La Grandeza de Rabi Shimon

¿Cómo podemos celebrar y disfrutar del Lag BaOmer, cuando de hecho es el recuerdo del día en que tan gran bien y beneficio fue quitado del mundo...?

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Jaim Kramer

Posteado en 07.05.23

 La grandeza y el amor de Rabí Shimon

Sólo al Rabí Shimón bar Iojai se le otorgó el permiso para revelar los grandes misterios contenidos en la Enseñanza Oculta (cf. Zohar III:124b).
Antes del fallecimiento del Rabí Akiva, este gran Maestro del Pueblo Judío llamó a sus dos discípulos más amados, el Rabí Shimón bar Iojai y el Rabí Meir. Le preguntaron al Rabí Akiva cuál de los dos lo reemplazaría. El Rabí Akiva les dijo, “Rabí Meir tomará su posición como cabeza de la Ieshivá.” Entonces, volviéndose hacia el Rabí Shimón le dijo, “Es suficiente con que tu Creador y yo sepamos del nivel de tu grandeza” (Ierushalmi, Sanedrín 2).
Dijo el Rabí Shimón, “Yo tengo el poder de corregir al mundo entero; puedo hacer que el mundo sea exceptuado del Juicio” (Suká 45b).
El Rabí Shimón estaba dejando la cueva donde él y su hijo el Rabí Elazar habían estado ocultos de los romanos durante treinta años. Estaban hablando sobre la rectitud que existe en el mundo cuando el Rabí Shimón dijo, “Es suficiente con que tú y yo estemos en el mundo.” Otra vez dijo, “Yo tengo suficiente mérito como para el mundo entero” (Shabat 33b; Suká 45b).
El Rabí Shimón bar Iojai fue el Cimiento del mundo, el Verdadero Tzadik.
Estas enseñanzas sólo revelan una muy pequeña parte de la grandeza del Rabí Shimón bar Iojai y sólo dan un atisbo parcial del verdadero beneficio que trajo al mundo. Siendo así, pregunta el Rabí Natán: El día 33 de la Cuenta del Omer celebramos el fallecimiento del Verdadero Tzadik (justo), el Rabí Shimón bar Iojai.
Esto en sí mismo es algo asombroso, una evidente contradicción. ¿Cómo podemos celebrar y disfrutar del Lag BaOmer, cuando de hecho es el recuerdo del día en que tan gran bien y beneficio fue quitado del mundo? ¿Qué clase de celebración es ésta? Por el contrario, deberíamos rasgar nuestras vestimentas, como con la destrucción del Templo; tal como enseñan nuestros Sabios, “¡El fallecimiento de un Tzadik es más severo aún que la destrucción del Templo!”
Para responder a ésto, el Rabí Natán cita el versículo, “El Tzadik perece, mas ninguno hace caso de ello; y los hombres piadosos mueren, sin que nadie entienda que el Tzadik es quitado a causa de la injusticia” (Isaías 57:1). Enseñan nuestros Sabios que el más grande Tzadik fallece antes de que se presente el mal en el mundo. Para ellos ésto es una bendición; pues así no deberán presenciar el gran sufrimiento decretado por el Cielo y sus ojos no vean la multitud de problemas que le están por suceder al Pueblo Judío (Sanhedrín 113b).
El Rabí Natán continúa explicando que los poderes de “los Tzadikim son mayores luego de su fallecimiento que cuando estaban con vida” (Berajot 18a). Si examinamos el propósito esencial del Tzadik en esta vida, vemos que todos sus esfuerzos están dirigidos a corregir a los Judíos y traer el bien, tanto físico como espiritual. Es a través del Tzadik que llegan la abundancia de riquezas y el sustento, la abundancia de Torá y el arrepentimiento. Sin embargo, mientras el alma del Tzadik habita en un cuerpo, ella se encuentra restringida. Esto es debido a que, por definición el cuerpo constituye una limitación física. De modo que el Tzadik se encuentra impedido de elevarse a los niveles más elevados y la abundancia que trae está gobernada por esta restricción. Y hasta que su alma se libere del cuerpo que la encierra, su influencia sólo puede llegar hasta allí.
Y ésta es la causa por la cual se celebra en Lag BaOmer. Es verdad que este es el día en que el Rabí Shimón bar Iojai dejó este mundo. Pero el Rabí Shimón está en el cielo; el Rabí Shimón es espiritual. Si durante su vida tuvo el suficiente mérito como para mantener la existencia del mundo, ¿cuánto más ahora que ya no está restringido por lo físico? Ahora sus poderes pueden alcanzar alturas y niveles incomprensibles para nosotros, de modo que la abundancia y el beneficio que puede traer al mundo sobrepasa en mucho todo aquello que le hubiera sido posible en vida.
Esta es la explicación del versículo, “El Tzadik perece… a causa de la injusticia…” Todo el ser del Tzadik está dedicado a destruir y combatir el mal. Sin embargo, su habilidad para hacerlo se encuentra limitada por su cuerpo físico. De modo que Dios quita a este Tzadik del mundo antes de la llegada del mal.
