¡Vamos, Tú Puedes!

¿Cuál es tu prioridad número uno? ¿Acaso tu familia o tus amigos? ¿O tal vez Facebook o las noticias? ¿Tal vez tu prioridad número uno es limpiar la casa o irte corriendo al gimnasio?

4 Tiempo de lectura

Yehudit Bell

Posteado en 17.03.21

¿Cuál es tu prioridad número uno? ¿Acaso tu familia o tus amigos? ¿O tal vez Facebook o las noticias? ¿Tal vez tu prioridad número uno es limpiar la casa o irte corriendo al gimnasio?

Quiero empezar este artículo dejando en claro unos cuantos puntos. Primero, que ¡HASHEM, EL CREADOR DEL UNIVERSO, TE AMA! ¡De veras! ¡Él te ama y lo único que quiere es estar cerca de ti!

Segundo, que en este mundo no estamos en el “Departamento de Resultados”, sino en el “Departamento de Deseos”. De hecho, estamos 100 % a cargo del “Departamento de Deseos” mientras que HaShem está 100 % a cargo del “Departamento de Resultados”. Esto sirve para aclarar el concepto de libre albedrío. Yo puedo usar mi libre albedrío a voluntad para mejorar mi carácter, pero HaShem es el único que puede otorgarme los resultados esperados. Eso es todo lo que somos: nuestros deseos.

Esto es muy buena noticia y sirve para que nos saquemos de encima toda la presión de “jugar a ser Di-s”, por así decirlo. Además, HaShem solamente nos hace responsables por los “deseos”. ¿No es cierto que es algo fabuloso? ¡Lo único que tienes que hacer es querer! Ese es el primer paso. El segundo paso es pedirle a HaShem que te lo conceda. Ahí es donde entra en escena la plegaria personal. El Rabino Arush explica que nuestras plegarias crean vasijas para la abundancia Divina.

Y si lo único de lo que somos responsables son nuestros deseos, entonces ¡manos a la obra! ¿Qué es lo que realmente deseas? ¿Quién deseas ser verdaderamente? ¿De veras quieres acercarte a HaShem? ¿Cómo quieres que sea tu matrimonio? ¿Cómo quieres que se eduquen tus hijos? ¿Realmente quieres quebrar el ciclo de negatividad y crítica con el que te criaron? ¡Lo único que tienes que hacer es simplemente quererlo! Comencemos entonces:

“HaShem, yo sé que Tú me amas, y lo único que quiero en la vida es estar cerca de Ti. Quiero ser una madre y una esposa paciente y amable. Quiero centrarme solamente en los aspectos positivos de mis familiares y de cada persona que conozco. HaShem, yo deseo esto enormemente. Por favor, por favor, ayúdame. Por favor, fortalece en mí estas cualidades, en aras de Ti, y en aras de mi propia alma, y en aras de mi familia y en verdad, en aras de toda la Creación. Porque cada persona que gracias a Tu ayuda logra mejorar está mejorando el mundo y haciendo de él un lugar mejor. Te agradezco tanto, HaShem, por estar conmigo, y por escuchar las palabras de mi plegaria. Y por fortalecer mi deseo de acercarme a Ti. Te quiero tanto, HaShem. ¡Creo en mí misma y confío en Ti!”.

Yo sé que las enseñanzas del Rabino Arush los van a ayudar muchísimo a transformarse en la clase de padres que ustedes quieren ser. Su mensaje es que nuestros hijos son un reflejo nuestro que nos muestra HaShem. Educar significa cambiar educarnos a nosotros mismos. ¡Todo se reduce a la plegaria personal! Porque ¿de qué otro modo puedo cambiar el padre o la madre que soy? Debo trabajar sobre mí misma a través de la plegaria personal. Tengo que querer mejorar. Del resto se encargará HaShem.

Entonces hagamos un inventario. Fijémenos en qué ámbito queremos que nos ayuden a mejorar. ¿Cuál es tu prioridad número uno? ¿Acaso tu familia o tus amigos? ¿O tal vez Facebook o las noticias? ¿Tal vez tu prioridad número uno es limpiar la casa o irte corriendo al gimnasio? Por favor, sé honesta contigo misma, para que puedas pedirle a HaShem que te fortalezca, ya que si la familia no es tu primera prioridad, entonces jamás vas a centrarte en mejorarte como madre y como esposa. ¿Acaso lo que más te molesta es tener mal carácter? Piensa en todas estas cosas y elige una sola cosa en la cual concentrarte.

