Escucha los pasos del Mashíaj

¿Conoces a esos que siempre te dicen “por favor", pero su tono dice "me lo merezco"?

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 07.11.21

¿Conoces a esos que siempre te dicen “por favor", pero su tono dice "me lo merezco"? Aprendieron en el jardín de infantes que "por favor" es la palabra mágica, pero no aprendieron ni en el jardín de infantes ni tampoco más tarde, cuál es el significado real de esta frase.

 

La semana pasada, hablamos sobre los pecados de la generación del desierto, que surgió de la sensación de que "me lo merezco todo", eb contraste con la humildad absoluta de Moshe Rabeinu, quien siempre sintió ante Dios que no merecía nada y que solamente pedía un regalo gratis. Explicamos en detalle el descaro y la audacia del invitado con el cual el anfitrión hace un gesto de benevolencia, pero él sólo se queja y se queja.

 

En la parashá de esta semana, en la que las lamentaciones del pueblo judío alcanzan nuevos picos, causando grandes problemas, volveremos a ver la imagen del pastor fiel, que es para nosotros un símbolo y un ejemplo del simple reconocimiento de que Dios no nos debe absolutamente nada.

 

El gran problema es que todos caemos en esto. Todos en su corazón sienten que se merecen una recompensa por sus buenas obras. Pero la verdad es que la persona debería sentir no sólo que no se merece nada por sus buenas acciones, sino que debe sentir que, cuanto más cosas le dan, mayor es su deber de agradecerle a Hashem y alabarlo.

 

Volvamos a Moisés: el hombre que, a la edad de ciento veinte años, alcanzó el más alto nivel: la pureza absoluta, recibir la Torá y difundirla a todo el pueblo de Israel. Pero esta persona tan grande y tan santa no tiene ni el más mínimo pensamiento de "me lo merezco" y no se le ocurre exigirle a Dios algo para sí mismo, ciertamente nada material, porque el materialismo no le interesa en absoluto a Moshe Rabeinu, sino incluso en lo espiritual, donde solamente pide un don gratuito.

 

Atención: "don gratuito" no es un mero juego de palabras ni un eslogan; no es una palabra mágica, sino un sentimiento real. Un sentimiento real de que Dios no me debe nada, y quién soy yo para pedirle a Dios algo. El saber que Él es un Dios compasivo y misericordioso, y que les da regalos gratuitos a aquellos que no son dignos en absoluto.

 

Moshé Rabenu vivió la simple verdad de que Dios no le debía nada, así que incluso después de quinientas quince plegarias, ni siquiera se le pasó por la cabeza que se “mereciera” algo. Y todo el que viva esta simple verdad podrá orar y pedir un regalo gratuito igual que Moshe Rabbeinu.

 

En la generación en la que vivimos, es muy común escuchar a la gente quejarse de que rezan y no obtienen lo que piden. Eso se debe a que les falta este entendimiento: su plegaria no es una plegaria sino un reclamo completo: "¡Dame esto, que me lo merezco!" – Tal plegaria no es aceptada.

 

Las lamentaciones surgen del hecho de vivir una mentira, pensando que Hashem nos debe algo. No nos damos cuenta del descaro que es pensar de esa manera. Y esa es la fuente de toda la soberbia y la herejía.

 

El camino a la emuná, la gratitud, la redención y la rectificación de todas las transgresiones es alcanzar el reconocimiento de que Hashem no me debe absolutamente nada y aceptar cada bondad que Él hace conmigo con la absoluta conciencia de que es un regalo gratuito de Él hacia mí. Esta es la base de la vida de emuná y la que nos permitirá alcanzar la Redención Final, muy pronto en nuestros días, amén.

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1. Ramiro Ponce

6/12/2019

Muy lindo gracias

2. Ramiro Ponce

6/12/2019

Muy lindo gracias

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