Parte del equipo – Parashat Tzav

Cómo hace un humilde sirviente para comer una suntuosa cena a la mesa del Rey?

3 Tiempo de lectura

Rabino Lazer Brody

Posteado en 17.03.21

“Esta es la ley de la ofrenda ígnea…” (Levítico 6:2)

 

El Ben Ish Jai de santa y bendita memoria nos enseña una lección muy importante[1], que es que uno tiene que rezar y estudiar junto a un grupo o un quórum. Esto se debe a que la plegaria individual o el estudio individual no siempre tiene el poder de ascender tan alto hasta llegar al Trono Divino, debido a que carece de la debida intención o está motivada en algún interés personal. Pero cuando uno estudia y reza junto al resto del público, sus plegarias individuales y su estudio no son escudriñadas con un diente fino sino que ascienden junto con el resto de las plegarias de todo el grupo. Y si en ese grupo hay algún tzaddik, algún justo, cuyas intenciones son únicamente puras y por amor a Hashem, entonces él hace que las plegarias de todo el grupo se eleven. Por eso siempre es buena idea rezar y estudiar con un grupo de personas piadosas.

 

No obstante, el Ben Ish Jai añade que existe una diferencia entre las plegarias y el estudio de la Torá que ascienden por mérito propio y aquellos que lo hacen por mérito del grupo. Para ilustrar mejor este concepto, les voy a contar una historia:

 

El rey quería honrar a uno de sus generales victoriosos que con gran coraje había vencido a un terrible enemigo que amenazaba el reino. El Rey invitó al general a que cenara con él en el comedor del palacio. El general llegó junto con su asistente y su chofer. Gracias al general, el asistente y el chofer también entraron al palacio, que es algo que nunca habrían podido hacer por sus propios méritos. Nadie les impidió la entrada, por supuesto, pero por otro lado no los dejaron sentarse a la mesa del Rey sino que les sirvieron una suntuosa cena en la sala de servicio, junto con los sirvientes del Rey. Después de la comida, ellos esperaron pacientemente en la sala de servicio hasta que el Rey y el general terminaron de comer. Sí, es cierto que el asistente y el chofer comieron en el palacio, pero no se puede comparar la mesa del sirviente con la mesa del Rey…

 

El Rey de la alegoría es Hashem. El general heroico es aquel que reza y estudia con la debida intención, no para engrandecerse a él mismo sino por amor a Hashem. Obviamente él sí es admitido al palacio por sus propios méritos. Pero aquellos cuyos rezos y estudio no son tan puros también pueden entrar al palacio, que es el Trono Divino, gracias a la conexión que tienen con el hombre piadoso. Ellos solos no tendrían acceso.

 

No se puede describir con palabras la importancia de estudiar y rezar con el público. El Rey Salomón dijo así: “Una multitud de personas es la gloria del Rey”. [2]. Cuanto más grande es la reunión, más grande es la santificación del Nombre de Hashem.

 

Dado que cada individuo es parte integrante de la multitud, no importa cuál sea su mérito individual, como tal recibe una recompensa igual, pues con su participación ha aumentado la gloria de Hashem. Además, la persona que reza sola en su casa se pierde grandes oportunidades de santificar el Nombre de Hashem, porque Kadish, Kedushá y Borju se pueden decir solamente con un quórum.

 

Aparentemente, las palabras del Ben Ish Jai y las del Rey Salomón se contradicen, pero no es así: cuando uno se esfuerza por asistir a clases de Torá en público y a rezar en público, su esfuerzo invoca una recompensa medida por medida: así como él se esforzó por asistir a rezos y estudios públicos, así también en el Mundo Venidero va a poder entrar al palacio del Rey junto con los grandes tzadikim. Esto no es cualquier cosa….

 

 

 


[1] Aderet Eliahu Parashat Tzav

[2] Proverbios 14:28

 

Escribe tu opinión!

1. Sergio Álvarez-Mori

4/05/2017

Donde vivo no hay Kehilá

Qué HaShem me conceda el mérito de trasladarme a Israel para poder estudiar Torá y hacer la conversión. En Oviedo solo hay una pequeña comunidad reformista, por eso prefiero seguir como un ben Noaj hasta que el Creador disponga otra cosa.

2. Sergio Álvarez-Mori

4/05/2017

Qué HaShem me conceda el mérito de trasladarme a Israel para poder estudiar Torá y hacer la conversión. En Oviedo solo hay una pequeña comunidad reformista, por eso prefiero seguir como un ben Noaj hasta que el Creador disponga otra cosa.

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario