Hirviendo la Rana

“Israel nunca aprende,” me dijo, visiblemente molesto. “¡Se lo hicieron a los romanos y lo están haciendo ahora de nuevo!" Caramba. Nunca había oído hablar que Israel persiguió a los romanos…

Hace unos seis o siete años, cuando todavía vivíamos en Londres pero estábamos planificando mudarnos de alguna manera a Israel, hubo un par de “incidentes” que rápidamente avanzaron nuestros planes.

Fui a varias entrevistas de trabajo a los periódicos (era periodista) – y muy pronto, me encontré siendo arrastrada hacia la defensa de Israel, sin importarme nada más. Lo qué hizo que estos encuentros sean aún más difíciles fue que en ambas ocasiones estaba defendiendo el derecho de Israel a existir y de defenderse, junto con los judíos.

Unos meses después, cuando comencé mi propio negocio de comunicaciones, tuve una fiesta repleta de botellas de vino y aperitivos no Kasher (aparte de mí, nadie más que vino era judío).

El ex alcalde de Londres, Ken Livingston, acababa haber dicho varios comentarios muy inapropiados por toda la prensa a un periodista judío. Mientras fluía el vino (los británicos beben cantidades absolutamente asombrosas de alcohol…) un hombre muy amable se me acercó y empezó a atacar a Israel, una vez sin razón alguna salvo de que yo soy judía.

“Israel nunca aprende,” me dijo, visiblemente molesto. “¡Se lo hicieron a los romanos y lo están haciendo ahora de nuevo!" Caramba. Nunca había oído hablar que Israel persiguió a los romanos. Cuando Israel se rebeló contra el dominio romano, la guerra duró cuatro años y resulto con millones de judíos muertos y la destrucción de nuestro Segundo Templo sagrado en Jerusalén.

Pero mi colega no estaba interesado en los hechos (¿le suena familiar?). Si Israel se involucró en una confrontación – incluso una que ocurrió hace 2,000 años, y que está diseñada para desaparecerla de la faz de la tierra – entonces debe ser culpa de Israel.

Asentí, sonreí y me sentí absolutamente horrible. Luego se empeoro. Algunos de mis “colegas del trabajo” – al igual de borrachos – comenzaron a decirme que Ken Livingston tenía toda la razón acerca de lo que había dicho acerca de los judíos / Israel, etc. Todas estas personas sabían que yo soy judía – nunca lo oculte, y siempre estaba feliz de hablar con alguien que me preguntase. Pero fue exactamente como enseñan nuestros Sabios: “Cuando el vino entra – la verdad sale afuera”.

Llegué a casa de mi fiesta absolutamente decidida de abandonar el Reino Unido.

Eso fue hace seis años, y con la ayuda de HaShem, hemos llegado aquí hace cinco años, en Agosto del 2005.

Casi exactamente un año después, se inició la segunda guerra contra el Líbano, y yo miraba sin poder creer como la BBC no informó de que Israel estaba siendo disparado por tres días. La primera vez que empezaron a cubrir lo que estaba pasando aquí fue cuando Israel comenzó a defenderse.

No les puedo decir el número de personas, todos buenos judíos, a los cuales tuve que “defender” a Israel durante esa guerra. El número de veces que tuve que explicarle a gente con quien iba a la sinagoga sólo un año atrás de que la información que le estaban presentando acerca de la guerra era casi toda propaganda anti-Israel, y muy lejos de la verdad.

Aquí, las cosas parecían tan claras y evidentes. Israel había sido atacado, y tenía que defenderse, como haría cualquier otro país. Allí, Israel estaba siendo pintado como un agresivo monstruo militar, bombardeando escuelas, hospitales, orfanatos y hogares de ancianos sin piedad.
Durante el tiempo que duró, los judíos del Reino Unido se pusieron muy, pero muy incómodos. Durante algunas semanas, hasta los más asimilados entre ellos comenzaron a darse cuenta de que “Israel” les estaba obligando a elegir un lado, muchas veces por primera vez en sus vidas, y declarar con quien realmente están identificados.

Pero luego se calmó. El cese al fuego fue declarado, los engaños y el periodismo sesgado fueron expuestos para las pocas personas interesadas en la verdad, y la vida continua normal.

Un poco más de personas dieron el salto hacia Israel mientras tanto, muchos de los cuales fueron empujados a venir en la misma forma que lo fuimos nosotros. Las cosas se estaban calentando fuera de Israel, y la hostilidad que Esaú siempre siente por Jacob estaba surgiendo más y más a la superficie. La gente que estaban abiertas a esa verdad lo podía ver: los demás enterraban sus cabezas en la arena, y esperaban que todo se desaparecía.

