Fe Ciega

Cada tanto la gente se hace cuestionamientos acerca de la vida, lo que en hebreo se llaman “kushiot”, sobre todo aquello que no logran comprender.

¿Por qué no tengo éxito? ¿Por qué nada me sale bien? ¿Por qué no logro encontrar pareja?

La vida está llena de preguntas.

Y qué podemos hacer cuando nos surgen preguntas como estas? Rabi Najman dice que tenemos que fortalecer nuestra emuná. Y es por eso que a la emuná se la llama “fe ciega”, pero no en el sentido peyorativo de los que no creen, sino como la expresión que emplea el Sagrado Libro del Zohar.

Y por qué fe “ciega”?

La emuná no tiene lógica. La emuná debe preceder al intelecto. La emuná supera tanto al intelecto como a la lógica. En primer lugar, debemos creer. Creer que lo que nos sucede es lo que Hashem quiere y que es para bien.

Primero creer. Sin entender nada. ¿Qué mortal es tan presuntuoso o arrogante como para pretender entender al Todopoderoso?

En la vida de cada persona hay veces en que las cosas no salen bien. Hoy todo va bien y mañana, todo va mal. La tranquilidad se vuelve un caos en y entonces…

Si la persona se pregunta: “¿Por qué me está pasando todo esto?”, entonces todavía no está “enchufado” en la emuná.

Si tienes preguntas, entonces, tal como enseña Rabí Najman, debes saber que tienes que fortalecer tu emuná. No puedes entender lo que te pasa a nivel intelectual. Por lo tanto, tienes que creer que esto es lo que Hashem quiere y es para bien.

El Zohar llama a la emuná “la joven bella que no tiene ojos”. La fe es ciega. Si quieres creer, entonces cree. Si quieres entender, no vas a poder creer. ¿Por qué?

Vayamos un paso más allá. Como tú crees que el Creador es puro bien y todo lo que Él hace es bueno, ahora estás en la “modalidad de emuná”. La lógica y el intelecto no son más obstáculos en tu camino, porque te has elevado por encima de ellos al conectarte con Hashem a través de la emuná.

No entiendes lo que está haciendo el Creador? Eso no es problema. Nadie puede entenderlo.

El Creador no se enoja contigo porque no puedes comprenderlo. Pero si no crees en Él, entonces ahí sí que hay un problema. Todos debemos comprender bien este punto: tenemos que saber que en la vida, no podemos entender lo que nos pasa, ni siquiera cuando nos va bien.

Y cuando las cosas se complican, nos hacemos preguntas: “Tal vez no actué bien. Tal vez cometí alguna falta…”.

No importa qué clase de preguntas tengas. Son todas confusiones. Déjalas a un lado y aférrate a la emuná. Bien fuerte!

Es fácil entender por qué todo el tema de la gratitud y la alabanza a Hashem es tan efectivo para solucionar problemas. Es que ninguna puerta se cierra ante la gratitud. ¿Por qué? Ningún ángel tiene permitido acercarse ni interferir cuando alguien alaba a Hashem, ya que eso evita que Hashem reciba gratificación.

Puedes pedirle a Hashem todo lo que quieras, pero si no te lo mereces, entonces es probable que tus pedidos no sean respondidos. Si los ángeles acusadores ven que no eres digno, entonces pueden obstruir tu pedido.

Pero si vienes a expresar tu gratitud, entonces ningún ángel puede obstruir tus expresiones de gratitud y alabanza. ¡Ese es el poder de la emuná, la bella joven ciega!