El Genuino Líder – Parashat Lej Lejá

Abraham introduce una revolucionaria nueva forma de pensar que pasaría a ser modelo para los futuros líderes…

3 Tiempo de lectura

Rabino Lazer Brody

Posteado en 08.11.21

“Y Abram oyó que su hermano había sido capturado… y él los atacó y los persiguió hasta Jova” (Génesis 14:14-15).

Nuestro santo patriarca Abraham, que es la personificación de la caridad y la benevolencia, aparece en la porción de la Torá de esta semana como un intrépido y valiente guerrero que se enfrenta sin temor a un enemigo mucho más numeroso y poderoso que él. A decir verdad, la ágil movilización de Abraham resulta un tanto extraña: ¿por qué él decide embarcarse en una misión tan peligrosa en contra los ejércitos combinados de los cuatro reyes malvados conducidos por Nimrod (Amrafel) para salvar a su sobrino Lot? Pero cuando Nimrod arrojó a Abraham al horno ardiente, él ni movió un dedo para salvarse. Lot estaba lejos de ser un santo, pero aun así Abraham emprende una riesgosa misión de rescate para salvarlo. Sin embargo, si bien todo el futuro del monoteísmo y del pueblo judío  depende de él, él no le opone resistencia a Nimrod cuando fácilmente podría haberlo dominado. La pregunta es por qué.

No olvidemos que Abraham era como una espina en la garganta de los cuatro reyes malvados. Su “difusión de Emuná” estaba amenazando con socavar los tiránicos e idólatras regímenes de los monarcas. Según el Zohar, ellos planearon el secuestro de Lot a fin de atraer a la guerra a Abraham, que tanto amaba la paz, porque estaban convencidos de que lo iban a vencer y de ese modo, acabar con la amenaza que él les presentaba.

Había un solo factor que motivaba a Abraham –kidush Hashem, la santificación del Nombre de Dios en la mayor escala posible. Cuando fue Abraham fue sentenciado por haber destruido los ídolos a la pena de ser quemado en un horno ardiente, él comprendió que resistirse a Nimrod no serviría de nada. De hecho, él estaba muy feliz de santificar el Nombre de Hashem y sentar el ejemplo para la posteridad de una total y absoluta devoción a su fe.

Pero por el otro  lado, Abraham fue a la guerra para salvar a Lot para evitar la profanación del Nombre de Hashem. ¿De qué manera, preguntan? El santo Zohar explica que Lot tenía exactamente el mismo aspecto que Abraham, que era el hermano de su padre. Teniendo esto en mente, Abraham temía que los cuatro reyes malvados hicieran desfilar a Lot por la calle diciendo que  habían capturado a Abraham, y que por lo tanto ellos eran más poderosos que el Dios de Abraham… Eso habría constituido una terrible profanación del Nombre de Hashem. El Yalkut Meam Loez, en nombre del Tzror Hamor, declara que ellos planeaban afirmar que sí, que Hashem tenía el poder de rescatar a Abraham de un horno y de un solo rey, pero que no tenía el poder (Dios no lo permita!) de rescatarlo de los ejércitos de los cuatro reyes combinados. Esto por supuesto sería una terrible mancha en el Nombre Divino que desalentaría a las masas, alejándolas del monoteísmo, que era lo que pregonaba Abraham.

Si Abraham hubiera confiado en el intelecto humano y en consideraciones aparentemente lógicas, tal vez habría tomado decisiones completamente opuestas. Desde un punto de vista, podría haberse dicho a sí mismo que si no quedaba con vida para difundir la Emuná, la absoluta fe en el Dios único, entonces no habría nadie que lo reemplazara. Esa clase de pensamiento lo habría llevado a resistir a Nimrod de todas las formas posibles, evitando que fuera arrojado al horno ardiente. Esa misma forma de pensamiento habría evitado que él librara guerra contra los cuatro reyes para salvar a Lot. Porque este igualmente se había descarriado del sendero de la rectitud hacía ya mucho tiempo, y en especial desde que había dejado a su tío y se había estableicdo en Sodoma. Lot eligió por propia voluntad vivir entre malvados. Abraham podría haberse dicho a sí mismo que no valía la pena poner en riesgotodo su programa global de difusión de emuná para salvar a su sobrino errante. Porque si él moría en la batalla, ¿quién iba a continuar su obra?

Vemos entonces que Abraham introdujo una prodigiosa y revolucionaria forma nueva de pensar en el mundo. En su modalidad de pensamiento “de Emuná”, Abraham dejó a  un lado todo su razonamiento y toda su lógica. Se deshizo por completo de todos sus intereses personales y sus consideraciones personales. NO confió en estrategias convencionales ni en armas convencionales. El único factor que pesó en su consideración fue promover la santificación del Nombre de Hashem y evitar su profanación.

Esta clase de toma de decisiones se convirtió en el modelo a seguir para todos los subsiguientes líderes de nuestro pueblo. Desde Moisés hasta David hasta el Jafetz Jaim, todos de santa y bendita memoria. Y pueden estar seguros de que el Mashíaj tomará sus decisiones exactamente de la misma manera, pues la Emuná trasciende de lejos la lógica y el razonamiento. Ojalá todos lleguemos a verlo con nuestros propios ojos. Amén!
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Escribe tu opinión!

1. Nancy

11/08/2019

Un verdadero líder y un Zadik, dan su vida por sus discípulos…No es asunto de lógica… SINO DE EMUNA Y AMOR VERDADERO A HASHEM Q ES TODO…ES LINEA DIRECTA POR ESO SABEMOS Q LOS RABINOS Y LAS ALMAS JUSTAS ESTAN DIRECTAMENTE CONECTADAS AL ETERNO…AGRADEZCO A DIOS POR CADA UNO DE USTEDES, POR EL STAFF BRENEV Y POR SER LUZ PARA LAS NACIONES

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Comentarios cerrados.