Vaieji – Manjares de Reyes

La mayor alegría y paz de espíritu se encuentra cuando se cumple con la voluntad del Todopoderoso, porque así se logra la cercanía con nuestro Creador…

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Grupo Breslev Israel

Posteado en 05.04.21

La mayor alegría y paz de espíritu se encuentra cuando se cumple con la voluntad del Todopoderoso, porque así se logra la cercanía con nuestro Creador

Sobre Tzedaká y Tzadikim
 

“De (en cuanto a) Asher, riqueza habrá en su pan y el proveerá manjares de reyes” (Génesis 49:20).

 En el Talmud de Jerusalén (final del cap.4), se relata que cierta vez fue enviado Rabi Akiva, junto con otros sabios, con la misión de recolectar fondos para Tzedaká (caridad).

Llegaron hasta la puerta de aquel a quien acostumbraban a visitar primero y cuando se disponían a golpear, escucharon la voz del pequeño hijo preguntando a su padre: “¿Qué comeremos hoy?”. El padre le indico el nombre de cierta verdura reconocida por ser especialmente económica y le pidió que saliera a comprarla, diciéndole a continuación: “Y no compres de aquella mercadería fresca que llego hoy al mercado, sino que buscaras esa verdura en lo de aquellos a quienes les sobro de ayer, aunque este algo marchita. Seguramente te la venderán a un precio más barato”.

 Tan pronto como escucharon estas palabras se dijeron los sabios: “Si este hombre escatima tanto en las necesidades de su hogar, seguramente es porque ahora no dispone de dinero”. Y siguieron su camino sin golpear a su puerta.

Al regreso, luego de recolectar la Tzedaká de todos los vecinos del lugar, pasaron por el hogar de aquel hombre, quien les pregunto sorprendido: “¿Por qué cambiasteis vuestra costumbre fija de visitar mi casa antes que la del resto de la gente?”.

“En verdad vinimos aquí al principio -le contestaron- pero luego de haber escuchado el dialogo entre tú y tu niño, entendimos que esta vez no podríamos recibir de ti el aporte acostumbrado y nos marchamos”.
 
Les replico el dueño de casa: “Las palabras entre mi hijo y yo, Uds. ya las conocen pero no saben lo que hay entre mi Creador y yo. ¿Cómo podrían saber lo que siente mi corazón cuando cumplo una Mitzvá (un Precepto)? A pesar de que escatimo en los gastos de mi familia, no disminuyo mi cuota para Tzedaká.

Id a lo de mi esposa y pedidle que os entregue una medida llena de dinares”. Fueron y le transmitieron lo que había ordenado su marido. Pregunto ella: “Y que medida les dijo, colmada o algo menos llena?”.

Le contestaron: “Simplemente nos dijo una medida llena”.
 
Y ella en su rectitud agrego: “Les daré una bien colmada, y si les dice que esa era su intención, entonces su pedido habrá sido cumplido, pero si no es así, disminuiré de mi asignación la cantidad que puse de mas”. Al escuchar su marido la respuesta de su mujer, tan digna de una mujer virtuosa, duplico su asignación.
 
Estas palabras de la Guemará sirvieron de fuente al Sabio Alshij para determinar las varias categorías de dadores de Tzedaká que existen. Una de ellas, de entre las más elevadas, como lo cita el Talmud de Jerusalén, es la clase de personas que destinan para Tzedaká, sumas de dinero y objetos de un valor superior a lo que poseen ellos mismos y sus familias. Y, lo que es más importante, lo hacen con gran alegría.
 
Y en nuestra Parashá se puede encontrar una señal de esto: “De Asher, riqueza habrá en su pan y el proveerá manjares de reyes”. Para Asher un simple pedazo de pan constituye una comida de riqueza, pero a los otros les proporciona manjares reales”.
 
Cuán elevadas y cuán lejos se hallan estas almas de los grandes Tzadikim (Justos), de esta humanidad de hoy día, la cual, en su gran mayoría, aunque existen dignas y contadas excepciones, parece sumida en una cultura de materialismo y auto gratificación, en medio de una fiebre de consumismo hábilmente fomentado por los medios de comunicación y otros intereses, que solo consigue llevarlos a una insatisfacción permanente.
 
La mayor alegría y paz de espíritu se encuentra cuando se cumple con la voluntad del Todopoderoso, con Sus Leyes, porque así logra el ser humano la cercanía con su Creador.
 
Aprendamos de aquellas almas tan elevadas y busquemos procurar cumplir con el Precepto de la Tzedaká como aquel que busca un tesoro. En realidad, es mucho más que eso: es un caudal de incalculable valor que nos acompañara eternamente.
 
¡Shabat Shalom!
 
 
– Extaraido del Boletin Judaicasite
 
(Gentileza de www.Torá.org.ar)
 

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1. yo

12/30/2020

SOY UNA PERSONA K ME GUSTA DAR TZEDAKA AL NECESITADO TANTO EN ABRIGO COMO AMLIMENTO Y LO DOY CON ALEGRIA Y AHORA COMPRENDO K EL ALMA SE ELEVA HASHEM GRACIAS AMO ISRAEL

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