No puedo esperar!

Estimada Rajeli:

Mi mujer y yo empezamos a profundizar en la observancia de las leyes judías y ahora ella quiere que empecemos a cumplir con las leyes de pureza familiar. Yo no estoy tan contento con el tema, y le pedí que lo piense dos veces, porque al hombre no le es tan fácil esperar tanto. Yo no quiero que esto cause una pelea pero al mismo tiempo siento que mi opinión sí vale de algo…

Juan
 
Estimado Juan:

Tienes toda la razón. Tu punto de vista sí tiene que ser escuchado. Sin embargo, este tema no es un enfrentamiento entre tu forma de ver las cosas y la de ella, sino que se refiere a tu creciente compromiso con el judaísmo. En primer lugar, permítanme felicitarlos por su decisión de volverse más observantes. Yo creo que la época más difícil es al comienzo, cuando uno decide dejar de vivir según su antiguo estilo de vida y hace que la espiritualidad sea el foco principal de su vida.

No es fácil renunciar a cosas a las que uno estaba acostumbrado de toda la vida, como por ejemplo comer lo que se le antojara y donde se le antojara. Como un nuevo “baal teshuvá” (persona que retorna al judaísmo), tal vez sientan que una vida de Torá es más restrictiva y no es libre. Después de todo, ya no pueden hacer todo lo que quieren, ni siguen sus propias reglas – han decidido que el Creador sabe mejor que ustedes y por eso se guían por las leyes de Él, porque confían en que Él sabe qué es lo  mejor para ustedes.

Y créanme que así es.

Muchos de los preceptos parecerían no ser racionales, pero esto se debe a que todavía no comprendemos todo el significado de cada precepto. Incluso cuando pensamos que entendemos la razón de ser de un cierto precepto, aún estamos a millones de años luz de verdaderamente comprender cómo funciona y por qué funciona. Pero eso está perfectamente bien! Nosotros no somos Dios y no tenemos que tratar de entender todo. Lo único que sí tenemos que saber es que los preceptos sirven para fortalecer el alma y así crear una conexión más fuerte y más cercana con nuestra Raíz, que es Dios.

Y si bien yo no soy hombre, sí estoy casada con un hombre, así que estoy bastante familiarizada con esta “especie”. Los hombres, al igual que todos los machos de los animales, están controlados por sus deseos físicos. Hábitos carnívoros, muestras de dominancia machista y deseo de copular son algunos ejemplos, tanto si el macho en cuestión vive en la planicie de Serengeti como si está viendo el partido de fútbol del lunes a la noche en el restaurante de la esquina…

Los hombres, por naturaleza, en realidad no son más que animales con intelecto. ¡Y ojo que no lo estoy diciendo de mala manera! Pero si te pones a pensar en el tema, ¿qué diferencia hay entre un hombre que vive la vida de acuerdo con sus bajos deseos y un predador como por ejemplo… un gorila? Tal vez la cantidad de pelo que tiene en el cuerpo… Pero estoy segura de que si los hombres no tuvieran que hablar, probablemente les gruñirían sus órdenes a sus esposas, igual que los gorilas!

Bueno. Basta con tirar abajo a los hombres. Discúlpame por haberme dejado llevar…

Lo que en realidad estaba tratando de explicar es que la Torá estableció ciertas reglas para que pudiéramos superar nuestra naturaleza animal y conectarnos con nuestra santidad interior, o sea, las chispas individuales  que son parte del Mismo Dios. Nosotros solos no podemos dominar la naturaleza humana o animal, y Dios sabía eso y es por eso que nos dio reglas que no nos resultan fáciles de cumplir.

Está bien – entonces no te gusta tener que esperar. Pero piénsalo de esta manera – piensa en tu restaurante favorito, aquel al que vas a comer únicamente en ocasiones festivas. Ahora imagínate que te ganaste la lotería y que de repente puedes darte el lujo de ir a ese mismo restaurante todas las noches. Es posible que los primeros días lo disfrutes enormemente, pero ¿qué sucede después?

La novedad pasa. El entusiasmo decae. Porque dime la verdad, ¿de veras vas a disfrutar del bife de costilla y el soufflé de chocolate a la quinta noche igual que los disfrutaste la primera? Aunque te veas tentado a decir que sí, sabes muy bien que en realidad la respuesta es no. Así es la vida. Si uno tiene mucho de algo, ese algo empieza a perder su atractivo.

Es por eso que la pareja casada debe pasar casi la mitad del mes separada. Porque eso construye su deseo y su anhelo de reunirse el uno con el otro y la mujer vuelve a ser para su marido como una novia en su noche de bodas. Tal como se explica en el libro Ohel Rajel, el precepto de las relaciones matrimoniales es en realidad la raíz y la base de todo el matrimonio. Es por eso que es tan importante que la pareja siga las directivas de la Torá si quieren que su matrimonio tenga éxito.

Mantenerse separados dos semanas enteras no es fácil pero eso es lo que te va a permitir conectarte con tu mujer en forma íntima, pero no física. Ir de paseo juntos, dar una caminata a la noche y demás formas de comunicación no física van a ayudar a que su relación se fortalezca y se profundice.

Y hay algo más que quiero agregar. Dijiste que para ti esperar es algo así como una tortura, tengo la sensación de que con tu postura estás haciendo que verdaderamente sea una tortura. Juan: tienes que ser franco contigo mismo – ¿acaso estás cuidando los ojos? ¿O te estás permitiendo ver todas las cosas indecentes que te bombardean en forma constante? ¿Estás haciendo que tu tortura sea aún mayor entrando a Internet y mirando cosas que están absolutamente prohibidas y en especial siendo que estás casado?

La mayoría de los hombres van a decir: “¿Por qué hacer tanto problema? Solamente estamos mirando…”. Pero eso sí es un gran problema, porque como dice el famoso refrán judío, “Lo que el ojo lo ve, lo desea”. Si ves a una mujer atractiva por la calle, tu corazón la va a desear, aunque no sientas el deseo a un nivel consciente. No hay forma de que tu mujer ocupe el primer puesto en tu corazón si estás deseando a otras mujeres.

Esta es una de las principales razones por las que tantos matrimonios se arruinan – un día llegas a casa y no le das a tu esposa la atención que se merece. Y por qué? Porque esa atención se la robó la mujer tan atractiva que viste antes ese mismo día. Entonces ella empieza a fastidiarte porque siente esa falta de atención, y antes de que te des cuenta, entraron los dos en una espiral mortal de menos atencion/fastidio/peleas, hasta que finalmente el matrimonio se disuelve.

He aquí otro concepto clave que debes comprender: si no estás cuidando el pacto de santidad, entonces estás creando millones de “almas desnudas” que te desconectan por completo de Dios y de todo lo santo. Segundo, le estás robando a tu mujer el deseo de estar con ella, ya que has satisfecho tus deseos bajos en forma egoísta. Las dos semanas de separación supuestamente deben servir para construir tu deseo de estar con ella, no sólo físicamente sino tambien emocionalmente. Y al profanar el pacto ya no sientes la necesidad de conectarte con tu mujer y entonces no haces el esfuerzo necesario como deberías. Y así continúa la espiral mortal.

Tienes que recordar que el matrimonio no crece en forma automática. Si no lo nutres en forma constante entonces estás contribuyendo a su fin.

Juan: te prometo que si sigues el consejo de la Torá en esta área, el amor que sentirán el uno por el otro va a crecer tanto que van a saber lo que es la dicha de tener una genuina alma gemela.

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Bendiciones!

Rajeli