La Charla Semanal – Miketz

La leyenda cuenta de una viuda pobre que trajo, corriendo, un pollo a su Rabino un viernes de mañana…

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Rabino Mordejai Kamenetzky

Posteado en 06.04.21

Un pollo para Shabát
 

No fue una decisión fácil, pero al fin y al cabo los hermanos de Yosef llegaron a la conclusión que venderlo era una decisión honesta y justa. Yosef era un rebelde y no merecía lugar en la familia, pensaron. La muerte, según ellos, no era la respuesta correcta; después de toda la rebelión de Yosef en contra de ellos no era digna de la pena capital.
 
Entonces fue vendido como esclavo. HaShem, sin embargo, tuvo planes diferentes. Años mas tarde, eran ellos los que estaban en aprietos delante de Yosef vistiendo las ropas del el virrey de Egipto. En ese momento, Yosef los acuso de espionaje. "La única manera en la que les creeré es si traen a su hermano menor aquí. "Entonces encarcelo a Shimon como rehén.
 
 En ese momento, los hermanos se dieron cuenta que esta acusación no era "gratuita". Entendieron que debía ser el castigo Divino merecido. "Somos culpables con respecto a nuestro hermano, cuando vimos su angustia cuando el nos imploro, y nosotros no escuchamos; es por eso que esta angustia nos enfrenta" (Génesis 42:21). Reuven, el mayor de los hermanos, los reprocha agregando algo aparentemente superfluo. ¡"Nos les dije acaso, "no pequen contra el chico! ¡Pero ustedes no escucharon, Y ahora su sangre es vengada!" (Génesis 42:22). ¿Que significa esto que agrega Reuven? ¿No dijeron acaso los hermanos lo mismo un segundo antes? ¿Que fue lo que realmente lamentaron los hermanos, y que fue lo que Reuven agrego?
 
La leyenda cuenta de una viuda pobre que trajo, corriendo, un pollo a su Rabino un viernes de mañana. "Rebe," ella lloro "en las ultimas dos semanas logre ahorrar suficiente dinero como para comprar este pollo que acabo de matar esta mañana en el honor al Shabat. Después de que fue cortado, el Shojet (el matarife judío) lo miró y dijo hay un problema con este pollo. ¿Es autorizado de acuerdo a la ley judía?" El Rav miro el pollo y frunció sus cejas… Según la opinión del Shaj, uno de los comentaristas más prominentes del Shuljan Aruj – la Ley Judía, el pollo no cumplía los requisitos para ser autorizado. El Rav miró la triste reacción en la cara de la viuda y examino otra vez muy detenidamente el pollo. Recordó que había algunas otras opiniones de autoridades no tan famosas que eran más permisivas. El Rav decidió apoyarse en una de estas opiniones y le dijo a la mujer que el pollo era Kasher. "¡Vaya y disfrútelo con su familia!" La mujer llorando de alegría corrió a su casa. Posteriormente, el Rav dijo a sus alumnos, "Cuando vaya al cielo, no estoy atemorizado de encarar la ira del Shaj por no haber seguido su postura. Tengo miedo, sin embargo, de encarar la ira de la viuda si hubiera tomado la postura mas exigente y le hubiera prohibido el pollo que había conseguido con tanto esfuerzo."
 
Muchos comentaristas explican que aun la desgracia terrible que ocurrió a los hermanos de Yosef no los inspiro a lamentar la venta. Ellos sentían que la venta de Yosef estaba dentro de los parámetros de lo justo. Pero la desgracia y las acusaciones falsas causaron que ellos se dieran cuenta que había un ingrediente en la transacción que estuvo mal: la falta de compasión por los sentimientos de su hermano. Ellos no respondieron a la angustia de Yosef que imploro por salvar su alma. Reuven, por otro lado, pensó que toda la venta estuvo mal, mientras que el resto sentía que estaban justificados.
 
Cuando Yaakov, por otra parte, bendice a sus hijos para el momento en que se enfrenten por segunda vez con el virrey y les dice: "que el Todopoderoso le otorga misericordia al hombre (Yosef) para que puedan volver con su otro hermano (Shimon), así como Biniamin" (Génesis 43:14). Yaakov entendía que la compasión, el tener misericordia por los sentimientos del otro puede cambiar completamente aun el mas severo de los juicios. Y los hermanos, lamentando la indiferencia que en un principio tuvieron, ahora también entendieron lo mismo.
 
A menudo, cuando encaramos el desafío de la justicia, hacemos lo que es técnicamente correcto. La pregunta que debemos hacernos es ¿dónde estamos cuando nuestro hermano nos implora?
  
¡Shabát Shalom!
 
 
Dedicado en la memoria de Yitzchak Jaim Sido ben Yosef Leslie Zukor" Por Zev & Aviva Golombeck y familia.
 
(Gentileza: www.tora.org.ar)

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