Madre en Años Luz

Cuando era niña no se me ocurría pensar que ser madre era difícil: servir un plato caliente cuando los chicos llegan del colegio y cambiar las sábanas una vez por semana…

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Judi Rimon

Posteado en 05.04.21

Cuando era niña no se me ocurría pensar que ser madre era difícil: servir un plato caliente cuando los chicos llegan del colegio y cambiar las sábanas una vez por semana

Madre en años luz

Cuando era niña no se me ocurría pensar que ser madre era difícil: servir un plato caliente cuando los chicos llegan del colegio y cambiar las sábanas una vez por semana no me parecía una gran proeza.
 
Por eso no creía que mi mamá fuese algo fuera de lo normal y hasta tenía la osadía de especular que yo iba a ser mejor. Nunca se me ocurrió sospechar que quizá para ella era un esfuerzo llevarme a las clases de danza los martes y jueves o que tal vez no le gustasen los actos donde tenía que estar dos horas de pie escuchando al coro cantar cánones en portugués.
 
Pensaba que una madre no es una persona más allá de eso y por lo tanto no tiene ni gustos ni deseos, no se siente enferma ni triste y de lo único que disfruta es de cada cosa que hace por sus hijos.
 
No hace falta que diga que desde que soy madre sé que nada de esto es así, y no deja de asombrarme mi ingenuidad al haber supuesto que la maternidad era fácil y natural.
 
Hoy me pregunto cómo hacía mi mamá para despedirme sonriendo cada mañana mirándome desde la ventana mientras yo cruzaba Juan B. Justo y en cambio yo no puedo dejar de gritarles a mis hijos para que salgan de casa a tiempo.
 
¿Cómo hacía para preparar una fuente enorme para la kermesse del colegio y yo sólo alcanzo a mandar unas galletas de paquete para la fiestade mi hijo? ¿Cómo es que llegó a coser a mano un vestido con miriñaque cuando me tocó actuar de María Antonieta y yo me abrumo por comprar unas gorras para Purim? ¿Cómo se las ingeniaba para que el guardapolvo esté impecablemente planchado con almidón si yo ni logro sacar las manchas de las camisas de Shabat? ¿Cómo no se desesperaba cuando desbordaba el arroyo Maldonado y teníamos que sacar el agua a baldes si yo me pongo histérica cuando mis hijos hacen un charco afuera de la bañadera?

Hoy me averguenzo del absurdo pensamiento de que se podía ser mejor madre que ella y me entristezco de estar diciéndolo al mundo entero en vez de habérselo dicho a mi mamá en su momento.

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1. Anónimo

5/29/2020

soy abuela a tiempo completo de un nieto maravilloso de tres años, su madre, como ella mismo lo dice, no es una madre canguro. Está bajo mi responsabilidad, a veces tengo miedo de equivocarme, no quiero dañar un alma. Días mi cuerpo protesta, pero continúo. Heredé la fortaleza de mi madre y le doy gracias por esto.

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