Cómo acabar con alguien en 30 minutos

Las malas lenguas ya de por sí son algo terrible cuando se transmite nde boca en boca. Pero cuando se transmiten por Facebook, son una bomba atómica!

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Rajeli Reckles

Posteado en 17.03.21

 Una agitada tarde de viernes en Buenos Aires, los miembros de la comunidad ortodoxa estaban llevando a cabo los últimos preparativos antes de Shabat yendo como locos de un negocio a otro. La mayoría eran hombres, que recibían órdenes de sus mujeres a través del celular. Y pobre de aquel marido que no cumpliera con las órdenes al pie de la letra!!

 

Resulta que en medio de todo este alboroto, un cierto Rabino R. se encontraba en la carnicería de Shloimi, eligiendo una selección de bifes de chorizo para Shabat. “Son 2.000 pesos en total”, dijo el carnicero. Desgraciadamente para el Rabino, atrás de él había una chismosa de primera línea, que con sus orejas de elefante había captado la suma exorbitante que había pagado el rabino. Enseguida la Sra. Se dio vuelta y sacó su Galaxy y se puso a textear a su amiga:

 

“No me vas a creer, Susi, pero acabo de ver al Rabino R. pagando 2.000 pesos por un kilo de bifes de chorizo para Shabat!. Susi, la amiga, se queda completamente shockeada y enseguida postea la noticia en Facebook. De inmediato, sus 286 amigos ven la novedad y empiezan a postear comentarios. Resulta que el Rabino R. es maestro en una escuela del barrio y ahora las especulaciones ya están empezando a salirse de control…

 

“Nosotros apenas si nos alcanza para comprar pollo para Shabat y este tipo se está comprando bife de lomo? ¡A mí me parece que acá hay gato encerrado!”, twitea Perlita. Y Zalman le responde: “Yo creo que el director de la escuela tiene que enterarse de esto!”.

 

“Yo fui a la escuela con el Rabino R. y siempre me pareció que tenía algo raro ese tipo”, textea Moishi. En un instante, el ataque a la cuestionable adquisición del Rabino R. se transforma en un ataque a su propia persona. “¿Sabías que yo salí con él en shiduj? Pero gracias a Dios que al final no funcionó!”, responde Bruji.

 

Antes de que uno se dé cuenta, el escándalo cruzó ya medio país. La gente se está llamando por teléfono desde Salta hasta Chubut, desde Mendoza hasta Entre Ríos. “El lunes a la mañana a primera hora tenemos que hacer una reunión y sacar a este tipo de la cole. Es obvio que está metido en algo raro… si es que tiene tanta ‘guita’”, dice Mauricio. “La suegra de la vecina de al lado del cuñado de mi hermana vive en el edificio de al lado y ella dice que esa familia vive a todo lujo!”, textea Sheindele.

 

En veinte minutos, la lashón hará (habladurías y chismes) ha alcanzado proporciones escandalosas. Y se salió tanto de control que una mujer de la comunidad de Rosario llamó incluso a la esposa del Rabino R., quejándose y preguntándole cómo es posible que se permitan comer bife de lomo en Shabat. Cuando el marido por fin vuelve a casa diez minutos más tarde, la mujer está que arde!!

 

Sin embargo, antes de llegar a casa, el Rabino R. le toca el timbre a su amigo Yankele y le deja la carne que este le encargó. La señora de Yankele le da las gracias por hacerle el favor y ahorrarle así tanto tiempo. “No tiene por qué darme las gracias. Siempre que necesite un favor, avíseme nomás…”, responde el Rabino R. alegremente, mientras se dirige a su casa, con las manos vacías…

 

Pero para cuando llega a casa, su mujer está por el suelo con todas las llamadas acusadoras que tuvo que atender.

 

El Rabino R. estuvo fuera de casa 30 minutos. En ese lapso, su reputación se arruinó por completo.

 

En apenas 30 minutos, 400 personas se enteraron de que él compró bife de lomo en la carnicería.

 

En apenas 30 minutos, su carrera se destruyó en forma irreparable.

 

En apenas 30 minutos, él se quedó sin un solo amigo.

 

En apenas 30 minutos, sus hijos se quedaron sin amigos.

 

Y lo peor de todo es que el Rabino R. no tiene la menor idea de lo que está sucediendo a sus espaldas.

 

Las malas lenguas ya de por sí son algo terrible cuando se transmite de boca en boca. Es mortal, igual que un arma de fuego.

 

Pero cuando las malas lenguas se transmiten por Facebook, IM, Twitter, mensajes de texto y demás, entonces son como una bomba atómica. El daño es irreparable.

 

Podemos aprender dos lecciones de todo esto: la primera, que tenemos que pensar dos veces antes de juzgar una situación, porque nunca podemos llegar a conocer todos los factores en juego, incluso si somos testigos personales del hecho en cuestión. La segunda es que no debemos compartir con los demás ninguna información cuestionable acerca de ninguna persona, ni por teléfono ni tampoco por internet. Porque podemos estar destruyéndole la vida a alguien.

 

 

Si les gustaría ver el impresionante video de este relato, a cargo de la Fundación Jafetz Jaim, acá les paso el enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=go64XCodp5k

 

Pueden enviar sus preguntas, y en especial sobre temas como el matrimonio, la educación de los hijos, el noviazgo y el rol de la mujer. Escriban a racheli@breslev.co.il

 

 

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1. Alb

2/02/2018

?

y yo participando de este chisme!!!

2. Alb

2/02/2018

y yo participando de este chisme!!!

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