El marido celoso

Miguel se pone como loco cada vez que algún hombre mira a su mujer y ya no sabe qué hacer. Le pide consejo a Rajeli…

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Rajeli Reckles

Posteado en 05.04.21

 Querida Rajeli:

 

Hace poco tuve oportunidad de conocer los libros del Rabino Shalom Arush y los CDs del Rabino Yonatan Galed y debo admitir que son algo increíble! Por primera vez en mi vida, me miro a mí mismo con objetividad y me doy cuenta de que no soy tan perfecto como pensaba. Uno de los temas más urgentes que tengo que resolver son los celos. Estoy casado con una mujer muy bella y empecé a darme cuenta de que tengo unos celos tremendos. Me vuelvo loco de pensar que otro hombre la mire. ¿Cómo puedo resolver esto?

 

Miguel

 

 

Estimado Miguel:

 

Primero, déjame que te felicite. Hay que ser muy humilde y muy sincero para admitir que tienes defectos. Por ejemplo, a mí, mi mamá me lavó el cerebro con que soy perfecta y todavía sufro por su culpa. Y si no me crees, preguntale a mi marido.

 

Segundo, si bien lo primero que uno pensaría es que tu mujer tiene 90 % de la culpa, no es verdad. Es cierto que ella no debería vestirse en forma provocativa, si es que así se viste. Pero tienes que tener mucho cuidado con la forma en se lo dices. Si cada vez que ella sale de la casa, le haces una inspección manual como en el aeropuerto y un escáner de cuerpo entero, el problema lo tienes tú, no ella.

 

Si sientes que ella está dispuesta a escuchar, dale de regalo el libro La Sabiduría Femenina. Deja que el Rabino Arush se encargue del tema. Si él me logró convencer a mí, te aseguro que puede convencer a cualquiera! Ahora bien, si ella no está dispuesta a escuchar, entonces ni siquiera le plantees el tema; en ese caso te conviene recurrir a tácticas más encubiertas, al estilo FBI, y pídele a Hashem que ella esté más dispuesta a vestirse con recato.

 

Tercero, el verdadero problema de los celos eres tú mismo, no la belleza de tu mujer. Hashem simplemente hizo que tu prueba fuera más evidente al darte una mujer tan bella por esposa. Pero si estuvieras casado con una mujer no tan atractiva, tal vez ni siquiera te habrías dado cuenta de que tienes un problema con los celos. ¿No es cierto que Hashem es lo máximo?

 

Ahora bien – esto es lo que te propongo. El Rabino Arush escribe en su libro “En el Jardín de la Salud” que los celos son en realidad una forma de enfermedad mental. En otras palabras, estás loco. ¡Eh! ¡Pero no te sientas mal, eh! Es como dice Rabí Natan: “Todos nosotros somos locos”. De veras! No es broma!

 

En su libro, el Rabino Arush cuenta de un hombre que estaba tan celoso de su mujer que ni siquiera le dejaba hablar con nadie y él siempre se imaginaba que ella coqueteaba con otros hombres. Cada vez la sometía a un interrogatorio: “¿Con quién estabas hablando? ¿Por qué fuiste ahí?”. Este marido destruyó su matrimonio con su imaginación maniática.

 

El Rabino Arush señala la principal causa de los celos: “Todos aquellos que celan a sus mujeres tienen la cabeza llena de pensamientos lujuriosos”.

 

Ahora, mientras te recobras de este knock-out que te acabo de tirar, escucha esto otro: “Si ellos tuvieran el cerebro de tales pensamientos, ni siquiera se les pasaría por la cabeza. Sin embargo, dado que están obsesionados con la belleza de su mujer, están seguros de que ella y los demás hombres también lo están!”.

 

La pregunta es – cómo puedes arreglar este problema. Primero que nada, ¡cuida los ojos! Esta es la clave para superar pensamientos lujuriosos. Como dice el refrán: “Ojos que no ven, corazón que no siente”.

 

Apaga esa estúpida Facebook y no te conectes a internet a menos que lo necesites para el trabajo. Porque hasta los sitios de noticias son una basura y están llenos de mentiras.

 

Segundo, tienes que curarte el alma de esta enfermedad de los celos y la única forma de hacerlo es con plegaria personal. Pasa por lo menos 30 minutos por día pidiéndole a Hashem que te ayude con esto. Aquellos que no cuidan su santidad personal se causan a sí mismos toda clase de enfermedades mentales y durísimos juicios, tal como enseña Rabí Najman. Esto se debe a que la pérdida de semen en realidad está dejando al cerebro sin los fluidos que necesita y como resultado, queda en tu mente un montón de espacio espiritual abierto para que lo ocupe el Lado Oscuro, o sea, toda la inmundicia.

 

Tercero, tienes que hacer teshuvá (sincero arrepentimiento y compromiso para el futuro) por todos los pensamientos y actos inmorales que hiciste hasta ahora. Y como probablemente son demasiados como para recordarlos todos, por lo menos haz una confesión general. Y si bien debe ser muy vergonzoso mencionar exactamente lo que hiciste, yo creo que es bueno que sientas esa vergüenza. Porque si no sintieras vergüenza ¿realmente sentirías remordimiento? Además, Hashem es un Padre que nos ama y nos perdona y Él no te va a señalar con el dedo en señal de burla. Te lo prometo!

 

Miguel: si aplicas en forma consistente la fórmula del Rav Arush, estoy segura de que en muy poco tiempo vas a sentir las chipas de santidad surgiendo de un lugar muy profundo dentro de ti mismo. Ojalá este cambio tan increíble  que estás a punto de hacer te traiga enorme bendición, salud, riquezas, y todo lo mejor para ti y para toda tu familia!

 

 

Rajeli

 

Pueden enviar sus preguntas, y en especial sobre temas como el matrimonio, la educación de los hijos, el noviazgo y el rol de la mujer. Escriban a racheli@breslev.co.il

 

 

 

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