El árbol de la vida

Cualquiera puede disfrutar del paraíso en este mundo. Y esto es algo que te lo puedo demostrar

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 15.03.21

 

Cualquiera puede disfrutar del paraíso en este mundo. Lo único que hace falta es que escuche a Hashem. Y esto es algo que te lo puedo demostrar – es algo que aprendemos de la Torá.

 

Hashem les dio a Adán y Eva todas las comodidades imaginables. Les dio cientos de variedades de frutos exóticos, nueces, verduras, moras, etc. Dondequiera que iban, disfrutaban de fragancias imposibles de describir. Y el paisaje… ¡de una belleza indescriptible! Ríos y manantiales de aguas azules, céspedes verdes, flores silvestres de todos los colores y todas las formas. Además tenían ángeles que los atendían y que les servían vinos y jugos añejados en el Cielo…

 

Adán y Eva iban al centro del Jardín del Edén y contemplaban el maravilloso Árbol de la Vida, cuyas hojas eran brillantes chispas de energía Divina. ¿Quién puede imaginarse una visión tan sublime?

 

Tenían el paraíso en este mundo, pero no les alcanzaba. De todo el Jardín del Edén que tenían a su disposición, quisieron esa única cosa que les estaba prohibida: comer el fruto del Árbol del Conocimiento.

 

Que Adán y Eva me perdonen, pero ¿cómo es posible que hayan cometido un error tan tonto? La respuesta es que ellos dejaron que sus pasiones físicas tuvieran precedencia por sobre el mandato de Hashem.

 

La gente piensa que la libertad es “que cada uno haga lo suyo”, sin importar si esto implica infringir la Torá. Pero he aquí una importante regla que debemos recordar: en el momento en que uno deja de lado los preceptos de Hashem para hacer lo que se le antoja, pasa del paraíso al purgatorio. La vida se transforma en un infierno, cuando podría haber sido un paraíso.

 

Rabí Najman de Breslev enseña que el paraíso terrenal es cuando la persona sabe que todo lo que le sucede en la vida es de Hashem y que todo es para bien. La más clara indicación de que uno siente esto es cuando Le canta alabanzas a Hashem.

 

En su famoso cuento “El Maestro de la Plegaria”, Rabí Najman cuenta una parábola (que tiene bastante de profético) acerca de varios países cada uno de los cuales poseía un cierto valor que era de suprema importancia para sus ciudadanos. El rey de cada país era un individuo que era el paradigma de ese valor. Por ejemplo, en la “Tierra de las Riquezas”, el rey era el hombre más rico; en la “Tierra de la Inteligencia”, el rey era el que tenía el coeficiente intelectual más elevado; en la “Tierra de la Lujuria”, el rey era el que tenía el harem más grande, etc.

 

Rabí Najman está haciendo alusión al motivo por el cual el Rey David llegó a ser el Ungido de Israel y el predecesor del Mashíaj ─ que venga muy pronto, amén. La Guemará nos cuenta que el Rey David cantó más canciones de alabanza que nadie en toda la historia. Incluso cantó un mizmor, una canción de alabanza, cuando su propio hijo Abshalom se alzó contra él, tratando de asesinarlo. ¿De dónde saca David tanta fuerza? Del hecho de saber que Hashem hace todo para bien.

 

Y como el Rey David fue nuestro Rey, de él aprendemos que de nosotros depende cantarle cantos de alabanza a Hashem. Nosotros somos la nación de la plegaria y el Mashíaj es nuestro rey, o sea, el Maestro de la Plegaria.

 

Hay gente que piensa que la plegaria es una pérdida de tiempo que podría aprovecharse mejor estudiando Torá. La Guemará no está de acuerdo. El Rey David estudiaba Torá desde la puesta del sol hasta el alba. Nadie en la Guemará pregunta por qué el Rey David no estudiaba toda la noche. Vemos que pasaba la misma cantidad de tiempo cantando alabanzas a Hashem que estudiando Torá.

 

El Rey David sabía que Hashem “le a la persona el poder de prosperar”. Y dado que él atribuía todos sus poderes físicos y espirituales y todos sus logros a Hashem, siempre podía cantarle cantos de alabanza.

 

De esto aprendemos la táctica de la mala inclinación: la mala inclinación ciega a la persona de modo que esta no pueda ver la mano de Hashem en los éxitos que tiene ni pueda ver lo intrínsecamente bueno que hay detrás de cada cosa “mala” que le pasa. Esta persona ya no tiene deseos de rezar y mucho menos de entonar cantos de alabanza.

 

En resumen: la mala inclinación le echa un balde agua helada a la emuná de la persona, enfriándola inmediatamente hasta que se queda completamente neutralizada. La emuná es cuando la persona está feliz con lo que tiene. Ese es el paradigma de la riqueza espiritual, del paraíso terrenal, del Árbol de la Vida. Es como yo siempre canto “O emuná o guehenom”. El infierno (guehenom) es cuando la persona cae en las garras de la mala inclinación y no ve la mano de Hashem en cada cosa que pasa.

 

La emuná es el paraíso. Es el Árbol de la Vida. Cada uno de nosotros puede recuperar lo que perdieron Adán y Eva. La emuná es el boleto a una vida de felicidad y satisfacción, en la que podremos pasarnos el día entero cantándole a Hashem.

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1. Patricia García viola

8/02/2018

Lei el artículo de los noajidos

Muy bueno ese artículo me sentí que uds si acepta a gentiles y eso lo agradezco mucho Una pregunta que le quiero hacer Mi esposo empezó escuchando los vídeo del Rabino Yonatan Galed Y de verdad me sentía bien por que estábamos en el mismo creciendo pero resulta que hace unos días me comentó que el mejor volvía a su creencia anterior que es la del hinduismo, SAI baba y budismo . Y muchas veces me atormenta con esa música que pone yo no quiere escuchar Made any ni los salmos Y siento que eso hace que Hashem se aparte de nosotros Quiero que me den una orientación o algúna escritura para yo mostrarle y hacer ver que está perdido entonces tiene un enredo porque hace hibodedut y oraciones judías y las mezcla con el budismo y y toda esa filosofía hinduismo Eso me tiene muy mal en todos los aspectos eso nos tiene afectado hasta lo económico Eternamente agradecida porfa un Auxilio

2. Patricia García viola

8/02/2018

Muy bueno ese artículo me sentí que uds si acepta a gentiles y eso lo agradezco mucho Una pregunta que le quiero hacer Mi esposo empezó escuchando los vídeo del Rabino Yonatan Galed Y de verdad me sentía bien por que estábamos en el mismo creciendo pero resulta que hace unos días me comentó que el mejor volvía a su creencia anterior que es la del hinduismo, SAI baba y budismo . Y muchas veces me atormenta con esa música que pone yo no quiere escuchar Made any ni los salmos Y siento que eso hace que Hashem se aparte de nosotros Quiero que me den una orientación o algúna escritura para yo mostrarle y hacer ver que está perdido entonces tiene un enredo porque hace hibodedut y oraciones judías y las mezcla con el budismo y y toda esa filosofía hinduismo Eso me tiene muy mal en todos los aspectos eso nos tiene afectado hasta lo económico Eternamente agradecida porfa un Auxilio

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