El Midrash Dice – Miketz

Jacób vivió en la ciudad de Hebrón, deseaba continuar con la obra de Abraham e Isaac, enseñar a la gente la verdad y ponerlos bajo la protección de la Shejiná...

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Grupo Tora

Posteado en 06.04.21

Iosef interpreta el sueño del Faraón

Iosef había pasado doce largos y penosos años en prisión. No sabía si alguna vez volvería a ser liberado, pero HaShem dijo – "No quedarás en cautiverio ni un momento más del que Yo he decretado. Tus años de prisión expiarán tus transgresiones."
 
– Pasaste diez años en prisión por blasfemar sobre tus diez hermanos.
 
Pasaste dos años más en prisión en castigo por haber dicho al escanciador principal: "Recuérdame y sácame de esta prisión" – dos años por dos palabras erradas.
 
Al mismo tiempo, los dos últimos años de Iosef en prisión fueron una bendición enmascarada, pues de haberlo mencionado ante el Faraón dos años antes, ¿cual hubiera sido el destino de Iosef?
 Si el Faraón lo hubiera liberado, Iosef se hubiera convertido en un intérprete profesional de sueños y así hubiera ganado suficiente dinero para tener una vida acomodada. Pero ahora, dos años más tarde, después de los extraños sueños del rey, ¿qué le ocurrió a Iosef como consecuencia de su interpretación? Fue llevado al poder, convirtiéndose en el virrey egipcio. Por dos años consecutivos, el Faraón tuvo sueños extraños cada noche pero no podía recordarlos cuando despertaba. Cuando llegó el momento de liberar a Iosef, el Faraón despertó en la mañana y recordó el sueño claramente. La noche del sueño del Faraón era la noche de Rosh HaShaná, cuando HaShem decide la suerte del mundo entero y decreta la escasez o la abundancia para cada país. El Faraón soñó que estaba parado al borde del Nilo y veía siete vacas gordas salir del río y pastar en los campos. A continuación, otras siete vacas emergían, más flacas y demacradas que cualquiera que hubiese visto antes. Las siete vacas flacas devoraron a las siete vacas gordas pero siguieron tan demacradas como lo habían estado antes. El Faraón despertó. Volvió a dormirse y tuvo un segundo sueño similar: Siete espigas gordas crecieron de un tallo y fueron devoradas por siete espigas flacas y azotadas por el viento. Luego el Faraón soñó la interpretación de este sueño y no podía recordarla. El Faraón despertó muy perturbado porque no pudo recordar el significado de sus sueños. Convocó a sus magos y adivinos y les pidió una explicación. Todos exclamaron – Su majestad, no hay nada más obvio que la interpretación de su sueño.
 
– ¿Cuál es?- preguntó el Faraón.
 
 El primer mago ofreció la siguiente interpretación:
 
 "Las siete vacas gordas representan a siete hijas que nacerán de tí. El hecho que las siete vacas flacas las devoraron simboliza que morirán durante tu vida.

 

El Faraón no estaba satisfecho.
 
Otro intérprete aventuró – Las siete buenas espigas representan a siete reinos que conquistarás. Su suerte en las manos de siete espigas flacas indica que se rebelarán contra tí.
El rey no estaba contento porque no le parecía que esta interpretación era la que había soñado. Ordenó – Que se proclame en todo Egipto que quien posea la habilidad de interpretar sueños se presente ante mí. Quien eluda esta obligación será condenado a muerte, pero quien revele el significado correcto será generosamente compensado.
 
Cientos de astrólogos y magos egipcios confluyeron al palacio ofreciendo su sabiduría al rey. Presentaron un sinnúmero de diferentes interpretaciones, pero ninguna de sus explicaciones era aprobada por el Faraón. ¿Por qué nadie podía pensar en la verdadera interpretación?
 
HaShem obstruyó la sabiduría de todos los magos y astrólogos del reino, a fin de que Iosef fuera el que ofreciera la verdadera interpretación y se convirtiera en gobernante. Por ello, HaShem hizo que Iosef fuera convocado último después que todos los demás habían ofrecido su interpretación. Si Iosef hubiera interpretado el sueño del Faraón al comienzo, los magos hubieran reclamado – De habernos dado el Faraón la oportunidad, hubieramos dicho exactamente lo mismo.
Pero ahora la sabiduría de Egipto estaba agotada y el misterio del sueño sin resolver. Finalmente HaShem hizo que el escanciador principal y jefes de los mayordomos recordara a Iosef, sin embargo, este egipcio desagradecido decidió ocultar del Faraón las habilidades de Iosef. Sólo cuando vio que la intranquilidad del Faraón lo llevaba al borde de la locura decidió, por su propio beneficio, mencionar a Iosef. Razonó – Si este Faraón muere o es depuesto y lo reemplaza un nuevo rey, no estaré seguro que podré retener mi cargo como escanciador real. Por lo tanto, me conviene mencionar a Iosef a fin de restaurar la tranquilidad mental del Faraón.
El escanciador principal envió el siguiente mensaje al Faraón:
"Yo pequé frente a dos personas. Una es un hombre llamado Iosef con quien tengo una deuda de gratitud. Pero, cuando me pidió que mencionara su nombre ante tí, no lo hice. La otra eres tú, retuve información acerca de alguien que sabe interpretar sueños".
 
