No seas perfecta

Resulta que estoy recostada en la cama a las once menos cuarto de la noche, comiéndome mi cuarto yogur del día....

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Rajeli Reckles

Posteado en 04.04.21

Resulta que estoy recostada en la cama a las once menos cuarto de la noche, comiéndome mi cuarto yogur del día. No entiendo por qué hoy me tuve que comer cuatro yogures. ¿Y por qué estoy comiendo en la cama, tan tarde a la noche? Yo sé perfectamente que esa es una de las mejores formas de ganar peso. Además, la comida se pudre toda la noche en el estómago. ¡Qué asco!

 

Me bajé del tren de “sin carbohidratos” muy mal. Hice un giro de 180 grados y ahora estoy en una dieta de carga de carbohidratos y a base de pescados. Lo raro es que todavía sigo sin comer casi pan, excepto en Shabat, y todavía sigo comiendo pasta carísima, con olor feo, sin gluten. No sé por qué pero cuando la cocino, tiene olor a perro mojado. Ningún manjar, pero igual me la como. Los chicos están demasiado ocupados peleándose para darse cuenta del olor a perro mojado. Tal vez piensen que ese es el olor que tiene que tener un plato de pasta. O tal vez piensan que es uno de sus hermanos el que huele mal…

 

He aquí un típico ejemplo de cómo mi mala inclinación gluténica me supera: en el mismo preciso momento en que me estoy llenando la cara con lo que quedó de la torta marmolada de Shabat, una voz molesta desesperadamente me llama desde lo más profundo del hueco de la torta para decirme que no debería estar comiendo esa torta. Yo le digo a esa vocecita que se calle, pero no me hace caso. La voz se va volviendo cada vez más fuerte al igual que mis amenazas, hasta que por fin dejo de comer, o hasta que se termina la torta. Curiosamente, ambas cosas suceden siempre en el mismo momento. En ese sentido soy súper talentosa…

 

Cuando miro las miguitas que quedaron, me siento súper culpable de haberme permitido consumir tantas calorías. Me regodeo en el remordimiento mientras repetidamente presiono mi dedo índice en esas últimas miquitas que quedaron y me las meto en la boca. Mmmmm. ¿Para qué tuve que terminarme todas esas miguitas? Ah…. Es cierto…. Tirar comida es una grave transgresión…

 

No basta con que arruine mi figura juvenil sino que para colmo estoy agregando culpa a la diversión, o sea que estoy arruinando toda la diversión.

 

La culpa es algo muy raro. Por lo general no impide que transgredamos si bien nos sentimos muy mal por hacer lo que sabemos que está mal. Pero lo peor de todo es que dura mucho más. Ya es terrible que las calorías se aferren a mi cintura, no? Entonces ¿por qué la culpa también se mete sin que la inviten?

 

Les voy a decir cuál es el problema con la culpa. Es que nos hace creer que estamos a un nivel superior a aquel en el que realmente estamos. Sentir culpa es señal de que en realidad somos neuróticos ilusorios, porque tenemos expectativas irrealistas de nosotros mismos. Cada vez que no logramos cumplir con nuestras expectativas imposibles, nos enojamos con nosotros mismos porque pensamos que deberíamos haber actuado mejor.

 

Las expectativas irrealistas y la culpa nos esclavizan por completo. Volvamos al ejemplo de mi torta marmolada. Si estoy haciendo dieta porque quiero mantener mi figura de 19 años, entonces soy una esclava de la dieta. No puedo disfrutar comer lo que me gusta y constantemente estoy tratando de superar la tentación y sentirme pobrecita por eso. Si vuelvo a comer otra vez como un puerco, no puedo disfrutar lo que como porque estoy demasiado preocupada mirando el aro de grasa alrededor de mi cintura. Es una situación sin salida por donde quiera que la mires.

 

Entonces esto es lo que pienso. Agarren a la mala inclinación y métanle el rostro en un pedazo enorme de torta de chocolate con crema de chocolate encima y arriba helado de vainilla. Sigan presionando su rostro sobre la torta hasta que se sofoque y muera. ¡Qué gran anuncio fúnebre sería ese! Causa de la defunción: asfixia por torta de chocolate!

 

Hashem nos creó con un equipo de puntos fuertes y puntos débiles. Simplemente tenemos que capitalizar nuestros puntos fuertes y fortalecer nuestros puntos débiles. Nadie dijo que tenemos que ir más allá de nuestras capacidades naturales. Enfoquémonos en ser felices con lo que nos dio Hashem, porque sabemos que Él quiere solamente lo mejor para nosotros.

 

En conclusión: no seas perfecta. Sé la mejor versión de ti misma. Eso es lo que Hashem espera de ti. Nada más ni nada menos. Ahora voy a tratar de que la culpa no me consuma por el medio paquete de papas fritas que acabo de comerme mientras terminaba este artículo…

 

 

 

 

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1. norberto

12/05/2018

tranquila

Comé poco,rico y variado.- Y quedate con un poco de hambre.-Acostumbrate, es sencillo.-

2. norberto

12/05/2018

Comé poco,rico y variado.- Y quedate con un poco de hambre.-Acostumbrate, es sencillo.-

3. Alida

12/01/2018

No se trata sólo de cuidar la figura,es por nuestra salud de comer sano

Si me voy A sentir mal por comer, prefiero sentirme bien por no comerlo

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