No Digas que Eres Demasiado Viejo

Tengo 66 años. Durante 65 años de mi vida no tenía conciencia de lo que es la Emuná y tenía muy pocos conocimientos de lo que es la historia judía...

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Martín Haber

Posteado en 05.04.21

Tengo 66 años. Durante 65 años de mi vida no tenía conciencia de lo que es la Emuná y tenía muy pocos conocimientos de lo que es la historia judía. Rara vez asistía a servicios religiosos y hasta me salteaba las Altas Festividades. Vivía una vida que les daba la bienvenida a las experiencias mundanas y me consideraba a mí mismo judío únicamente de apellido. No me caía bien el estilo de vida ortodoxo, al que consideraba completamente arcaico.

Pero entonces, hace siete meses, y tras sufrir una vivencia muy difícil en mi vida laboral, empecé a escuchar CDs de Emuná que me dio mi hijo, que es un baal teshuvá (judío que se acerca a sus raíces). Fue entonces que empezó a crecer mi interés por el judaísmo y me sentí lleno de ganas de estudiar y practicar el judaísmo como nunca antes.

Antes de este despertar espiritual, por llamarlo de alguna manera, mi vida habría podido servir de guión para una novela cautivante. Sin entrar en demasiados detalles, permítanme contarles que ya desde muy joven había alcanzado grandes logros y que era muy famoso entre mis colegas. Todos me consideraban una persona inteligente y sumamente ambiciosa y mi ego se disparaba cada vez más. Pero también estuve involucrado en experiencias espirituales muy negativas. E incluso cuando me encontré en situaciones personales que eran una amenaza contra mi seguridad personal y mi estabilidad financiera, sin que yo lo supiera, HaShem estaba allí para protegerme y para ayudarme financieramente. Yo por esa época ni siquiera pensaba en HaShem, pero Él sí pensaba en mí…

Ahora me pregunto a mí mismo por qué HaShem estaba dispuesto a asistirme cuando a mí no me importaba en absoluto de Él?

Muchos años de mi vida los pasé sin tener la menor conciencia de la presencia de HaShem. Pero una vez que tomé conciencia de HaShem y de la Emuná, empecé a reflexionar acerca de mi vida y me di cuenta de que HaShem me había llevado a conocer al Rabino Arush. Toda mi vida había sido un preámbulo para el momento en que descubrí la Emuná. Y todas las experiencias negativas que tuve eran mensajes de HaShem para que me despertara. Pero no me desperté. El hecho de que mi vida anterior estaba tan repleta de experiencias espirituales negativas y que a pesar de todo eso, HaShem me condujo al sendero de la Emuná es prueba fehaciente de que HaShem me ama y quiere que me ocupe de la rectificación de mi alma. Y también me hizo dar cuenta de que nadie, no importa qué haya hecho antes, puede encontrar la Emuná y acercarse a HaShem.

Yo soy tan sólo un principiante que trata de continuar estudiando seriamente y practicando el judaísmo. Voy muy despacio pero pienso que voy progresando. Pienso en HaShem y Le rezo muchas veces al día y leo y releo pasajes de EN EL JARDÍN DE LA FE y LAS PUERTAS DE LA GRATITUD a diario. También miro los videos del Rabino Arush en español. Y les aseguro que todo esto me dio vuelta por completo la forma de vivir. No obstante, soy perfectamente consciente de que debo continuar buscando la Emuná, por más obstáculos que se me presenten en el camino, porque sé que esa es la llave espiritual para el crecimiento y el progreso espiritual.

Todos podemos transitar por el camino de la Emuná, si tan sólo tenemos el deseo de hacerlo y mejorar la forma de vida. La voluntad es un prerrequisito indispensable. La gratitud a HaShem por todo lo que Él nos dio, así como la plegaria personal, son otros pasos imprescindibles para comenzar y continuar en el viaje que nos va a conducir a una Emuná completa. No digas que eres demasiado viejo. Rabí Najman enseña que mientras la vela esté encendida, aún podemos corregir…
 

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