Elijan el Amor!

Mi marido me recomendó que mirara una charla sobre el tema del amor a cargo de la Rebetzin Lori Palatnik. Bueno… mi primera reacción fue: “Sí, seguro, con todo el tiempo libre que tengo…”. Pues bien, no sé si se produjo un milagro o qué, pero sí encontré unos minutos libres y les puedo asegurar que la charla fue increíble. La Rebetzin Palatnik señaló varios parámetros sobre el tema del amor y el matrimonio según las enseñanzas de la Torá, y cómo usando estas pautas uno puede ayudar a crecer como pareja y a vivir felices. Aquí les presentó los puntos principales de la charla:

Ella lleva a cabo este ejercicio con parejas recién comprometidas – cada uno escribe lo que piensa que es el amor y lo que piensa que es el matrimonio. Por lo general, cada uno tiene una respuesta diferente.

En primer término tenemos que definir el matrimonio. La definición que da la Torá del matrimonio es “uno”. Somos una sola alma antes de nacer y después nos dividen en dos. No nos dividen en forma longitudinal, por la mitad. No. Dios nos divide como dos piezas de un rompecabezas y de allí que los opuestos se atraigan. ¿Por qué? Porque tú eres una media alma y estás anhelando poder completarte. Y cuando encuentras a la persona indicada, significa que encontraste a aquel que tiene aquello que a ti te falta.

Irónicamente, esas mismas cosas que te atraen al principio son las mismas que te van a molestar después. Lo que pasa es que nosotros necesitamos esas cualidades que tiene nuestra pareja. En vez de enojarnos por ellas, abracémoslas. Porque esas son las cualidades que Dios te envió para que te conviertas en una gran persona. No pasamos por situaciones fáciles; muy por el contrario: pasamos por situaciones sumamente difíciles.

Cuando tenemos que enfrentar los rasgos de carácter de nuestra pareja que nos molestan, crecemos, porque aprendemos a tener paciencia, a sentir un amor incondicional, etc. No cometas el error de no darte cuentade que esos rasgos tan difíciles son tu camino a la grandeza… si las enfrentas de la manera apropiada. Por ejemplo, el marido de la Rebetzin Palatkin es un genio en lo que hace, pero es súper distraído. Pierde las llaves, no se acuerda adónde estacionó el coche, etc etc. Como resultado, está poniendo a prueba la paciencia de su mujer – y ella tiene que aprovechar esta situación para crecer.

Ahora la Rebetzin nos ofrece tres definiciones de lo que es “amor”:

Primera definición – El amor es la emoción que uno siente cuando se centra en las virtudes de otra persona y se identifica con esas virtudes. Por ejemplo, pregúntenle a cualquier mujer embarazada si ama a su bebé. ¿Y cómo sabe que lo ama?  ¿Y qué pasa si el bebe resulta ser un pequeño bribón? Nadie se desenamora de su bebé. No importa cómo salga al final. Entonces ¿por qué nos desenamoramos de nuestro marido-nuestra mujer? Porque decidimos dejar de amarlos. EL AMOR ES UNA DECISIÓN. Tenemos que DECIDIR continuar amándolos, aunque seamos perfectamente conscientes de esos rasgos de carácter suyos que nos vuelven locos. Podemos decidir poner el foco en las cualidades, en los buenos rasgos de carácter o bien en lo malo, en lo que nos cuesta.

Segunda definición – lo que le es importante a tu pareja, también te es importante a ti. Por ejemplo: para ti, unas buenas vacaciones serían irte de mochilero a Nepal. Pero tu pareja sueña con un tour por Miami disfrutando siempre del aire acondicionado. Tú tratas de hacer que lo que le gusta a tu pareja te guste a ti, si bien a ti no te interesa en lo más mínimo lo que le gusta a tu pareja!

Tercera definición – lo que conduce al amor: ¿acaso cuanto más amas, más das? ¿O al revés? Les voy a revelar un secreto: es lo segundo. Cuanto más tiempo, esfuerzo y abnegación tienes por el otro, más lo amas. Esto lo vemos con los chicos. Por ejemplo, ¿por qué Dios hizo que los bebés fueran tan chiquitos, tan indefensos y tan desamparados?Para que nos ocupemos de ellos y les demos todo lo que tenemos. ¿Y qué es lo que recibimos de ellos los primeros meses? Leche regurgitada y pañales sucios. Pero no nos importa, porque cuanto más damos, más amamos.

