mirando sus pensamientos como si fuesen algo real, como si verdaderamente tuviera un “demonio mental” con el que tiene que enfrentarse. Lo mismo que antes: si trata de enfrentar a ese demonio sin que Hashem entre en la escena, entonces después de que “suprima” ese pensamiento, el demonio va a volver y va a traer junto con él a su hermano mayor…

Pero para nosotros, esos demonios mentales hace rato que dejaron de existir. Ellos no son más que un espejismo. Apenas Le decimos a Hashem que somos verdaderos con Él y que somos fieles con Él y que sabemos que Él es nuestra única realidad en la vida, entonces esos pensamientos negativos simplemente se esfuman. Sabemos que son una farsa, que son un espejismo que Di-s Mismo creó, para nuestro propio bien. Si Di-s no se hubiera tomado el trabajo de presentarnos todas estas cuestiones, de enviarnos estos demonios mentales, entonces espiritualmente nos volveríamos unos holgazanes y unos dejados.

Recuerden: el sello de Hashem es la verdad. Cuanto más descubrimos la verdad y más nos acercamos a ella, más nos acercamos al Mismo Di-s. Si no estuviéramos constantemente puestos a prueba y desafiados por la falsedad, entonces no estaríamos tratando de buscar lo que es verdadero en nuestras vidas y en nuestras circunstancias. Jamás haríamos el trabajo necesario para llegar a nuestras propias conclusiones acerca de lo que es “verdad” y como resultado, no estaríamos buscando a Di-s constantemente en nuestras vidas.