Nunca Dejes de Anhelar

¿Alguna vez se pusieron a pensar por qué los bebés siempre tratan de alcanzar los objetos que ven? Las aspiraciones y la depresión son mutuamente excluyentes. Mientras uno tenga aspiraciones, no hay n

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 05.04.21

¿Alguna vez se pusieron a pensar por qué los bebés siempre tratan de alcanzar los objetos que ven? ¿Es por pura curiosidad? En realidad no.

El hecho de que los bebés extienden los bracitos a todo lo que tienen a su alrededor está indicando sus aspiraciones a alcanzar más, a lograr más. El Creador infunde al ser humano con fuertes esperanzas y aspiraciones, puesto que ellas son la principal herramienta para hacer realidad nuestro potencial, llevar a cabo nuestra misión en la tierra y alcanzar grandes logros.

Con frecuencia, las influencias negativas sofocan nuestra voluntad de alcanzar más y llegar más lejos. Los comentarios negativos y las críticas por parte de padres, maestros y colegas carcomen la auto-imagen de la persona y su creencia en sí misma. Los esfuerzos frustrados y la inclinación moderna a la holgazanería y la gratificación instantánea hacen que mucha gente baje los brazos y se dé por vencida cuando en verdad deberían seguir luchando llenos de esperanza y tratando de alcanzar sus objetivos.

Todo aquello que sofoca tus aspiraciones de cualquier modo que sea o todo lo que te desaliente no es más que un enviado de la Mala Inclinación, que es la fuente de toda la negatividad. Las aspiraciones y la depresión son mutuamente excluyentes. Mientras uno tenga aspiraciones, no hay nada ni nadie que pueda hacerlo perder las esperanzas.

Debido a las dificultades que uno tiene en la vida, uno puede llegar a pensar que el Creador lo ha abandonado. Pero eso es absolutamente falso. El Creador quiere que tengas éxito más que nadie más en el mundo. Y te lo voy a demostrar:

Nuestros Sabios explican que el Creador creó el mundo para revelar Su majestad y Su monarquía. Sin lugar a dudas, maravillas tales como las Cataratas del Niágara, el Monte Cervino en los Alpes o las alas de un pavo real dan testimonio de la majestad Divina. Y cuanto más grande es el reino, más grande es el rey. Si tenemos esto en mente, planteamos la siguiente pregunta:

¿Acaso un mundo lleno de cosas feas, de fracasados y de personas incompetentes aumentan la dignidad del Creador? ¡Por supuesto que no! Él creó el mundo para que cada uno de nosotros sea feliz y una persona realizada y tengamos bendición y éxito en todo lo que hagamos.

Cuanto más el mundo y sus habitantes sean sanos, sabios, ricos y contentos, más aumenta Su prestigio! Él quiere que todos tengamos éxito.
Entonces ¿por qué no ocurre?

La respuesta es muy simple: porque no tenemos suficientes aspiraciones o porque directamente dejamos de tenerlas.
Muchas personas ya lograron hitos en su vida, pero aun así sucumbieron a la depresión, la tristeza y la oscuridad. ¿Por qué? Porque dejaron de anhelar.

¿Y cómo anhelamos? Rezando, pidiéndole con nuestras propias palabras al Creador todo lo que deseamos. Cada palabra de la plegaria crea una vasija adecuada para recibir la abundancia Divina. Si un momento de plegaria crea una vasija de 250 mililitros, entonces una hora de plegaria forma un tanque de cien litros.

Si tuviéramos una botella del mejor vino tinto, no lo derramaríamos en el suelo. De la misma manera, el Creador no va a verter montones de abundancia -ni materiales ni espirituales- a menos que la persona prepare un recipiente adecuado: ¡la plegaria!

Las aspiraciones y los anhelos que no van acompañados de plegarias son como alguien que quiere escalar una montaña sin dar el primer paso. Si miramos hacia atrás, nos vamos a dar cuenta de que los logros de hoy son las plegarias de ayer.

Tal vez ustedes conozcan gente que alcanzó el éxito sin plegarias, pero ese no es el verdadero éxito. Porque todo lo que obtenemos sin plegarias finalmente resulta dañino, como toda la gente que gana la lotería y se vuelve loca. El éxito sin plegaria conduce a la arrogancia, y la arrogancia conduce al enojo, la insatisfacción y un montón de sentimientos negativos que evitan que uno pueda vivir feliz. A eso no lo llamamos “éxito”.

El éxito que es producto de la plegaria posibilita que la persona sienta el amor del Creador. Esto conduce a la genuina felicidad y la paz interior. Y así como nadie puede evitar que recemos, nadie puede evitar que queramos alcanzar la genuina felicidad.

Dado que nuestras almas son pequeños destellos de la luz Divina y la esencia misma del Creador, nosotros compartimos Sus mismos atributos. Así como Él es ilimitado, nuestro potencial también es ilimitado. Y para poder aprovechar al máximo nuestro potencial, tenemos que anhelar poder llegar a las estrellas. La gente que tiene anhelos en la vida da un salto de la cama cada mañana; están esperando que llegue el nuevo día y no tienen miedo de los desafíos que puedan enfrentar. No esperan que las cosas sean siempre fáciles y por eso no se vienen abajo cuando encuentran obstáculos. Están tan acostumbrados a querer alcanzar su objetivo que saltean los obstáculos que se le ponen en el camino.

Mientras tengamos anhelos, podremos alcanzar nuestro pico personal. Y una vez que lleguemos allí, veremos otros picos más con los que jamás habíamos soñado. Continúen anhelando y ustedes también los alcanzarán. Y que Dios los bendiga a todos haciendo que se cumplan todos sus sueños muy pronto. ¡Amén!

 

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1. Flor Hernandez

12/24/2020

Anhelos en las palabras que podemos tener con nuestro creador, son las verdaderas manifestaciones de amor, felicidad y armonia personal, sentirlo al lado, es lo maximo. Gracias Equipo breslev

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