La Rebetzin ofrece el mejor consejo para un matrimonio feliz, que lo oyó de boca de la Rebetzin Twersky: cada mañana, cuando me despierto, pienso lo siguiente: ¿qué le puedo dar hoy a mi pareja? No parece mucho pero un solo acto extra de dar se acumula, sumando miles de actos de dar a lo largo de todo el matrimonio. Creas en tu hogar la atmósfera de darle al otro y esto fortalece enormemente la paz matrimonial.
Incluso el simple acto de ofrecerle a tu marido-mujer una taza de café cuando te estás preparando una para ti mismo-a es suficiente para poner en funcionamiento este ciclo.

Hay tres preguntas a las que tienes que responder “sí” si quieres saber si esta es la persona indicada para ti. Si respondes “no”, eso no significa que terminas con el matrimonio. ¡Solamente significa que tienen que trabajar mucho juntos!

Uno – Primero tienes que conocer tus objetivos en la vida- ¿quiénesson y adónde están yendo?¿Cómo quieren educar a sus hijos? ¿Qué nivel de observancia quieren alcanzar? ¿Qué ideales espirituales y religiosos tienen? También es muy importante que establezcan los objetivos diarios – ¿en qué podemos o queremos contribuir juntos a los demás?

Dos – ¿Acaso se atraen físicamente el uno al otro? Teóricamente, la atracción tiene que ir creciendo en el matrimonio, no bajando. Muchas veces los hombres y las mujeres perciben este punto en forma muy diferente. Por lo general, la atracción que siente la mujer por un hombre va de adentro hacia afuera. En el caso del hombre, va de afuera hacia adentro. En el matrimonio, para la mujer, la forma en que el marido trata a su mujer fuera del dormitorio depende directamente de la forma en que ella lo trata a él dentro del dormitorio. Para el hombre, la forma en que su mujer lo trata dentro del dormitorio influirá en cómo él la trata a ella fuera del dormitorio. ¿Acaso ven el problema que esto presenta? Uno de los dos tiene que dar el primer paso. Muchas veces, la pareja llega a un punto muerto y ninguno de los dos quiere ser el primero en ceder.
He aquí un ejemplo muy simple: a ella no le molesta lavar los platos, pero no le gusta guardar los platos en el armario. Una mañana, ella fue al lavaplatos y vio que su marido ya lo había vaciado – ¡ella sintió que el amor por su marido la llenaba completamente!

Uno de los principales errores que cometen las mujeres casadas es que se visten bien para salir pero cuando están en casa se ponen el “batón”. Tenemos que tomar conciencia de que nuestros maridos todo el día están en trato con mujeres que están muy bien vestidas y después llegan a casa y encuentran a su mujer con el batón. Esto poco a poco va debilitando el deseo que él siente por ella. Por supuesto que cumplir con las leyes de pureza familiar también fortalece enormemente el deseo del uno por el otro.

La tercera pregunta es – ¿acaso respetas a tu cónyuge? Para el hombre, el hecho de que su mujer lo respete es muy, pero muy, pero MUY importante. No importa por qué. Así es. ¿Y cómo puedes demostrar respeto por tu marido? Cuando él llega a casa, dale toda tu atención. ¿Qué mensaje le transmite esto a él? Que él es más importante que todo lo demás.

¿Qué es lo que necesita la mujer en el matrimonio? La mujer necesita que la amen. El rol del hombre en el matrimonio es hacer feliz a su mujer. Ahora bien, señoras, los hombres no saben leer la mente. Tienes que decirle en forma agradable qué es lo que te hace feliz. Por ejemplo, dile qué es lo que quieres para tu cumpleaños! No esperes que él lo sepa en forma automática.

Si él comete algún error, sé inteligente – señálaselo de la mejor forma posible. ¡No lo ataques! Esto ciertamente no va a ayudar a tu conservar tu paz matrimonial.Tú le das y le das y le continúas dando a tu pareja – para que puedan crecer juntos. Y si se apartan, eso significa que algo no anda bien. Por eso, elijan en forma sabia. ¡Elijan el amor!