Abracadabra y se hizo la magia!

Una bola de cristal, ala de murciélago, una ristra de ajos secos, una baraja de cartas del tarot… adivinaciones y santerías, ¡aléjense de mí!

En el país del que vengo hay tiendas de santerías, hay personas que leen los posos del café, las líneas de la mano e incluso el futuro en una bola de cristal. No es algo muy común en estos días, pero continúa habiendo gente que piensa que este tipo de cosas son inofensivas y están en un tremendo error.

Durante una época de mi vida especialmente turbulenta, en la que no sabía dónde dirigirme y estaba muy confusa me habló una amiga de un lugar en el que leían la palma de la mano y decían a la persona qué le iba a suceder en el futuro. Yo estaba muy entusiasmada con ir a visitar a la “vidente” y le rogué que fuéramos en varias ocasiones. Yo salía con mi amiga constantemente a tomar café, té, bebidas exóticas, cócteles… lo que fuera. Y esta persona “trabajaba” en una cafetería así que era muy fácil ir allá. Pero por una razón u otra nunca era un buen momento: el día que podíamos ir no estaba la vidente, el día que estaba no habíamos quedado, alguien se ponía enfermo y lo teníamos que postergar. Finalmente y gracias a Di-s se me fue pasando el ansia de ir a ver lo que me deparaba el futuro en la palma de la mano.

Con el tiempo comprendí que era lo mejor que me podía haber pasado ya que estas cosas, por la importancia que yo le daba en ese momento y no porque la tuvieran precisamente, podrían haber condicionado las decisiones importantes que estaba tomando en mi vida en este momento.

Le agradezco mucho a Hashem por haber hecho imposible que me entrevistara con esa persona ya que hoy en día tengo la absoluta confianza en que las decisiones que tomé en ese momento no estuvieron condicionadas por la charlatanería de nadie sino por la voluntad de Hashem.

Cuando alguien está confuso, cuando necesita una guía y no está en sintonía con Hashem piensa que estas artes adivinatorias son realmente la salida, pero en realidad son solamente una excusa para no tomar las decisiones de forma valiente, por nosotros mismos. Muchos famosos tienen consejeros videntes que les dicen qué deben ponerse cada mañana o dónde deben invertir. Estos charlatanes siempre encuentran una forma de ganarse la vida a costa de la debilidad de los demás.

En el judaísmo, está terminantemente prohibida toda técnica de adivinación del futuro. Las fórmulas de descubrimiento del futuro no están permitidas hoy en día ya que no tenemos el conocimiento suficiente. No se puede leer la línea de la mano, las cartas, la bola de cristal o consultar el horóscopo para comprobar qué va a suceder en la vida. El caso particular del horóscopo lo trataremos con favor de Di-s más adelante, puesto que sí se puede utilizar para entender el tikún de una persona.

Me afecta cuando escucho cuántas personas se dejan guiar por estas habladurías a diario. En muchos países es una costumbre que parece de lo más inofensiva puesto que se desconoce los efectos que produce en el alma de la persona realizar este tipo de averiguaciones, que lindan con la idolatría.

El futuro ya está determinado, solo nuestro Creador lo sabe y si no nos lo ha puesto a nuestra vista es porque no debemos verlo. Es importante para todos entender que lo que tenemos en este momento: nuestra familia, nuestra vida, nuestro trabajo, absolutamente todo, está en manos de Hashem. Si bien le podemos pedir que nos ayude a mejorar, debemos estar felices con lo que tenemos e intentar averiguar mediante la adivinación lo que el futuro nos tiene deparado es una falta de emuná impresionantemente transgresora. ¿Para qué preocuparse con lo que va a suceder si está todo ya escrito y determinado? Es mejor centrar nuestros esfuerzos y atención en las cosas palpables que vivimos día a día.

Con una buena dosis de emuná, los adivinadores de turbante no tendrán nada que hacer con nosotros. Que Hashem nos ayude siempre a mantenernos alejados de este tipo de prácticas prohibidas e idólatras.

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