¡Dividendos de 500.000%!

Las tribulaciones de menor importancia que aceptamos con amor nos salvan de una inestimable cantidad de sufrimientos mucho más grandes…

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 05.04.21

Las tribulaciones de menor importancia que aceptamos con amor nos salvan de una inestimable cantidad de sufrimientos mucho más grandes…
 

 

¡  Dividendos de 500.000%!
 
Nuestros Sabios enseñan que hay tres cosas que a la persona le cuesta adquirir: la Torá, el Mundo Venidero y la Tierra de Israel. Por consiguiente, al tratar de obtener cualquiera de estos regalos tan maravillosos, lo más probable es que uno se enfrente a distintos obstáculos; los esfuerzos “moderados” no la van a llevar muy lejos que digamos… Aun si la persona es piadosa y justa y es libre de pecado, no puede merecer su parte de la Torá, del Mundo Venidero o de la Tierra de Israel sin pagar antes un precio espiritual.
 
Rabi Arie Yehuda Leib Alter, el renombrado “Sfat Emet” de Gur, de bendita memoria, plantea un interrogante sorprendente: ¿Por qué el Talmud menciona a la Tierra de Israel como una de las tres cosas que se adquieren con dificultad? Los Hijos de Israel llevaron a cabo una travesía de once días, desde Jorév (el Monte Sinaí) hasta Kadesh Barnea, en el límite meridional de la Tierra de Israel, ¡en apenas tres días!
 
Di-s quería facilitarles la vida a los Hijos de Israel, llevándolos rápido a su Tierra Prometida, pero debido al pecado de los espías, acabaron quedándose cuarenta años en el desierto. Vemos, entonces, que no necesariamente tendríamos que haber sufrido para obtener la Tierra de Israel. ¿Cómo es posible?
 
El Sfat Emet responde a su propia pregunta con una profunda explicación: si bien los Hijos de Israel llevaron a cabo la travesía de once días por el desierto en apenas tres días, aún se encontraban en camino, o sea, en el desierto. No se encontraban en la comodidad de sus propios hogares. Como todo el mundo sabe, viajar con bebés y niños pequeños nunca es cosa fácil. Sin lugar a dudas cada familia tuvo que arreglárselas con una larguísima lista de pequeñas dificultades y tribulaciones. Incluso hoy en día sabemos lo difícil que puede resultar un viaje de tres días en un coche familiar con aire acondicionado. El bebé llora porque no encuentra el chupete. Los niños se pelean en el asiento trasero. Mamá necesita ir al baño pero la próxima estación de gasolina queda a veinte km de distancia. Todas éstas son tribulaciones genuinas, si bien no muy graves.

 

El Sfat Emet afirma que si los Hijos de Israel hubieran aceptado las tribulaciones de menor grado con Emuná (pura fe) y con amor, no sólo que eso habría expiado sus pecados anteriores, sino que incluso los habría preparado para recibir la Tierra Santa de Israel. Las tribulaciones menores que se aceptan con amor nos salvan de sufrimientos muchísimo más grandes.
  
La conclusión tan reveladora del Rebe de Gur es que las tribulaciones de menor importancia que aceptamos con amor nos salvan de una inestimable cantidad de sufrimientos mucho más grandes; esa clase de sufrimientos que la gente tiene que enfrentar cuando no aceptan con amor y con Emuná las dificultades de la vida.
 
Los Hijos de Israel lloraron y se quejaron, en vez de aceptar la realidad en la que se encontraban. Así fue como transformaron una travesía de tres días potencialmente milagrosa y una conquista rápida y pacífica de la Tierra de Israel en una caminata de cuarenta años de duración por el desierto y en interminables guerras que continuamos librando hasta el día de hoy. Siglos enteros de inquisiciones, pogromos, torturas, exilios, terrorismo, asesinatos en masa y todo tipo de sufrimientos… todo ello se remonta a una misma causa básica: que no aceptamos las dificultades de la vida con Emuná.
 
Piénsalo: la diferencia entre aceptar las dificultades de la vida con Emuná y pasarse todo el día quejándose de ellas es por lo menos como la diferencia entre un viaje de tres días… ¡y una travesía de cuarenta años!
 
Cuarenta años equivalen a 14.600 días (40 multiplicado por 365). Cuarenta años es un lapso 4.866 veces más grande que 3 días (14.600 dividido por 3). La Torá nos está diciendo que si la persona no acepta las dificultades menores de la vida con Emuná y con alegría, ¡entonces va a tener que sufrir 4.866 veces más! Si redondeamos esta cifra en 5.000 y calculamos el porcentaje, esto equivale a… ¡500.000 por ciento! Por lo tanto, si el hecho de aceptar las tribulaciones menores con amor pudiera describirse en términos de inversión financiera, ¡la persona estaría ganando unos dividendos de 500.000 por ciento!
 
