Más Alma que Cuerpo

Hace casi dos años, mi mamá sufrió un derrame cerebral que le ocasionó un daño permanente al cerebro, privándola de la capacidad de caminar, hablar y mantener una conversación…

4 Tiempo de lectura

Howard Morton

Posteado en 05.04.21

Hace casi dos años, mi mamá sufrió un derrame cerebral que le ocasionó un daño permanente al cerebro, privándola de la capacidad de caminar, hablar y mantener una conversación 

¿Cómo sería si pudiéramos conversar directamente con el alma?

No me estoy refiriendo a hablar con una persona muerta (que es algo que además de ser macabro, la Torá lo prohíbe). Aquí estoy hablando de atravesar todo lo físico que hay en la persona viva y hablarle al alma en forma directa.

Y después que esa misma alma se comunique directamente con nosotros.

Todos sabemos que cada uno de nosotros está compuesto de dos partes: cuerpo y alma. Sin embargo, es el alma en donde vamos a encontrar al verdadero yo de la persona. Y según Rabi Najman de Breslev, es el alma la que “percibe y entiende niveles sumamente exaltados, mientras que el cuerpo no tiene conocimiento de ellos” (Likutey Moharán I 22:5).

Entonces ¿qué pasaría si pudiésemos hacer a un lado toda la carga materialista que tiene la persona y que está oscureciéndole el alma y alcanzar la parte puramente espiritual de esa persona? ¿Acaso es posible hacer algo así?

Sí es posible, pero eso depende del cerebro.

Rabí Eliahu Dessler (1892-1953) escribe en Mijtav MiEliahu que el cerebro es allí donde el alma reside dentro del cuerpo. Y no sólo eso, sino que además el cerebro actúa como filtro del alma, limitando los poderes espirituales de esta. Rabí Dessler afirma luego que cuando la persona tiene una discapacidad cerebral, los filtros del alma hasta pueden debilitarse (Mijtav MiEliahu tomo 4 en inglés, p.163).

Esto significa que la persona con discapacidad mental en efecto puede volverse mucho más alma que cuerpo, a pesar de que está más que viva.

Lo dicho arroja una luz completamente nueva sobre la forma en que percibimos a aquellos familiares, amigos o vecinos que han sufrido un derrame cerebral que los dejó discapacitados o que sufren de autismo, parálisis cerebral, síndrome de Down y demás, y a la forma en que nos comunicamos con ellos. Si bien percibimos su capacidad mental aparentemente disminuida, también podemos darnos cuenta de que por debajo de esa discapacidad hay una conciencia espiritual indescriptible. Al tener debilitados los filtros de su alma, es muy posible que ellos sean muy conscientes del ámbito espiritual y de sus verdades metafísicas.

Para decirlo sin rodeos, cuando el cerebro deja de funcionar, ahí es cuando el alma empieza a funcionar.

Hace casi dos años, mi mamá sufrió un derrame cerebral que le ocasionó un daño permanente al cerebro, privándola de la capacidad de caminar, hablar y mantener una conversación. Mi madre, que siempre había sido una persona muy activa y muy expresiva, ahora ni siquiera era capaz de asentar con la cabeza para responder sí o no cuando le hacíamos las preguntas más simples.

La mayoría de las veces que la visité en el hogar de ancianos donde ahora vivía, mi mamá siempre me recibía con una enorme sonrisa, lo cual era señal segura de que me reconocía. Entonces ella empezaba a mover la silla de ruedas con la única mano que todavía controlaba. Más que nada, lo que hacía con la silla de ruedas era ir para atrás. Se pasaba visitas enteras yendo hacia atrás por los pasillos, comedores y patios. Todo el tiempo que estaba sentada en la silla de ruedas, se la pasaba moviéndose hacia atrás, a menos que se apoyara contra una pared o estuviera comiendo.

Yo quería comunicarme con mi mamá. Por supuesto que cada vez que la iba a visitar me ponía a hablar con ella, pero yo quería que la comunicación fuera más profunda. Consciente de que el derrame cerebral había debilitado el filtro de su alma, yo anhelaba poder llegar a su alma. Quería de alguna manera ayudarla al nivel del alma.

Un día estaba yo a solas con mi mamá. No había nadie más en la habitación. Esta era mi oportunidad para realmente llegar a su alma a un nivel espiritual. Así que hice algo que nunca antes había hecho con ella, ni siquiera antes del derrame cerebral. Saqué un Jumash, los Cinco Libros de Moisés, y empecé a leerle la porción de la Torá de esa semana.

Lo que ocurrió después fue algo increíble.

En vez de moverse hacia atrás con la silla de ruedas como siempre, mi mamá lentamente fue moviendo la silla de ruedas hacia adelante, hacia donde yo estaba sentado. Entonces se detuvo y me miró.

Mientras yo leía y explicaba la porción de la Torá, mi mamá se quedó absorta. Todo ese tiempo no se movió hacia atrás y sus ojos no se apartaron de mi rostro. Incluso se acercó más a mí, me tomó la mano y la besó, como diciendo: “Gracias por nutrir con Torá mi alma sedienta”. Entonces movió la cabeza más cerca del Jumash que yo sostenía en las manos.

Después de veinte minutos, le pregunté a mi mamá si quería que continuara. Ella me respondió con la cabeza que “sí” mientras me miraba directo a los ojos.

Me quedé sin aliento. No había visto a mi mamá asentar con la cabeza en señal de aprobación ni una sola vez desde que tuvo el ataque. Era algo que su neurólogo dijo que no iba a poder hacer.

Yo seguí leyendo y explicando la porción semanal de la Torá. Y mi mamá continuó sentada tranquila y escuchando, participando. Una vez que terminé, cerré el Jumash. En un instante, mi mamá otra vez empezó a moverse, yendo hacia atrás con la silla de ruedas por toda la habitación.

Si bien mi mamá siempre había sido una persona con conexión espiritual, esta fue la experiencia más profunda que compartí con ella. Una experiencia del alma. Logré comunicarme con su alma y ella se comunicó conmigo.

La mayoría de nosotros, cada vez que vemos a personas que sufrieron un derrame cerebral, como mi mamá y otros individuos con discapacidad mental, tendemos a centrarnos en las limitaciones físicas. A menudo percibimos a estas personas como personas con poderes reducidos mientras que nosotros mismos sentimos que estamos en completo poder de nuestras facultades. Pero díganme algo: en el mundo de la espiritualidad, ¿quiénes son los que están discapacitados y quiénes son los que están más a tono con sus poderes espirituales? Espero comentarios…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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1. Claudia Lorena Ramos

7/24/2021

Trabajo con población con discapacidad en el sector educativo, y siento que es la oportunidad perfecta de hacer y ayudar al otro. Este articulo me encanto, porque le da más razón a lo que hago con ayuda del Eterno. Haré más plegaria en los momentos que interactúo con ellos.

2. Israel Puerta

3/01/2019

Un claro ejemplo de que el alma alimenta y nutre nuestra existencia

3. Israel Puerta

3/01/2019

Shalom, gracias al Eterno

Un claro ejemplo de que el alma alimenta y nutre nuestra existencia

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