El marido casi perfecto

Ricardo es el marido ideal. Pero si su mujer no le da lo que le pide, entonces se vuelve un ogro…

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Dr. Zev Ballen

Posteado en 17.03.21

 “No entiendo cuál es el problema…”, me dijo Paty. “Tengo el mejor marido del mundo. ¿Por qué ya no siento deseos de estar con él? ¿Será por mi edad? ¿Serán las hormonas? ¿Qué estará pasando? Amo a mi marido con todo mi corazón pero me da horror cuando se me acerca. ¿Esto es algo normal en un matrimonio? ¿Qué puedo hacer?

 

En todos los otros aspectos, Ricardo es el marido ideal. Es considerado, generoso, galante, divertido, atento, servicial. Es el marido perfecto en todo, excepto en esto. En este aspecto, Ricardo parece ser todo lo opuesto a como es en general: si no le dan lo que pide, entonces se vuelve una persona hosca y muy crítica. Según él, es injusto que ella le haga eso, porque él se porta muy bien con ella y le da tanto. Y le echa la culpa por no amarlo lo suficiente. Además él trata de “tranquilizarla” implicando que es muy buen marido, porque ha resistido las “opciones” que otros hombres sí aceptan.

 

Recordemos que Ricardo si es un gran tipo; de verdad que lo es. En todos los otros aspectos, él es el marido ideal que Paty siempre quiso, y ella lo sabe. Entonces ¿cómo es que Ricardo no ve lo que le está haciendo a su esposa? ¿Cómo es que no ve que estas conversaciones la están alejando cada vez más? ¿Cómo es posible que alguien tan inteligente como él no se dé cuenta de que su esposa literalmente siente náuseas ante la sola idea de estar con él, y de que echarle la culpa a ella por las faltas de él consigo mismo no es lo que la va a poner de buen humor?

 

La respuesta es que Ricardo se crió en un medio en el que no había valores de Torá. Por eso, para Ricardo es perfectamente lógico que su mujer quiera ayudarlo a relajarse y librarse del estrés después de un largo día – incluso varias veces al día de ser necesario. Es porque a él nunca le enseñaron lo que es – y lo que no es- este acto entre los miembros de la pareja. Es porque Ricardo todavía no sabe cómo se comportan mutuamente marido y mujer, y que eso no tiene nada que ver con la forma en que se portan las parejas fuera del mundo de Torá.

 

Cuando Ricardo empezó a tomar conciencia de la verdad acerca de este tema, prácticamente lo entendió en un instante. Se dio cuenta de que el problema era suyo, no de su esposa. Entendió que Dios no quiere que él use este acto sagrado para su manejo personal del estrés y que hay maneras mucho mejores de reducir el estrés y recanalizar su energía que convirtiendo a su mujer en una máquina de ejercicios. Ahora Ricardo ve que su mujer aún lo desea mucho, porque ahora él viene a dar, no a tomar.

 

Muchos “problemas” que ve entre hombres y mujeres son perfectamente reversibles. La mayoría de los conflictos matrimoniales de hoy en día son producto de una falta de conocimientos. ¿Acaso no es comprensible que personas buenas que recibieron información equivocada acerca de la vida tengan dificultades una vez casadas? Incluso en las mejores circunstancias posibles, mantener una buena relación matrimonial constituye uno de los aspectos más difíciles de la vida. Si uno no tuvo la oportunidad de internalizar valores de Torá antes, ¿cómo podemos esperar que tengan éxito en el matrimonio? Es obvio que necesitan contar con las herramientas necesarias para tal fin. Gracias a Dios, son cada vez más las parejas que están buscando soluciones allí donde pueden encontrarse las verdaderas soluciones – en la Torá y la emuná. Y los que trabajan sobre sí mismos ven que el matrimonio que se basa en la verdad literalmente es un paraíso terrenal.

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1. Giovanna de hernendez

12/11/2016

Hola buenas

Para mi no existe esposo perfecto ni novio ni nada es mi opinion

2. Anónimo

12/11/2016

Para mi no existe esposo perfecto ni novio ni nada es mi opinion

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