Cuando la guerra de Gaza ocurrió en diciembre pasado, la temperatura subió unos cuantos grados más. Uno de mis amigas me dijo como ella viajaba a Londres en el mismo tren que otros tres niños de la escuela judía. Todos utilizan sus kipot en el tren – hasta que comenzó la guerra de Gaza. Un día, dos de las kipot desapareció, y la tercera estaba bajo una gorra de béisbol. Simplemente era demasiado peligroso seguir siendo judío en público, obviamente.

Aquel incidente causó una impresión muy fuerte en mi amiga, quien tiene tres hijos pequeños. Unos meses después, ella hizo aliyá (emigró a Israel).

Pero mientras tanto, la retórica anti-Israel, la propaganda y la cobertura continua empeorando más y más, como vimos con el fiasco de la flotilla Mármara. Israel es el malo. Israel siempre es el malo de la película. Y para los judíos que no tienen una verdadera conexión con Israel, los que no vienen a visitar regularmente, y que no tienen familia o amigos aquí para darles una imagen más precisa, se está haciendo más y más difícil ser “pro-Israel”.

Ellos escuchan noticieros que son “anti”. Leen artículos que son “anti”. Son influenciados por compañeros que son “anti”. Y aunque no lo crean, cada vez más de ellos – incluso judíos religiosos – están empezando a sentirse “anti”.

Si sigues lo que dicen nuestros Rabinos, te habrás dado cuenta de que este último año, casi todo “gran rabino” está empujando a los judíos fuera de Israel para que hagan aliyá.

Para las personas fuera de la tierra de Israel, esto puede sonar ridículo: “¿Qué? ¿Venir a un país que tiene miles de misiles apuntados contra ella? ¿Venir a un país que está al borde de otra guerra? ¿Venir a un país donde es tan difícil ganarse la vida? ¿Donde no hay suficiente agua? ¿Dónde nunca podre tener un lugar bueno para vivir porque los precios están por las nubes? ¿Dónde el ejército bombardea a los árabes pobres e inocentes?

Pero esas personas simplemente no tienen ninguna claridad cuando se trata de Israel. Ellos no pueden ver lo que nosotros vemos desde nuestro punto de vista en Jerusalén, Jaifa y Ashdod: Sí, es posible que haya otra guerra en Israel muy pronto.

Pero HaShem siempre ha protegido a Su pueblo aquí, miles de cohetes caen, y casi nadie muere. Los soldados son enviados a luchar en las peores situaciones imaginables, y casi todos regresan vivos. Por supuesto, cada muerte es un golpe terrible. Pero HaShem es tan amable con nosotros – una muerte en el lugar de las miles que se esperan si es que las guerras aquí fuesen de acuerdo a las leyes de la naturaleza.

A pesar de todas nuestras diferencias hay un fuerte sentido de unidad judía en Israel. Estamos todos unidos en esto, y HaShem realmente ama a esa “ajdut” (unión). Hay una protección Divina para los judíos que viven en Israel que simplemente no existe en el tren en Londres, o en el centro de Manhattan.

Ya sea que lo reconozcan o no, lo judíos en todo el mundo se les pide que tomen una decisión. La elección no es mucho sobre la posibilidad de mudarse a Israel o no, aunque todo aquel que realmente cree en los rabinos ya debe estar haciendo sus planes para venir.

La elección es si estarán con el Pueblo Judío, a pesar de todas las mentiras y propaganda “anti” o permanecer en contra de nosotros.
 

Muchos de nosotros que viven aquí hemos notado que en el último año, la gente que dejamos atrás parece estar tomando la decisión equivocada. Están eligiendo creer que ‘devolver’ a Judea y Samaria – el corazón espiritual de nuestra tierra – va a resolver todos los problemas del mundo; están eligiendo creer que Israel se está convirtiendo en un problema más de lo que vale, que HaShem nos libre. Están eligiendo creer que Israel es una especie de accesorio, cuando se trata de su judaísmo y su relación con HaShem, y que la vida continuará normalmente para ellos, sin tener en cuenta lo que sucede aquí.
 

Pero están equivocados. Al igual que la rana proverbial, están tan acostumbrados a sentir el “calor” que no se dan cuenta lo cerca que están de ser hervidos vivos. Siempre y cuando la próxima guerra ocurra en Israel, que HaShem nos libre, el lugar más peligroso de estar, para un judío, será fuera de Israel. No esperes que ocurra – ¡ven a casa ahora!