"Una vez el Faraón se enojó mucho conmigo, y con el repostero principal, y nos encarceló. Cierta noche, cada uno de nosotros tuvimos un sueño y ninguno comprendió su significado. Sin embargo, había un hombre en la prisión con nosotros que interpretó cada uno de nuestros sueños correctamente. Era joven (el escanciador principal pensó, mejor enfatizo este punto para evitar que el Faraón lo designe para un alto cargo) y un tonto (mejor me aseguro que el Faraón no lo sobrestime), un esclavo (y, como el Faraón bien sabe, la ley dice que solo un hombre libre puede convertirse en rey) y de la despreciable familia de los hebreos (quienes comen las ovejas que nosotros veneramos y a quienes no soportamos en la mesa, menos aun ocupando cargos importantes). Todo lo que Iosef dijo respecto de nuestros sueños se hizo realidad.
En efecto, los sueños del escanciador principal y del repostero principal se hicieron realidad como consecuencia de las palabras de Iosef, pues el cumplimiento de todos los sueños depende de la forma en que son interpretados.
 
El mensajero del rey corrió a la prisión donde Iosef estaba encerrado, e informó a Iosef que debería aparecer ante el Faraón. El escanciador principal afeitó a Iosef quien no se había cortado el pelo desde que salió de la casa de su padre. Desde entonces, se había conducido como un nazir, absteniéndose del vino y dejándose crecer el pelo. Sin embargo, ahora se afeitó en honor al rey y cambio su ropa. Iosef ingresó al palacio y quedó sorprendido ante el esplendor y el lujo en el que el rey egipcio vivía. La corona del Faraón brillaba por sus joyas y su trono estaba hecho en oro, plata y perlas con setenta escalones que lo conducían a él.
 
La ley egipcia dictaminaba lo siguiente:
 
– Un noble que tenía una audiencia con el rey se le permitía ascender treinta y un escalones y el rey descendía al trigésimo sexto escalón para ir en su encuentro.
 
– Una persona ordinaria solo podía ascender los tres primeros escalones y debía permanecer parada en el tercer escalón.
 
– Las personas brillantes del reino que podían hablar setenta idiomas tenían derecho a ascender hasta el escalón superior junto al mismo trono.
 
Iosef ascendió tres escalones. El rey le dijo – Tuve un sueño y nadie sabe como interpretarlo. Sé que sabes interpretar sueños.
– ¿Cómo estas seguro que la interpretación de los otros es incorrecta?- preguntó Iosef.
 
– También se me mostró la interpretación de mi sueño y por ello no puedo ser engañado- contestó el Faraón.
Lejos de ser vanidoso por el hecho que el Faraón lo convocó especialmente, considerándolo un experto en el campo de las interpretaciones, Iosef contestó – La interpretación no está en mis manos. D- s le dará al Faraón una respuesta favorable.
 El Faraón relató su sueño: "En mi sueño estaba a la orilla del río y ví a siete vacas ascender del mismo"…
– Ese no era tu sueño- interrumpió Iosef. – Tú viste siete vacas gordas de buen aspecto.
 
– Tienes razón- dijo el Faraón. – Quise probarte y ver si conocías el sueño.
El Faraón siguió relatando su sueño, pero nuevamente modificó sus detalles al describir al segundo grupo de vacas que salía del río como "flacas y malas" en lugar de "mal aspecto y demacradas". Iosef lo corrigió nuevamente y describió las vacas como realmente lo eran.
 
 – ¿Cómo lo sabes?- le preguntó el Faraón. – ¿Estuviste parado detrás de mí cuando lo soñé?
 
 En efecto, Iosef conocía tanto el sueño como su interpretación a través del Ruaj HaKodesh (inspiracion Divina). Le explicó al Faraón – HaShem le está dando un mensaje al Faraón. Las siete vacas gordas y las siete espigas buenas, ambas significan una misma cosa – HaShem traerá siete años de abundancia a Egipto. Las siete vacas flacas y las siete espigas flacas, ambas tienen la misma explicación – los siete años de abundancia serán seguidos por siete años de hambre. Las vacas flacas se tragaron a las vacas gordas y las espigas flacas devoraron a las espigas gordas como señal que el hambre sucederá repentinamente, dominando la tierra con tanta vehemencia que los años de abundancia serán olvidados inmediatamente. HaShem te dio dos sueños para enfatizar que El cumplirá definitivamente con Su decreto y que esto ocurrirá pronto.
Después de haber explicado el sueño, Iosef concluyó – Te aconsejaré cómo salvarte de los años de hambre. Elige a un hombre sabio y comprensivo para hacerse cargo de Egipto. Deben designarse oficiales para recoger una quinta parte de la producción en los años de abundancia y almacenarlo en los depósitos del Faraón. Este cereal será guardado para los siete años de escasez para que el país no muera de hambre.
El Faraón estaba muy satisfecho. – Tienes razón- dijo. Decidió designar a Iosef para que se hiciera cargo del almacenamiento de cereales para los años de hambre.
 
