Relaciones Fallidas

Hace poco vino a verme un paciente que piensa que es un fracasado y que jamás se va a poder casar. Él estaba perdidamente enamorado de esta mujer...

3 Tiempo de lectura

Dr. Zev Ballen

Posteado en 17.03.21

Hace poco vino a verme un paciente que piensa que es un fracasado y que jamás se va a poder casar. Él estaba perdidamente enamorado de esta mujer…  

En mi calidad de “Emuno-terapeuta”, todo el tiempo la gente me pregunta: “¿Cómo puede escuchar todo el día los problemas de la gente?”. Me dicen que les da mucha pena “tirarme encima todo este fardo” y en verdad en el pasado hubo ocasiones en las que me sentí abrumado por tanta negatividad. Pero ya no. Porque cuando la gente me dice lo mal que le va en la vida, ¡yo me quedo sentado pensando que en realidad les va bastante bien!

Hace poco vino a verme un paciente que piensa que es un fracasado y que jamás se va a poder casar. Este hombre, digamos que se llama Miguel, no es un hombre joven y hace poco salió de una relación de cinco años que él pensaba que iba a ser para toda la vida. Él estaba perdidamente enamorado de esta mujer y sentía que ella era la primera persona que le había demostrado sentir verdadero amor por él, y entonces ella lo abandonó. Y no sólo eso, sino que cuando Miguel trató de reiniciar la relación con ella, ella se puso furiosa y lo acusó de estar acosándola.

Miguel se sumió en una profunda depresión y no pasó mucho tiempo antes de que consumiera todo tipo de antidepresivos. Y aquí está Miguel, viviendo una vida solitaria, trabajando en un trabajo de cuarto nivel que está muy por debajo de su capacidad intelectual y atascado en esta relación fallida y todavía pensando en esa mujer y lo buena que había sido ella con él. Miguel todavía no hizo entrar a Dios a su vida, así que se siente encerrado y deprimido, pero yo no veo las cosas como él, porque para mí es claro que Dios no quería que esa relación funcionara. Yo le digo a Miguel que tiene que dar las gracias de no haber seguido con esa joven, porque si hubieran iniciado juntos una familia, y ella entonces lo hubiera dejado, ¡entonces habría sido muchísimo peor! Todos sabemos que algo así le causa un daño irreparable al niño, cuando uno de los padres se va. En esa situación, los niños se sienten completamente destrozados y abandonados y Dios le ahorró a Miguel todo ese sufrimiento.

Yo le dije que estoy absolutamente convencido de que Dios ya le tiene reservada una pareja mucho mejor para él pero que antes de que Él pueda mostrarle a Miguel quién es esa pareja, Él está esperando que él deje atrás esta relación fallida. “Deja eso atrás… Estás tratando de ser Dios y estás tratando de dictar los términos en que debes vivir tu propia vida, pero eso implica que no estás aceptando la realidad, diciendo que tiene que ser ella y no otra persona. Dios te envió una clara señal de que esta mujer no es para ti. Todo esto no fue más que una experiencia, un aprendizaje que Él te envió para demostrarte que sí es posible que tengas una relación matrimonial, y que ames y seas amado. No fue una pérdida de tiempo y no fue en vano, pero lo que tienes que hacer ahora es guardar todos esos puntos buenos y deshacerte del resto!”.

Dios le estaba demostrando a Miguel, a través de nuestra conversación, que  todas las cosas buenas y todos los buenos sentimientos que había disfrutado en su relación “fallida” eran un regalo de Dios. Dios quiere que Miguel continúe disfrutando de estos sentimientos tan bellos y que los tenga presentes cuando empiece su próxima relación de pareja. Yo siempre le digo esto a la gente: si tuviste una relación con alguien y por algún motivo, dicha relación no funcionó, tienes que saber que Dios te envió esa relación por un motivo. Aférrate a los buenos recuerdos que te quedaron de ella, pues no ocurrieron para ser olvidados. Y lo mismo ocurre con el negocio que tenías con tu socio y que no tuvo éxito: siempre puedes terminar de buen modo, incluso si se pelearon. Esta es una lección para todos nosotros. Todos necesitamos recordar lo bueno, porque lo bueno fue un regalo de Dios. Y el hecho de que los demás factores no hayan funcionado como queríamos no es motivo para que Le tires a HaShem en el rostro ese regalo tan lindo que te dio.

Tenemos necesidad de conservar los buenos momentos y los buenos sentimientos incluso si no fueron perfectos y anotarlos y recordarlos y hacerlos parte de nosotros mismos. Y cuanto más nos esforcemos por ver todo el bien que tuvimos en la vida, mayor conciencia tendremos de él y más lo sentiremos. Esto, a su vez, nos va a ayudar a que tengamos la claridad para saber que Dios está a nuestro lado y que Dios nos ama y que Dios siempre quiere darnos. La claridad es fuerza.

Cada uno de nosotros necesita aprender más de sí mismo. Tenemos que convertirnos en expertos de nuestras propias vidas y de nuestras propias historias personales, pero conservando únicamente lo bueno y excluyendo lo malo. Esa es la mejor lección de vida que podemos aprender.

Escribe tu opinión!

1. Miguel

12/26/2014

Excelente enseñanza!

2. Miguel

12/26/2014

Gracias

Excelente enseñanza!

3. Miguel

12/26/2014

Excelente enseñanza!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario