En vías de extinción

¿Cuál es el método interno para ayudar a la gente a liberarse de las preocupaciones y la ansiedad? El psiquiatra y emunoterapeuta, Dr. Ballen, pasa a explicarnos...

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Dr. Zev Ballen

Posteado en 05.04.21

Existen varias formas conocidas de eliminar la ansiedad que los terapeutas les enseñan a la gente. Una de ellas es aprender a mantenerse calmo y relajado; otro método consiste en explicarle a la persona que sufre de ansiedad lo que significa su ansiedad; otra forma es darle aliento al paciente para que pueda superar sus problemas. Todos estos métodos poseen cierto valor pero por sí mismos no pueden ser efectivos porque son todos métodos que parten del terapeuta, no del paciente.

 

¿Cuál es el método interno para ayudar a la gente a liberarse de las preocupaciones y la ansiedad?

 

A fin de responder a este interrogante, tenemos que entender primero qué es lo que hace que la persona se preocupe. La ansiedad es el resultado de imaginar que estamos por perder algo que creemos que sí o sí debemos tener. Esto podrá parecerles difícil de creer, pero véanlo de esta manera: si perdieran unas monedas que tenían en el bolsillo, ¿acaso eso les causaría ansiedad? Probablemente no. Pero si alguien se queda sin trabajo, es posible que sienta pánico. A menos que tenga emuná.

 

Si su deseo de emuná es más fuerte que su deseo de tener el trabajo, entonces va a poder relajarse y encontrar otro trabajo. Y cuando eso suceda, va a poder pasar esta prueba no sólo superándola sino creciendo gracias a ella.

 

En hebreo, la palabra “deseo” se dice ratzón, que proviene de la razí ratz, que significa “correr”. Hoy en día vemos que todo el mundo corre a comprar cosas, a conseguir cosas. La gente piensa que un auto nuevo cada dos años le va a calmar todos los miedos y las ansiedades pero en realidad es exactamente lo contrario: los autos nuevos son los que producen el miedo y la ansiedad.

 

Me acuerdo de la terrible ansiedad que yo sentía por el auto cuando vivía en New York. Era un auto alquilado así que todo el tiempo yo estaba preocupado no fuera cosa que alguien lo chocara y le causara una abolladura. Me preocupaba la posibilidad de excederme de la cantidad necesaria de millas por hora con el auto y tener que pagar por las millas extras. Ahora que estoy en Israel conduzco un auto de once años con el que no tuve ningún problema en los tres años que lo tengo. No me preocupa que sufra abolladura porque ya tiene abolladuras. Tampoco me preocupa que lo roben porque hay muchos autos mucho mejores que el mío para robar… (Dios no lo permita!).

 

Si la persona supiera que después de que obtiene algo que deseaba mucho no se va a sentir nada mejor ni va a ser más feliz sino que por el contrario va a tener más motivos para preocuparse, entonces no invertiría tanto tiempo ni tanta energía en obtenerlo ni convertirlo en el centro de su existencia.

 

El mejor ansiolítico es la alegría de creer con emuná  que lo que tienes en este momento es muy pero muy bueno. Eso no significa que no puedas pensar en tener más, sino que incluso si ese “más” no llega, ya eres muy “rico” con lo que tienes.

 

Se cuenta del presidente de una empresa muy famosa, un multimillonario que todos los días se levantaba sintiéndose muy triste y fracasado porque todavía no había alcanzado el nivel de ingresos que deseaba. En total contraste, en la misma empresa trabajaba un simple empleado que cada mañana se despertaba diciendo: “Gracias, Dios mío, por otro día más. Cada día sobre tierra, y no bajo tierra, es por cierto un día excelente!”.

 

Pero ¿cómo esta persona puede ser feliz, si ni siquiera le alcanza para llegar a final de mes, y además tiene el hijo internado y un montón de otros problemas?

 

La respuesta es que existe una forma muy profunda de felicidad que muy poca gente conoce y que no se basa en nada exterior al individuo. Esta clase de felicidad del alma es en realidad el estado natural de la persona. Y si algo es natural, o sea, si proviene de Hashem, entonces no hace falta ningún motivo. Es simplemente la forma en que Hashem nos hizo – para que fuéramos felices. Entonces por qué la gente no es más feliz? Uno va a decir que no le alcanza el dinero; otro va a decir que tiene problemas de salud, y otro más dice que le faltan el respeto. El verdadero motivo por el que la gente no es feliz es porque quieren demasiadas cosas y no están recurriendo al profundo placer que tendrían si se conectaran con ellos mismos y con Hashem.

 

¿Acaso ha de sorprendernos que en el mundo de hoy en día la persona feliz está en vías de extinción?

 

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