Vitalidad

Vitalidad es algo que todos necesitamos. Qué no hace uno por obtener un poco de vitalidad. Uno trabaja todo el santo día y compra todo tipo de cosas para sentirse vivo. Se va de vacaciones, sacrifica todo lo que tiene: todo solamente por un poco de vitalidad. Se pasa todo el día preocupado, sin nada de vitalidad, para poder algún día sentirse vital!

Rabi Najman nos dice que el lugar donde podemos obtener vitalidad es la plegaria, la tefilá.

La vitalidad consiste en servir a Hashem. ¿Qué otra cosa podemos hacer en este mundo? ¿Qué nos va a quedar de todas las otras cosas? La más grande vitalidad es lograr el éxito en el estudio de la Torá y hacer teshuvá. Los pecados son los que nos privan de nuestr vitalidad. La persona que aún no hizo teshuvá está perdiendo su sitio, y no tiene vitalidad.

La verdadera fuente de la vitalidad es la Torá, la daat (conciencia espiritual), la emuná. Y de dónde las obtenemos?

Cuando la persona no se concentra en sí mismo y actúa en forma desmedida, se confunde. Se expande en todas direcciones, y quiere cosas que ahora mismo no puede obtener. Y eso lo deja más confundido y más estresado aún. Si se concentrara en sí misma, escucharía clases de Torá y haría hitbodedut a diario, y se sentiría mucho mejor. Tendría vitalidad.

Es muy difícil cambiar a una persona. Uno puede darle sermones todo el día, pero no lo va a cambiar. “Deja de pecar, deja de robar, empieza a rezar, empieza a estudiar”. Pero esta persona no sabe pro qué tiene que cambiar, no siente que puede cambiar y tal vez ni siquiera sea consciente de que está haciendo algo mal. Pero si le das a probar un poco de vitalidad, entonces todo va a cambiar. La vitalidad es adictiva.

¿Cuál es el más grande placer en este mundo? Es quebrar nuestra servidumbre en la búsqueda de placeres mundanales. Rabi Najman quiere que nos conectemos con la Verdad. Cuando nos conectamos con la Verdad, sabemos qué es la emuná, y sabemos el valor de cada acción y de cada pensamiento. Hashem se deleita cada vez que pienso en     Él. Y mucho más si me dirijo a     Él por mis problemas y hablo con Él”.

El Faraón nos esclaviza, nos roba nuestra vitalidad. Él prospera gracias a la falsedad, gracias a la lujuria y demás pasiones físicas. Él nos dice que hay tantas cosas de las que preocuparse, y entonces pasamos todo el tiempo como esclavos cuando podríamos ser libres Incluso cuando tenemos alguna seguridad financiera, nos preocupamos por nuestros hijos, nuestros nietos… ¿cómo se las van a arreglar?

Antes uno se preocupaba solamente por ese mismo día, pero ahora uno se preocupa por lo menos por las tres generaciones siguientes! Oy… hoy no me sentía bien… ¿quién sabe si no contraje alguna terrible enfermedad? ¿Qué puedo hacer? Cuando el Faraón tiene éxito, nosotros somos Sus esclavos, en vez de servir a Hashem.

El Rebe, Rabi Najman, quiere que tengamos vitalidad ahora mismo, que seamos libres. Pesaj es el mejor momento para retornar a Hashem igual que en Rosh Hashaná y Yom Kipur. Servir al Faraón trae amargura pero no hay nada más dulce que servir a Hashem.