¡Lo Salvó el Sofá!

El vecino de Najum abrió una mueblería nada más ni nada menos que en la entrada del edificio, bloqueando la entrada y arruinando la vista del edificio…

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 17.03.21

Si ustedes piensan que Nueva Delhi, Shanghai o El Cairo son las ciudades más densamente pobladas de la tierra, es porque todavía no estuvieron en Bnei Brak, Israel. Para que se den una idea – un típico edificio de departamentos de Bnei Brak tiene cuatro pisos con cuatro departamentos en cada piso más otros cuatro departamentos en la planta baja, o sea, un total de veinte departamentos por edificio, promedio. Si tu vecino del edificio de al lado quiere pedirte prestada una papa, puedes dársela en la mano desde la ventana de tu cocina, porque si ella extiende el brazo desde la ventana de su cocina, las dos manos se van a tocar. Y lo que es más, cada familia tiene un promedio de diez hijos, que Hashem los bendiga a todos, por lo que un edificio de veinte departamentos tiene un promedio de 200 habitantes. Ahora, calculen que el patio de entrada mide apenas 27 metros cuadrados. Ahora ¿se dan una idea?

Najum, que trabaja de supervisor de kashrut en una fábrica alimenticia de la zona, estaba muy preocupado. Su vecino de la planta baja, Jaim, que era muy simpático y además era padre de once hijos, estudiaba Torá todo el día y nunca llegaba a fin de mes. Y para colmo, la hija mayor de Jaim acababa de cumplir 17 años y dentro de un año ya iba a estar en “edad de merecer”. Y si él no hacía algo para que los ingresos aumentaran, entonces no iba a poder casarla. Jaim decidió abrir un negocio en su casa – de esa manera iba a poder seguir estudiando Torá todo el día y de noche iba a vender muebles.

En Israel, el cielo es azul y despejado desde abril hasta octubre. Es por eso que a Jaim no le preocupaba la posibilidad de que lloviera. Entonces lo que hizo fue convertir la entrada al edificio en una especie de negocio que llegaba hasta la vereda. A Najum le importaba mucho el orden y la estética. Pero ahora que Jaim había abierto el negocio, toda la vista desde el balcón se le había arruinadoporque todo el patio estaba lleno de basura del negocio y además entrar al edificio era como competir en una carrera de obstáculos. Ninguno de los demás vecinos dijo una palabra, pero a Najum se le estaba acabando la paciencia.

En varias ocasiones Najum pensó en ir a hablar del tema con Jaim, pero entonces pensaba cómo iba a arruinar el esfuerzo de un estudioso de la Torá con once hijos que solamente quería ganarse el sustento… Najum sabía lo difícil que era llevar el pan a casa con los ocho hijos que tenía. No obstante, a su parecer esto constituía una flagrante violación de los derechos de propiedad común, que están legislados en forma explícita en la Guemará y el Shulján Aruj. Sin saber cómo proceder, Najum decidió consultar a un posek (autoridad halájica rabínica) de su barrio.

El rabino escuchó la explicación de Najum. Camino a la sinagoga, el rabino incluso vio la entrada del edificio en cuestión, así que sabía que Najum no estaba exagerando. De acuerdo con la ley judía, Najum y los demás residentes del edificio tenían todo el derecho de obligar a Jaim a que quitara los muebles del dominio común, el patio del frente y la entrada al edificio. El rabino también conocía a Jaim y la difícil situación en que se encontraba.

El rabino cerró los ojos y pensó profundamente. En la frente se le marcaron cuatro arrugas paralelas. El rabino oró por obtener la guía Divina. Entonces abrió los ojos y dijo: “Rabí Najum, usted y sus vecinos tienen todo el derecho a exigirle a Jaim que saque todos los muebles del dominio común, que es algo que les molesta a todos. Eso es lo que dice la ley. Pero está también el elemento de compasión que va más allá del ámbito de la ley seca. Tenemos aquí a un erudito de la Torá que está tratando de ganarse la vida. Es obvio que no está en condiciones de alquilar un negocio. Yo no les voy a decir lo que tienen que hacer; simplemente les propongo. Si aceptan de buena manera esta incomodidad, el Todopoderoso sin lugar a duda los bendecirá y los salvará de problemas muchísimo peores. El Todopoderoso tiene una dosis de compasión extra por aquellos que les tienen compasión a los demás”.

Najum pensó que el rabino tenía razón. Enseguida le dio las gracias y se fue, comprometiéndose en el corazón a aceptar y adoptar el consejo del rabino. ¿Y qué problema había si la vista desde su balcón no era tan linda como antes? Najum imaginó como si fuera él el que estuviera en la situación de Jaim, y entonces sintió muchísima más simpatía y compasión por él.

Najum y los demásvecinos se acostumbraron a que la entrada al edificio era una mueblería. A las pocas semanas, ya nadie pensaba más en eso…

Nadie supo decir cómo fue que el hijo de tres años de Najum logró treparse a los barrotes de hierro de un metro y veinte de alto del balcón, pero cuando la mujer de Najum miró en dirección al balcón y dio un grito espeluznante – que los vecinos pensaban que era un atentado terrorista-  el pequeño se asustó y perdió el equilibrio y se cayó como un acróbata desde el cuarto piso, situado a más de diez metros de altura.

El pequeño aterrizó encima del sofá más acolchado y más blando del patio. Y salió sin un rasguño…

***
Esta historia verídica, que ha estado circulando por todo Israel últimamente, nos enseña que uno nunca pierde cuando cede ante el otro, incluso si uno tiene razón. Hashem ve todo – y nada se olvida. Medida por medida, Hashem vio la compasión que demostró Najum por los hijos de Jaim. Y así fue como Hashem demostró una increíble compasión por  los hijos de Najum. Tal como había dicho el rabino, cuando uno acepta de buena gana y con emuná un pequeño inconveniente, sabiendo que proviene de Hashem, entonces Él sin lugar a dudas lo salva de problemas muchísimo más grandes, inclusive de perder la vida, Dios no lo permita!

¡Nunca se olviden de esto!
 

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1. melanie

11/12/2014

dificil pero posible!

me encanto el articulo, solamente en Israel me parece que pueden pasar cosas como esta. gracias!

2. melanie

11/12/2014

me encanto el articulo, solamente en Israel me parece que pueden pasar cosas como esta. gracias!

3. guillermo torres rodríguez

11/12/2014

Gracias

Baruj Hashem, por éste mensaje que ustedes me han hecho llegar exactamente cuando más lo necesitaba. Todo lo que hace Hashem es para bien y para corregirme. Shalom

Gracias por tu respuesta

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