Los hermanos viajan a Egipto
 
Gente de todas partes del mundo viajaba a Egipto para comprar cereal.Oro, plata y reliquias fluían a los tesoros del país. Iosef los cobraba y ayudaba a que el país prosperara.
HaShem prometió a Abraham (Bereshit 15:14) "y después de lo cual saldrán (Bnei Israel) con grandes riquezas". Por lo tanto HaShem hizo que las riquezas de todo el mundo fluyeran a Egipto a fin de cumplir esa promesa.
 
El segundo año de hambre, Iaakov dijo a sus hijos: "Nuestra provisión de cereal se está agotando. ¿Por qué causar envidia entre nuestros vecinos, los Bnei Ishmael y Bnei Eisav, fingiendo que tenemos abundancia de comida? Escuché que hay abundante cereal en Egipto. Viajen y compren cereal".
Iaakov utilizó una palabra hebrea poco usual por cereal, "shever" que también significa "esperanza" implicando: "Veo esperanza en Egipto". Esto era porque Iaakov tenía una vaga noción profética que Iosef estaba en Egipto. Sin embargo, le faltaba claridad de percepción para comprender totalmente, su visión pues el Ruaj HaKodesh partió de él cuando guardó luto por Iosef.
Desde la venta de Iosef, no había pasado un solo día en que los hermanos no hubieran dicho: "Busquemos a Iosef y regresemoslo con nuestro padre". Ahora agradecieron la oportunidad de viajar a Egipto. Su propósito principal era el de buscar a Iosef y pensaban combinar esta misión con la compra de cereal.
Iaakov sólo envió a diez de sus hijos a Egipto y no permitió que el menor, Biniamin los acompañara. Sabía que el Satán está listo para acusar en los momentos de peligro, como durante un viaje, y temía por la vida de Biniamin.
Iaakov instruyó a sus hijos – No ingresen a Egipto juntos. Ustedes son diez hombres fuertes y de buen aspecto y la gente puede mirarlos con un mal ojo. Cada uno debe ingresar por una entrada diferente.
Diez de los hijos de Iaakov viajaron a Egipto, los mismos diez que estuvieron presentes en la venta de Iosef. Deberían soportar mucha agonía hasta redimir su pecado de vender a Iosef. Los hermanos obedecieron la orden de su padre y todos ingresaron por distintas puertas. A la noche, Menashé trajo a Iosef la lista de visitantes. Cuando la examinó, encontró el nombre de "Reuven ben Iaakov". Ahora examinó todos los registros muy cuidadosamente y encontró a otro "Shimon ben Iaakov", y a otro "Levi ben Iaakov", sacar y así descubrió los nombres de los diez hijos de Iaakov.
Inmediatamente Iosef impartió una orden: "Cierren todos los almacenes del país excepto uno que permanecerá abierto para la compra de alimentos". Llamó al guardia de ese almacén y le ordenó: "Aquí hay una lista de nombres. En cuanto estas personas vengan a comprar cereal, arréstalas y tráelas". Pasaron tres días pero los hermanos no fueron llevados con Iosef. Finalmente Iosef despachó a setenta soldados para rastrear la ciudad. Los encontraron en un barrio de poca reputación donde vivían mujeres vulgares. Los hermanos estaban buscando a Iosef allí porque pensaron: "Nuestro hermano Iosef es de buen aspecto. Quizás terminó aquí". Iosef envió a su hijo Menashé para que informe a sus hermanos que eran convocados a presentarse ante el virrey. – Debe haber un malentendido- pensaron los hermanos. – Piensa que importamos un producto y dejamos de pagar los impuestos de importación. Aunque fuera esta la sospecha, pronto aclararemos el malentendido y probaremos nuestra inocencia para que no hayan problemas posteriores. Los hermanos marcharon al palacio y fueron llevados ante el virrey egipcio, un hombre de barba vestido en seda y carmín, con una corona de oro y rodeado de esclavos. Iosef reconoció inmediatamente a sus hermanos, pero ellos no lo reconocieron. Iosef los conocía de adultos, pero ellos lo recordaban como un joven imberbe, no como un hombre totalmente desarrollado como lo era ahora. El interprete, Menashé, el hijo de Iosef, permaneció a su lado para traducir las palabras de sus hermanos al egipcio y las palabras del mandatario al hebreo.
 
 
(Con la amable autorización de www.tora.org.ar)

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1. Ayuda Breslev

12/21/2023

Seraj hija de Asher

2. Simje Sitkowski

12/19/2023

Como se llamaba la nieta de Yahakov Avinu, y de quien era hija , ? Me refiero a la nieta que preparó a Yahacov para recibir la noticia que Iosef está vivo etc …?

Gracias por tu respuesta

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