Esto es para que el cuerpo del Tzadik ya no siga restringiendo sus esfuerzos para ayudar a los Judíos. En el cielo, él está libre para mitigar los duros decretos. Y es esta la verdadera razón para la gran celebración de Lag BaOmer. El Día 33 del Omer, muchos, muchos años atrás, los poderes del Rabí Shimón bar Iojai para traer ayuda y salvación a todo Israel fueron multiplicados (Likutey Halajot, Hejsher Keilim 4).
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El Día 33 de la Cuenta del Omer celebramos la festividad llamada Lag BaOmer. Relata el Talmud que el Rabí Akiva tenía 24.000 discípulos, todos los cuales eran muy grandes rabinos. El mismo Rabí Akiva era uno de los más grandes rabinos del Talmud. Pero, durante este período de 33 días, los 24.000 discípulos fallecieron debido a que no se trataban
respetuosamente entre sí. Al morir ellos, el mundo quedó desolado, hasta que el Rabí Akiva le enseñó la Torá a cinco nuevos discípulos: el Rabí Meir, el Rabí Shimón bar Iojai, el Rabí Iosi, el Rabí Nejemías y el Rabí Iehuda. Fueron estos grandes
Tzadikim los responsables de restaurar, más tarde, toda la Torá. Ellos son precisamente los rabinos de la Mishná (Iebamot 63a).
Explica el Rabí Natán que durante los Días del Omer, trabajamos para purificarnos y poder así recibir la Torá. La Torá fue recibida originalmente a causa de la unidad imperante entre los Judíos al llegar al Monte Sinaí, donde se presentaron como con un solo corazón (Rashi, Exodo 18:1). Los discípulos del Rabí Akiva no tenían esa amistad ni unidad y murieron durante este período de la Sefirá. Los siguieron el Rabí Shimón bar Iojai y sus discípulos, un grupo muy cercano y unido.
El gran amor y unidad manifestados entre el Rabí Shimón bar Iojai y sus discípulos, de lo cual encontramos referencias todo a lo largo del Zohar, es lo que trajo la rectificación de los primeros 24.000. La grandeza de Lag BaOmer reside en el hecho de que representa la finalización del período de duelo. Mediante la fuerza espiritual y el poder del Rabí Shimón bar Iojai y gracias a la unidad y paz que reine entre los Judíos, será posible rectificar hasta las más grandes pérdidas y tragedias ocurridas al Pueblo Judío (Likutey Halajot, Rosh Jodesh 6).
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Los pensamientos originales de Torá proveen de una gran luz espiritual al mundo. Pero a esta luz, que emana del Ein Sof (el Infinito), sólo puede hacérsela descender y traer a este mundo mediante restricciones y limitaciones. De otro modo, es algo demasiado abrumador para que el hombre pueda apreciarla. Pues el hombre simplemente carece de la “fuerza” espiritual adecuada. Una forma de adquirir esta “fuerza” es uniéndose a otros Judíos. Esto en sí mismo es una forma de auto restricción en aras del grupo. Así podemos entender por qué fallecieron los 24.000 discípulos del Rabí Akiva. Cada uno de ellos era extraordinario por sí mismo y recibió muchos pensamientos de Torá de su ilustre maestro. Estos pensamientos de Torá les trajeron una gran luz pero ellos fueron incapaces de mantenerla. ¿Por qué? Pues no había amor ni armonía entre ellos. Les faltaban los lazos que les hubieran dado la “fuerza” para absorber la gran luz de la Torá y recibirla como una bendición. Fue como resultado de ello que fallecieron. Y su muerte tuvo lugar precisamente durante el período de la Sefirá, momento en el que deberíamos estar tratando de rectificarnos para poder recibir la Torá.
El Rabí Shimón bar Iojai y su grupo de discípulos eran muy diferentes a los discípulos del Rabí Akiva. Su mismo modo de relacionarse era una rectificación. Y mediante la “fuerza” que sus lazos de amor hubieron creado, el Rabí Shimón fue capaz de hacer descender una gran luz. Esta fue la revelación del Zohar, la fuente básica de la Kabalá tal como la conocemos hoy en día. Y estos discípulos no sólo fueron capaces de recibir la brillante luz de los pensamientos de Torá de su maestro sin ser dañados, sino que las revelaciones de la Grandeza de Dios traídas por el Rabí Shimón constituyeron una rectificación tan increíble que incluso hoy en día, no importa dónde haya caído espiritualmente una persona, siempre puede retornar a Dios. Es por ésto que el Profeta Eliahú le dijo al Rabí Shimón que sus enseñanzas – el Zohar – sacarían del exilio a los Judíos
(
Likutey Halajot, Minja 7).
Selección extraída del libro “La Hagadá de Breslov” (c) Breslov Research Institute www.breslov.org) –
(Con la amable autorización de www.tora.org.ar)

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1. Maritza Anaya

5/17/2022

Me encanta , un portal de fe infinito , Muchas Gracia 😃

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