El Príncipe-Pavo, #2

El Príncipe-Pavo estaba contento de encontrarse con otro pavo, y rápidamente se hicieron buenos amigos. Cacarearon y picotearon juntos todo el día…

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Rabi Najman de Breslev

Posteado en 06.04.21

Editado e Ilustrado por: Rebeca Shapiro

 
El Príncipe-Pavo estaba contento de encontrarse con otro pavo, y rápidamente se hicieron buenos amigos. Cacarearon y picotearon juntos todo el día… 
 
 
El Príncipe-Pavo, Parte 2:  
 
 
Inmediatamente, el sabio comenzó a poner su método alternativo en práctica. Se quitó toda la ropa, se puso alas de papel y se sentó al lado del Príncipe-Pavo bajo la mesa real. El príncipe le miró graciosamente, y aún siguió comiendo sus migajas y huesos. El sabio también comenzó a picotear en los restos.
 
“¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?”, preguntó el Príncipe-Pavo.
 
El sabio contestó a su pregunta con otra pregunta: “¿Quién eres ?, ¿¿y qué haces aquí??
 
“Soy un pavo”, contestó el príncipe.
 
“Genial, yo también soy un pavo”, contestó el sabio.
 
El Príncipe-Pavo estaba contento de encontrarse con otro pavo, y rápidamente se hicieron buenos amigos. Cacarearon y picotearon juntos todo el día.
 
Al día siguiente, después de comer el desayuno de pavo hecho de migas y suciedad, el sabio señaló a un criado para que le lance dos camisas debajo de la mesa, y se puso una de ellas. El Príncipe-Pavo quedó perplejo.
 
“¿¿Qué estás haciendo??”, preguntó el confuso Príncipe-Pavo.
 
“Me pongo una camisa. ¿Piensas que pavos no llevan camisas? Puedes ser un pavo y aún tener una camisa puesta”.
 
El Príncipe-Pavo se encogió de hombros y se puso la otra camisa.
 
 
“¿¿Piensas que pavos no llevan camisas? Puedes ser un pavo y aún tener una camisa puesta”.
 
 
Continuará…

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