Usted bebe con Moderación?

El Rey David poseía una profunda comprensión de las complejidades del alma. Y así dijo: “El vino alegrará el corazón humano”. Los Sabios del Talmud van varios pasos más allá en la alabanza del vino. La Guemará afirma: “El fino vino de vendimia ilumina los ojos”.[i] Y al decirnos cómo celebrar en forma festiva las festividades, la Guemará aconseja: “Usar ropa recién lavada y beber fino vino de vendimia”. [ii]

No piensen que esta alabanza constituye una licencia para beber en forma libre e indiscriminada. Maimónides[iii] nos enseña que nos alejamos siempre de los extremos y que elijamos el sendero de la moderación en todo lo que hacemos. Con respecto a beber vino, la Guemaráadvierte que si uno bebe en forma sabia y con moderación, entonces se transformará en líder; pero si no bebe con moderación, entonces se transformará en un pobretón. [iv]En lo que refiere a las mujeres bebiendo vino, la Guemaráno tiene pelos en la lengua y se expresa muy claramente a la conexión entre beber vino y la dignidad de la mujer: “Un vaso de vino embellece a la mujer; dos vasos hacen que se vea toda desordenada; después de tres vasos, ella exige en forma vocal, y después de cuatro vasos, a ella no le va a importar si se trata de un burro del mercado”. [v]

A lo largo de nuestra tradición, el vino fino es muy estimado y juega un rol central en el Shabat, en las festividades (y en especial en Purim y Pesaj), durante la ceremonia nupcial y durante la ceremonia de la circuncisión. La ley religiosa judía es muy precisa con respecto a la clase de vino sobre el cual uno puede pronunciar una bendición. Por lo tanto, usar un vino fino para emborracharse es como ponerse ropa formal para pasarle el trapo al suelo. Es un desperdicio…

La Torá demuestra lo que ocurre cuando se consume vino sin moderación. Lot, al refugiarse en una cueva tras huir de la destrucción de Sodoma, bebió hasta el punto de perder los sentidos y así fue acabó cometiendo incesto con sus propias hijas. [vi]

El vino no es para “tragarlo”. El vaso se llena solamente hasta la mitad, para que podamos agitarlo, exponerlo al oxígeno y hacer que salga el aroma. Catamos el vino, tomando un pequeño sorbo y dejando que se expanda por el paladar a fin de apreciar su sabor. Incluso podemos conocer el carácter singular de nuestro vino y de qué manera nos afecta, a fin de poder beber con discreción. Además, bebemos el vino acompañado de una buena comida, o como se dice en Ladino, [vii] “cuzikos buenos” – típicos bocados del Mediterráneo como aceitunas y pedacitos de los mejores quesos.

Beber hasta emborracharse no es la clase de actividad que llevaría a cabo un individuo que se respeta a sí mismo…

Existe un marcado contraste  -tanto en la bebida como en la comida-   entre los países nórdicos y el Reino Unido por un lado, y los países del Mediterráneo, por el otro. Mientras que los primeros beben en bares y en pubs y exhiben altos niveles de borrachera, los segundos beben más que nada en casa, en una atmósfera familiar. Si bien desde un punto de vista estadístico, el consumo de vino es el más alto per capita en los países mediterráneos, probablemente debido a que son los principales fabricantes de vino, su consumo plantea menos riesgos de salud en virtud de su alto consumo de frutas y verduras frescas, nueces y legumbres, y su alto consumo de pescado y aceite de oliva. Su consumo de vino puede describirse como algo asiduo mas moderado.

Las organizaciones de Salud Pública definen el consumo de vino moderado y de bajo riesgo usando el concepto de “unidades de bebida”. Una unidad de bebida consiste de 10g de puro alcohol. Mientras que un tiro de vodka de 25 cc “80 proof” constituiría una unidad de bebida, 72 cc de vino con un volumen alcohólico de 13,8 % sería una unidad de bebida. La gran parte de organizaciones de salud enumera una guía de lo que se considera “consumo moderado”: dos unidades de bebida por día para las mujeres y tres unidades de bebida por día para los hombres, si bien en realidad esto se refiere al consumo solo, sin acompañamiento de comida.

La moderación y la discreción van de la mano. Otro aspecto muy importante de beber vino en moderación es ser selectivo acerca de la compañía con la que uno bebe. Porque al compartir el vino uno está estableciendo una considerable medida de intimidad. Por eso nos abstenemos de beber alcohol con personas desconocidas, ya que aquellos que beben en forma indiscriminada son propensos a arruinar lo que debería ser una experiencia deliciosa.

Nuestros Sabios nos enseñan que los hábitos de consumo moderado de bebidas alcohólicas son señal de buen carácter, pues se conoce a la persona por su carácter, por la forma en que maneja su dinero, y por la forma en que bebe.

Disfruten los exquisitos vinos de Israel con moderación!

Lejaim! – A la vida!

El Rabino Gamlieli es el autor de PriHaGuefen, el blog de vino de la Tierra de Israel.