“HaShem, estoy tan agradecida por todas las enseñanzas que trajo el Rabino Arush a mi vida. Me dan una sola oportunidad para criar a mis hijos y aprendí que para poder ser buena madre tengo que mejorarme a mí misma. HaShem, ayúdame a concentrarme en mi plegaria personal en el punto principal. Estoy muy descontenta conmigo misma cuando les hablo con tono de crítica a mis hijos (HaShem sí te manda buenas ideas cuando se las pides…). Este es un punto muy importante por el cual comenzar, ¿no les parece? Yo quiero ver solamente los buenos puntos de mis hijos, porque eso los va a ayudar a que se conviertan en adultos con autoestima y capaces de amar a los demás. Por favor, ayúdame a fortalecer mi deseo de hacerles solamente comentarios positivos, en vez de enojarme con ellos cada vez que les hablo, y proyectarles mis propios temores. Quiero quebrar el ciclo del habla negativa en mi hogar. ¡Por favor, ayúdame HaShem! ¡Por favor, ayúdame a fortalecer mi deseo de cumplir con Tu voluntad y de ser una madre con emuná, con paciencia, con amor, por favor, HaShem, por favor!”.

Esta es la clase de conversación que puedes tener con HaShem. A veces, cuando HaShem deja que te caigas, y tal vez subes el tono de voz o hablas con tono crítico, tu arrepentimiento puede sonar algo así como esto:

“HaShem, por favor Te pido que me perdones por haberles causado pena a los niños tan preciosos que me confiaste. Estoy enojada conmigo misma por darle más importancia a lavar los platos que a ser paciente y cariñosa con mis hijos. ¿Me perdonas, HaShem? Quiero ser mejor y quiero que fortalezcas este deseo de ser mejor. Quiero educar a mis hijos con amor y en forma sana, para que ellos puedan servirte. Quiero que estés contento con la madre que soy. Por favor, dame fuerzas, y ayúdame a que relegue a los platos a segundo término. A ellos no les duele si están sucios, ¡pero mis hijos sí tienen sentimientos! Ayúdame a internalizar todas las enseñanzas que recibí. ¡Por favor, ayúdame, Di-s mío! No quiero causar más daño y no quiero defraudarte. Gracias, HaShem, por haberme acercado más a ti dejando que me cayera y mostrándome en qué ámbito necesito mejorar. ¡Siento que estás junto a mí y siento que me amas!”.

Sí, lo que tienes que hacer es querer algo y luego pedirle a HaShem que te lo conceda. Y con Su ayuda podrás quebrar el ciclo negativo con el que fuimos criados y traer al mundo niños seguros de sí mismos y espiritualmente sanos!

 

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1. Jaim

11/01/2018

Estoy convencido pero muy confundido

Necesito ayuda de un guía. He hecho plegaria personal, pero mi confusión es gigantesca. Encima tengo desafíos tremendos y lo peor la vida pasa volando. Creo que jamás ni sumando todas mis transgresiones, errores y desaciertos he sido tan mal, por el contrario. Entonces, ¿no es medida por medida para todos? supongo y concluyo porque conozco mis debilidades y Ashem más que nadie sabe que no soy un demonio. Me gustaría entender, ¿Por qué si lo primero que hice cuando me.vi en serios problemas intenté llegar a ese guía espiritual calificado, se me cerraron todas las puertas, y más…?

2. Jaim

11/01/2018

Necesito ayuda de un guía. He hecho plegaria personal, pero mi confusión es gigantesca. Encima tengo desafíos tremendos y lo peor la vida pasa volando. Creo que jamás ni sumando todas mis transgresiones, errores y desaciertos he sido tan mal, por el contrario. Entonces, ¿no es medida por medida para todos? supongo y concluyo porque conozco mis debilidades y Ashem más que nadie sabe que no soy un demonio. Me gustaría entender, ¿Por qué si lo primero que hice cuando me.vi en serios problemas intenté llegar a ese guía espiritual calificado, se me cerraron todas las puertas, y más…?

3. ELI

2/05/2014

HERMOSO ESTE MENSAJE HERMOSO ESTE MENSAJE. HOY SÈ QUE HASHEM ME AMA.

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