El Príncipe-Pavo, #4

Al día siguiente, el sabio inició la etapa final de su operación. El sabio se levantó, se quitó toda la suciedad de su ropa, y se sentó a la mesa del rey…

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Rabi Najman de Breslev

Posteado en 06.04.21

Traducido y editado por: Rab Yonatán D. Galed

Ilustrado por:Rebeca Shapiro
 
  
Al día siguiente, el sabio inició la etapa final de su operación. El sabio se levantó, se quitó toda la suciedad de su ropa, y se sentó a la mesa del rey 
 
 
El Príncipe-Pavo, Parte 4:  
 
Al día siguiente, el sabio inició la etapa final de su operación. El sabio se levantó, se quitó toda la suciedad de su ropa, y se sentó a la mesa del rey. El Príncipe-Pavo quedó perplejo. “¿¿Qué estás haciendo??”, preguntó al sabio. “Me siento a la mesa. ¿Pensabas que los pavos no se sientan a la mesa? Puedes ser un pavo y aún sentarte a la mesa”. El Príncipe-Pavo se encogió de hombros, se levantó, se sacudió de encima toda la suciedad de su ropa y se sentó también a la mesa del rey.
 
Durante algunos días, el sabio y el Príncipe-Pavo se sentaron juntos a la mesa del rey, vestidos con ropa real y comiendo la comida real. Por fin, una mañana, mientras el sabio y el Príncipe-Pavo bebían a sorbos un poco de café turco, el príncipe empezó a mirar a su alrededor, miró el comedor real, todas las pinturas lujosas, las delicadezas, los criados y, finalmente – a su padre, el rey. Él finalmente entendió: ¡Él era un príncipe, no un pavo!
 
 
 
 
Él finalmente entendió: ¡Él era un príncipe, no un pavo!
 
La próxima semana, con la ayuda del Todopoderoso, hablaremos de las lecciones que aprendimos de nuestra historia sobre “El Príncipe-Pavo” … ¡¡No se lo pierdan!!
 
  
Continuará…

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