Sigue luchando, Rocky!

No debemos desesperarnos pensando que Hashem nos ha abandonado. Al revés: Hashem está más cerca que nunca!

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Shai Mor

Posteado en 04.04.21

Rabí Najman de Breslev, de bendita y santa memoria, nos enseña en la lección 6 de Likutey Moharán que para poder transitar el camino de la teshuvá (arrepentimiento sincero) uno debe ser experto en subir y bajar. El Rabino Shalom Arush shelita explica en su comentario del Likutey Moharán, Shalom Maljut, que cuando la persona cae, Hashem está cerca de ella. Cuando Hashem nos pone en una situación difícil, la lección 6 nos enseña que no debemos desesperarnos pensando que Hashem nos ha abandonado, sino al revés: Hashem está más cerca que nunca.

 

El Rabino Shalom Schwadron contó una vez que en el Holocausto los Nazis, que su memoria sea borrada, torturaban a los judíos en los campos de concentración por pura diversión. Una de las formas de torturarlos era haciéndolos saltar dentro de una cuba de ácido. Un día, eligieron a siete judíos y decidieron pasarla bien a su costa. Los hicieron desnudarse y saltar dentro del ácido. Los dos primeros saltaron dentro y gritaron gritos de horror antes de saltar afuera. El tercero, antes de saltar, miró al Cielo y dijo: “Amo del universo, ya perdí a mi mujer y a mis hijos. Ya perdí mi ropa. Ahora voy a perder mi carne. Solamente quedamos Tú y yo”. Entonces saltó dentro del ácido y al hacerlo, sintió una cercanía con Hashem como jamás podría haberse imaginado. Sus amigos le griaban: “Sale! Sale!” Pero Él sintió tanto placer de estar cerca de Hashem, que no quería salir.

 

Queridos amigos: siempre que caigan, siempre que sufran, sepan esto: que Hashem está más cerca que nunca. Cuando uno sufre, Hashem sufre junto a uno. Dice en Isaías 63:9: “En todo el sufrimiento de ellos, Él sufrió”. Él los dejó caer por el propio bien de ustedes. Él quiere ayudarlos a que alcancen todo su potencial y Él decidió, en Su Suprema Sabiduría, que esta era la mejor manera de hacer que eso suceda. Lejos de abandonarlos, Él está más cerca de ustedes que nunca y comparte su sufrimiento.

 

¿Se acuerdan del boxeador Rocky Balboa? Rocky, el protagonista, no es un héroe por darle un knockout a su oponente en el momento en que pisa el ring. Sino que recibe puñetazos una y otra vez y con toda su resistencia sigue de pie round tras round, hasta el final. ¿Qué pensaríamos de un luchador que se da por vencido después de apenas un par de golpes? No pensaríamos muy bien de él y tal vez hasta lo llamaríamos “debilucho”.

 

Hashem nos ama y sabe exactamente lo que necesitamos para nuestra corrección espiritual y por eso nos envía pruebas y nos da toda la capacidad para superar dichas pruebas. No obstante, la mala inclinación se mete en el medio y trata de quebrarnos mentalmente: “¡Es demasiado difícil!” “¡No puedes hacerlo!” “¿Por qué Hashem te está torturando así?” Rabí Najman nos enseña en la lección 6 que tenemos que ser expertos en caer. En el mismo instante en que la Mala Inclinación está tratando de tirarnos, Hashem está más cerca que nunca. Tenemos que dirigirnos a Él, pedirle, rezarle. Decirle que sabemos que Él está allí. ¡Entonces llegará la salvación!

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