Los Huevos Perdidos #2

Algo le pareció extraño, así que dirigió una segunda mirada alrededor ya que le faltaba una de las cajas. "¡Algo aquí está muy mal! ¡MUY MAL!..."

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Rab Yonatán D. Galed

Posteado en 05.04.21

Basado en un relato por: Rab Lazer Brody
 
Ilustraciones: Rebeca Shapiro
 

Algo le pareció extraño, así que dirigió una segunda mirada alrededor ya que le faltaba una de las cajas. "¡Algo aquí está muy mal! ¡MUY MAL!…"

 
Los Huevos Perdidos, Parte 2:
  
Un huevo perdido podía causarle al Sr. Oscar noches sin dormir.
 
De hecho, cualquier falta de orden podía hacerle lagrimar.
 
Por tradición, las tiendas en el "Manantial de la Pureza" se cierran cada mediodía  para el almuerzo.
 
La siesta de cada tarde es una buena oportunidad para descansar y refrescarse.
 
Los dueños de las tiendas del "Manantial de la Pureza" nunca se molestan en cerrar con llave sus puertas, cada uno sabe que lo que es de él, es de él y lo que es del otro, es del otro. La gente de "Manantial de la Pureza" es gente recta y honorable.
 
Si alguna vez necesitas algo urgente a la hora del almuerzo o por la noche, simplemente entras a la tienda, tomas lo que necesitas, dejas un pagaré firmado – ¡y no hay problema!
 
Y si lo deseas, puedes hasta dejar el dinero en efectivo junto a la caja registradora, nadie lo tocará.
 
Pero un día, nuestro amigo, el simpático Sr. Oscar volvió a la tienda después de la siesta como habitualmente lo hacía, dos minutos antes de las tres.
 
Cuando se fue a descansar, tenía cinco cajas enteras de huevos frescos en su depósito.
 
Algo le pareció extraño, así que dirigió una segunda mirada alrededor ya que le faltaba una de las cajas. Entonces, se apresuró a la tienda para ver si alguien le había dejado el pago de los huevos.
 
Pero después de buscar y buscar… ¡No encontró ni rastros de dinero!
 
Su pulso se aceleró y su cara enrojeció por la  preocupación. ¡Esto era demasiado para él!
 
¿Qué pasó con los doce huevos frescos? El misterio no lo dejó en paz todo el día.
 
"¿Cómo podría alguien llevarse algo de su tienda y olvidarse de pagar?", pensó. "¡Algo aquí está muy mal! ¡MUY MAL!…".
 

 

Continuará…

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