La Montaña Rusa

Y ese espacio vacío, nuestra alma, comenzaba a llenarse y empezábamos a darle sentido a esta vida llena de materialismo y mentiras…

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Johanna Rimon

Posteado en 05.04.21

Y ese espacio vacío, nuestra alma, comenzaba a llenarse y empezábamos a darle sentido a esta vida llena de materialismo y mentiras

 
Puedo hablarles a personas como yo que atravesaron un proceso de cambio único y decisivo en nuestras vidas – la Teshuvá – acercándonos a la Verdad y al Creador del Universo.
 
La mayoría de nosotros tuvimos a nuestra familia (lo mas sagrado) en contra diciéndonos que nos estábamos equivocando y que podíamos cometer una locura. Pero ahí estaba ÉL agarrándonos fuerte y ayudándonos a salir de cada prueba y prueba, llenándonos la vida de “milagros” imposibles de olvidar.
 
Y ese espacio vacío, nuestra ALMA, comenzaba a llenarse y empezábamos a darle sentido a esta vida llena de materialismo y mentiras. Sentíamos una guerra interna entre la maravillosa sensación que reposaba ya en nuestra alma contra todo lo aprendido e inculcado por las personas que nos educaron con tanto amor y dedicación.
 
Ese nuevo mundo y antiguo a la vez, que nos alegraba por dentro y fuera y nos iluminaba el rostro.
 
Sigamos… Luego llegamos a la cima de la felicidad, ya decididos y entregados a “la Verdad”. Algunos nos casamos para formar un “Bait Neemán Be Israel” (un hogar justo), las que ya lo estaban tuvieron más hijos, cambiaron a sus hijos a un colegio con valores judaicos verdaderos. Y todo siempre acompañado por el ejemplo de los Rabaním (rabinos), Tzdikím (Justos) verdaderos, que añorábamos llegar algún día formar un hogar lleno de Kedushá (santidad) y con la Presencia Divina, o un “Beit HaMikdash” (Templo Santo), como el de ellos
 
Luego: comenzábamos a DAR como recibimos, a gente que se estaba acercando, y preocuparnos por cada judío y judío, sufriendo por los “alejados“, tratando de dar el ejemplo para que vuelvan al camino, sintiendo AMOR por cada integrante del Pueblo de Israel y por la Tierra.
 
Ese espacio, nuestra ALMA seguía llena todavía y nos amoldábamos reincorporando a nuestras vidas cosas que creíamos eran prohibidas y elegíamos nuestra línea dentro de tantas líneas.
 
Y al fin llegamos a la segunda etapa, la que no llego todavía siga disfrutando, pero la que ya llego Atiéndame: Etapa de Caída Espiritual.
 
Está escrito en los libros que todo Baal Teshuvá (el que retorna al camino de la Torá) pasa por esta difícil etapa y puede ser en distintos grados: leve, moderada o severa.
 
Síntomas:
 
1 – Tristeza, aburrimiento y depresión (no se asusten).
 
2 – Dificultad y nuevos Yetzerés (malos impulsos) en Mitzvot (Preceptos) como la plegaria (nos cuesta rezar y sentimos que nuestras plegarias vuelven vacías). Shabát (no sentimos la Kedushá – santidad como la de hace un tiempo atrás, no sentimos descanso espiritual) Tzniút – Recato (nos vemos feas, queremos cambiar el “look” por algo mas moderno).
 
3 – Y el síntoma más importante: Nos sentimos lejos del Todopoderoso, ese que nos sacaba de cada prueba y prueba y hacia milagros en cada momento – ¡¡¡sentimos que nos abandono!!! Si, nuestro padre se aleja para que nosotras lo busquemos por nuestros propios medios.
 
Si esos son tus síntomas, ¡¡¡no te avergüences!!! Repito: está escrito en los libros sagrados que en el proceso de Teshuvá hay que pasar también por la CAÍDA.
  • Diagnóstico: Síndrome del Vacío Interior.
  • Pronóstico: Si no lo tratas pronostico reservado PERO….- si lo tratas bien, ¡esto es bueno! Presta atención: ¡¡se puede llegar a un nivel altísimo, se llega al Shlemút (plenitud) y Alegría para la eternidad!!… – (tercera etapa)
  • Tratamiento: Crecimiento interior, Re-Búsqueda del Creador del Universo
  • Efectos adversos del tratamiento: Puedes cambiar tu línea a una línea de Jasidút.
 
Y, ¿cómo se logra? ¡¡¡Uno de los métodos más efectivos que yo he encontrado ha sido por medio de la Hitbodedút!!! (la Plegaria Personal en Aislamiento).
 
Con la ayude del Creador, que en este mes de Elul podamos tener el mérito de acercarnos a HaShem por medio de la TEFILÁ (plegaria), TESHUVÁ (arrepentimiento y retorno al buen camino) y TZEDAKÁ (caridad). Para Teshuvá y Tzedaká hace falta Tefilá y para la Tefilá misma hace falta pedirLe a HaShem poder hacerla todos los días con el corazón.
 
 
* Comentario: algunos fragmentos fueron extraídos de charlas con mi colega y amiga la Rabanit J. K. J
 

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1. elizabeth de alvarado

8/20/2010

Es maravilloso saber que siempre hay una segunda oportunidad.

Solo quiero decir, estamos vìspera de Shabat y esta enseñansa incrementa aun mas la uniòn con HaShem q tambièn he experimentado esas etapas de mi vida, no me cabe la menor duda la plegaria personal es eficaz y nuestro pasaporte hacia El Santo Bendito sea. Shabat shalom!

2. elizabeth de alvarado

8/20/2010

Solo quiero decir, estamos vìspera de Shabat y esta enseñansa incrementa aun mas la uniòn con HaShem q tambièn he experimentado esas etapas de mi vida, no me cabe la menor duda la plegaria personal es eficaz y nuestro pasaporte hacia El Santo Bendito sea. Shabat shalom!

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