Ella es la Número Uno!

Era la noche de su aniversario. Estaba lleno de trabajo y lo último que quería era ir a sentarse en un café, pero qué sorpresa le dio ella….

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David Perlow

Posteado en 05.04.21

Me habían llenado de "deberes", y cada una de ellas me iba a llevar por lo menos una hora. Mi nivel de estrés ya le había dado una patada a mi emuná y yo estaba sufriendo. Quejarme de mi suerte, quejarme de los desafíos en el trabajo, y tener dudas de mí mismo me hacía sentir más amargo. Eso fue lo que sentí en mi primer aniversario de casados.

 

Los dedos se movían a la velocidad de la luz cuando tipeaba y trataba de terminar los deberes. “Nunca tengo tiempo para estudiar Torá por culpa de las fechas límite”, murmuré, buscando excusas por no estar mejor organizado. Sabía que era nuestro aniversario y mi esposa estaba tan contenta… pero yo sentía una enorme presión a causa de todos estos compromisos. Hablando sin rodeos, debo admtir que no estaba sintiendo para nada el aniversario y en realidad era lo último que tenía en la cabeza en ese momento…

 

No teníamos nada planeado y por mí yo me hubiera pasado la tarde y la noche frente a mi computadora portátil, terminando mis deberes. Pero mi mujer tenía otros planes. “David, vamos, vayamos a pasear! Yo sé que tienes mucho trabajo, pero es nuestro aniversario… Vayamos a hacer algo para celebrarlo!”. Yo sentía que explotaba de todo el estrés y eso era exactamente lo que me faltaba – problemas de Shalom bait, armonía conyugal, además de todo el trabajo que me quedaba por hacer..

 

Gracias a la gran bondad de Hashem, no exploté ni puse cara de “NO TENGO GANAS” (si bien en tantas otras ocasiones no pude evitarlo…). Simplemente cerré la computadora, me puse de pie y fui. Me anulé ante ella. No me fue fácil pero les aseguro que a veces lo único que tenemos que hacer es escuchar a la esposa y dejar todo el resto de lado. Eso es lo que el Rabino Shalom Arush llama “ponerla a ella en primer lugar” en el tercer capítulo del libro En el Jardín de la Paz para Hombres. En ese capítulo, el Rabino explica que “cuando la mujer ve que el marido hace todo lo que puede por complacerla, entonces ella realmente siente que ella ocupa el primer lugar en la vida de él. Esa sensación le causa a ella una tremenda alegría y le da muchísima fuerza y vitalidad. Finalmente, él es el que se beneficia con todas veces que él se sacrifica por ella. Lo que ella le da a cambio es diez veces más grande que todo lo que él pueda invertir en ella, haciéndole sentir que ella es su primera prioridad.

 

Bajando las escaleras de mi departamento en Jerusalén, sufrí un ataque del Instinto al Mal (Ietzer hara): “¿Para qué tienes que salir? Ella sabe que la quieres… ¡pero ahora estás ocupado! Esto es una total PÉRDIDA DE TIEMPO!!. Nosotros, los hombres, tenemos una tendencia innata a ocuparnos principalmente de nuestro trabajo y del estudio. Y aunque nos consideremos buenos maridos cuando hacemos lo que ella nos pide, tenemos que responder algo: ¿Acaso estoy haciendo esto que ella me pide con una sonrisa o siento que tengo un tornado en la cabeza?

 

Si respondiste positivamente a la primera pregunta, quiero que me pases tu mail para que puedas enseñarme, porque yo no siempre tengo éxito en esta área. Y los que respondemos positivamente a la segunda pregunta, tenemos que plantearnos: “¿Para qué estoy estudiando Torá?” La verdadera respuesta es que siendo padres de familia, estudiamos Torá para demostrar el verdadero camino de la Torá. Me refiero a escuchar a los demás, ceder ante los demás, aceptar quejas sin ofendernos, etc. Significa servir de apoyo a los demás y hacer todos esos pequeños favores para ellas. Esa es la Torá puesta en práctica.

 

Bueno… la cuestión es que nos fuimos de paseo por uno de los barrrios más pintorescos de Jerusalén y en el camino, mi mujer me dijo algo que me dejó con lágrimas en los ojos:

 

“David, ¿sabes adónde estamos yendo?”, me preguntó.

 

“Sí, a tomar un café con torta”, le respondí.

 

“Sí, pero no solamente. Dentro de 45 minutos tienes una cita en privado con el Rabino Shalom Arush!”, me dijo muy emocionada.

 

Me quedé duro. Y pensar que casi lo había arruinado todo, como en el pasado. Cuando no me importa demasiado la relación y solamente me importa terminar de una vez por todas lo que tengo que hacer…

 

El tiempo que pasé con el Rabino fue muy breve, pero al mismo tiempo fue por siempre. Pero lo que más feliz me pone es que llegué a decirle que la razón por la que mi mujer tiene una sonrisa en el rostro es por su fenomenal guía matrimonial para hombres, En el Jardín de la Paz…

 

Tareas escolares:

 

Si eres casado o quieres casarte, ¡empieza  a estudiar este libro y cuanto antes!

 

 

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1. Patty

8/22/2020

Hermoso mensaje

2. joika gurumendi

3/14/2016

me encanto que un varón lea este libro

que precio tiene el libro para regalarle a mi esposo gracias

3. joika gurumendi

3/14/2016

que precio tiene el libro para regalarle a mi esposo gracias

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