Aquí tienen un ejemplo: pongamos por caso que perdiste un billete de 20 dólares. Estás seguro de que tenías ese billete en el bolsillo o en la billetera y ahora que lo necesitas, no puedes encontrarlo. La mayoría de la gente, cuando le pasa algo así, se exaspera y se pone a maldecir a todos los que la rodean, o incluso a sí misma, vociferando toda clase de epítetos: “¿Dónde diablos puse el billete de 20 dólares?”. Todos los gritos y las maldiciones y las quejas lo único que hacen es empeorar más aún las cosas.
 
Pero supongamos que hay una persona joven y brillante que aprendió la poderosísima lección de Emuná según la cual las tribulaciones menores que se aceptan con amor pueden salvarnos de sufrimientos 5.000 veces más grandes. Esta persona empieza a darle las gracias a Di-s  en forma efusiva por haber perdido el billete de 20 dólares; literalmente se pone a dar saltos de alegría porque sabe que esto es en realidad un substituto barato de un decreto muchísimo más grave, por el cual tendría que haber perdido algo 5.000 veces más grande, o sea, ¡nada más ni nada menos que 100.000 dólares! ¿Quién no preferiría una pérdida de 20 dólares a una pérdida de 100.000 dólares? Ése es el poder de aceptar todo con amor. Y si nuestras tribulaciones menores valen tanto, entonces imagínense solamente cuánto valen ¡las grandes tribulaciones! Ellas pueden literalmente salvarnos la vida, si tan sólo las aceptamos con amor. ¿Quién sabe? Si alguien te causa un disgusto y digamos que te humilla en público, ¡imagínate que eso te está salvando de un choque frontal que te rompería todos los huesos! No estamos exagerando – El Talmud compara el abuso verbal con el asesinato. Vale decir que Di-s muchas veces emplea el abuso verbal o las humillaciones  como una forma de mitigar alguna enfermedad terminal o algún accidente fatal. Si supieras eso, ¡te pondrías a cantar y a bailar cada vez que alguien te insultara, y no dejarías de darle las gracias a Di-s todo el día!
 
En síntesis: al aceptar las dificultades menores de la vida con Emuná y con amor no sólo estamos limpiando nuestra propia alma y expiando nuestros pecados sino que también nos estamos preparando para ser recipientes dignos de la Abundancia Divina.
 
¡Que Di-s bendiga a cada uno de ustedes con todos los deseos de su corazón de la mejor forma posible y que logremos merecer la redención total de nuestro pueblo, muy pronto! ¡Amén! 
  

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1. anonimo

1/10/2020

Dificultades pequeñas y menores boleto para encontrar la emuna autentica y entrar a tierra prometida, gracias HaShem, gracias staff de Breslev, bresleveros y Rabinos Shalom Arush y D. Galed.

2. Marilyn de Argentina

3/11/2019

Lectura del artículo emuna y alegría

Cuando leí que decía el título Dividendos del 500 % realmente me intereso porque pensé como se puede sacar ese número tan alto.Me inquieto y entonces mi teléfono se fue una página atrás y no pude leer el artículo y me puse mal porque lo busque y se perdiooo. ..pero luego dije "todo es para bien quizás no debía leerlo ahora" y al rato lo busque en la compu y tampoco lo encontré y entonces me puse a leer otros artículos y entonces de la nada volvió a aparecer en la grilla y lo leí y me ha transmitido fe.Gracias Dios.Las pequeñas tribulaciones que pasamos producen en nosotros un eterno peso de gloria.

3. Marilyn de Argentina

3/11/2019

Cuando leí que decía el título Dividendos del 500 % realmente me intereso porque pensé como se puede sacar ese número tan alto.Me inquieto y entonces mi teléfono se fue una página atrás y no pude leer el artículo y me puse mal porque lo busque y se perdiooo. ..pero luego dije "todo es para bien quizás no debía leerlo ahora" y al rato lo busque en la compu y tampoco lo encontré y entonces me puse a leer otros artículos y entonces de la nada volvió a aparecer en la grilla y lo leí y me ha transmitido fe.Gracias Dios.Las pequeñas tribulaciones que pasamos producen en nosotros un eterno peso de gloria.

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