Quebrar el miedo

La vida está llena de incógnitas. La incertidumbre del mañana puede causar ansiedad y temor. Dicho temor se puede manifestar presión social, problemas financieros y dudas constantes. Si bien estos temores tienen poca lógica que los sustente, no obstante se fortalecen en el inconsciente, produciendo un círculo vicioso de comportamiento negativo.

Las aflicciones que enfrenta la gente suelen ser resultado de los temores caídos que no fueron elevados a Dios. Si la persona no tiene temor en el Todopoderoso, ese temor se transfiere a otras áreas que finalmente lo inhibirán de alcanzar cualquier cosa que esté más allá de su ansiedad.

La clave para superar el miedo es diferenciar quién eres como un alma, de los pensamientos, deseos y hábitos que alimentan estas conductas. Esta importante distinción es el primer paso para encontrar la confianza para abrirte a las interminables oportunidades que están del otro lado del miedo. Esta distinción radica en la conciencia de que no tienes miedo, siento que sientes miedo. No eres un fumador; tienes el hábito de fumar. No eres tu miedo. Eres un alma.

Este proceso de llegar a conocerte a ti mismo nos da la oportunidad de entender los patrones de pensamiento que no te dejan avanzar. En la base de tus dudas hay pensamientos perpetuos que jamás fueron cuestionados; son el feedback reciclado que rápidamente se transforma en falsas creencias que continuamente inhiben tu desarrollo espiritual y psicológico.

El libre albedrío se experimenta cuando se conquista el miedo, cuando los pensamientos ya no controlan tus decisiones, y cuando puedes dar un paso atrás de una cierta situación para cuestionar cómo quieres realmente reaccionar. El cerebro humano tiene la capacidad de revisión neurológica. Cada persona puede entrenar su mente para que evite los pensamientos que controlan los temores, de interrumpir el ciclo de negatividad interrumpiendo constantemente el neurofeedbak que comunica todos los motivos por los cuales puedes fracasar. Al reconectar tu cerebro, puedes crear una realidad completamente nueva, una que esté gobernada por la fe, no por el miedo.

La fe provee esperanza en el futuro. El miedo es la personificación de la renovación. La fe te permite creer que, por medio de la plegaria, todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Y nos da la oportunidad de conectarnos con Dios y nuestra alma. Cuando la persona está conectada con su alma, puede recurrir a la energía Divina que es ilimitada y eterna y no está limitada por las limitaciones de las inhibiciones humanas.

Por  medio de la meditación, la hitbdoedut y la plegaria sentida, puede buscar los patrones de pensamiento que desencadenan las emociones negativas y trabajar para reconectar esos pensamientos cuestionando su validez. La tranquilidad mental surge cuando elevamos nuestras preocupaciones a Dios y vivimos con el conocimiento de que Ein Od Milvadó  – no hay fuera de Él. Dios es el único que está en control del resultado y por lo tanto lo único que podemos hacer en este mundo es poner lo mejor de nosotros mismos y dejar que Dios se encargue del resto, y dejar que los temores vayan desmoronándose…