El Sentido de la Vida

Al salir a las calles de la ciudad, vemos frente a nosotros un mundo inquieto y enojado. Todos están apurados y tensos, y en todos lados se escuchan discusiones y querellas...

5 Tiempo de lectura

Rabino Shalom Arush

Posteado en 07.11.21

Al salir a las calles de la ciudad, vemos frente a nosotros un mundo inquieto y enojado. Todos están apurados y tensos, y en todos lados se escuchan discusiones y querellas – todo esto es el resultado de la falta de fe…

 
Sin la fe, la vida no tiene ningún sentido porque a su fin espera indudablemente la trampa de la muerte. Entonces, encontramos que todo lo que el hombre se fatiga y se esfuerza en conseguir – es en vano. Porque aunque llegue a lo que deseaba, no podrá gozar eternamente de los frutos de su duro trabajo, pues morirá y como está escrito (Eclesiastés 5:14): “Así como salió del vientre de su madre, desnudo volverá a irse como vino, y nada cargará de su esfuerzo que pueda llevar en sus manos”. Con mayor razón porque el hombre no sabe cuándo llegará su fin y todos sus planes pueden interrumpirse. Debe saber que de todas maneras, va ser llevado de este mundo sin conseguir todo lo que esperó obtener y como han dicho los Sabios: “No existe el hombre que morirá y la mitad de sus deseos en su mano”. Y también mientras vive, todo el curso de su vida está lleno de tribulaciones y dificultades mucho más que sus momentos de gozo, como está escrito (íd., 2:23): “Porque todos sus días son dolores y enfado”.
 
Ya dijo uno de los grandes Justos: “Todos dicen que existe ‛este mundo’ y el ‛Mundo Venidero’. Nosotros creemos que el ‘Mundo Venidero’ existe. ¿Pero es posible que también exista ‛este mundo’ en algún lugar? Porque por los grandes sufrimientos que todos siempre padecen, parecería ser éste el infierno. Así que verdaderamente – ¡‘este mundo’ no se encuentra en absoluto!”.
 
Cuando observamos a nuestro alrededor – la vida de nuestros vecinos, conocidos y parientes, vemos que todos tienen siempre sufrimientos: problemas de salud, con la crianza de los hijos, con su espíritu, su cuerpo o su dinero. Incluso hasta en las “historias de éxito” como las de los ricos y famosos, si observamos bien vemos que detrás de la historia de éxito hay un hombre muy desgraciado y sufrido. Y sabemos cuantas quiebras, suicidios, divorcios y otras cosas semejantes acompañan a estos “exitosos”. Todo esto nos muestra la realidad en forma clara – ningún hombre tiene verdadero gozo en este mundo sin la fe, pues sin ella la vida no tiene sentido.
 
Pero, por medio de la fe hay un sentido en cada cosa y todo tiene una causa. Incluso el hombre que toda su vida tuvo dolor y sufrimientos, encontrará un verdadero y fuerte consuelo en la fe. Y si al mismo tiempo recibiera una correcta guía de cómo arrepentirse y retornar al Creador, lograría salvarse de toda tribulación. ¡Acuérdate bien! El Creador no quiere castigar al hombre, todo el objetivo de los sufrimientos es despertar al hombre a retornar a Él, para que merezca empezar a vivir su meta y gozar de la vida.
 
Paz y tranquilidad
 
Al salir a las calles de la ciudad, vemos frente a nosotros un mundo inquieto y enojado. Todos están apurados y tensos, y en todos lados se escuchan discusiones y querellas – todo esto es el resultado de la falta de fe. Si los seres humanos tuvieran fe, estarían todos tranquilos y alegres; todo se desarrollaría como sobre aguas tranquilas, pues cada uno sabría que su vida está regida por la Divina Supervisión, y por lo tanto no hay lugar para la tensión, el enojo, los nervios y cosas parecidas. Una persona que tiene fe se siente maravillosamente bien y transmite paz y alegría a todo su alrededor. Si todos fuéramos dueños de la fe – ciertamente el mundo sería un lugar muy hermoso y agradable para vivir. Y en realidad, esta es la Redención del mundo, a la que tanto espera la humanidad entera.
 
Incluso las guerras entre los pueblos, no tendrían completamente ningún valor si hubiera fe en el mundo. Cada pueblo se contentaría con lo suyo y aceptaría la Supervisión del Creador con amor. Y no se necesita decir, que por cierto cada pueblo actuaría con el otro con justicia, bondad y ayuda mutua. Por eso, en la profecía del Fin de los Días está escrito (Isaías 11:6–9): “Y el lobo morará con el cordero, y el leopardo reposará con el cabrito… Ellos no harán mal ni pecarán en toda Mi Santa Montaña, porque la Tierra estará llena del conocimiento del Eterno, como las aguas cubren el mar” – es decir, que al llenarse el mundo del conocimiento del Creador – que es la fe – regirá una paz maravillosa.
 
La existencia del mundo
 
Sin la fe, no hay ninguna explicación por qué el hombre debe hacer el bien y alejarse del mal. Por qué se debe vivir una ordenada vida social y fundar una familia. Por qué se necesita moralidad y responsabilidad. Si no hay Juicio y no hay Juez, si la muerte es definitiva y no hay continuación después de ella, ¿Por qué abstenerse del asesinato y del robo?, ¿quién nos obliga?
 
Pero por medio de la fe todo está perfectamente esclarecido – existe un solo y único Creador que observa y juzga, y a Quien el hombre deberá rendir cuentas de todos sus actos.

Sin la fe, cada hombre hará lo que es recto a sus ojos, y todas las injusticias le parecerán justas frente al apetito que le devora. Traicionará sin dudar a su esposa, se irá con la mujer de otro hombre, incluso siendo la de su mejor amigo, sin prestar atención siquiera que transgrede uno de los principios más elementales de la decencia – no tocar y no desear lo que no es suyo. Únicamente por medio de la fe podrá el hombre superar a su Mala Inclinación y recordar que es solamente un ser creado, y que toda criatura tiene la parte que le ha sido dada por el Creador. Debe alegrarse y satisfacerse con lo que ha recibido y dejar a las otras criaturas vivir su parte. Sin la fe es posible llegar a razonamientos que son completamente lo contrario a la verdad, como probar que robar y asesinar es justo y moral. Se sabe de muchos casos en que en nombre de “la verdad y la justicia” aparecieron bandas que robaban a los ricos con el pretexto de ayudar a los pobres, sin dejar de lado el asesinato y otros pecados. Si hubieran tenido fe, no hubieran llegado a esas perversas ideas, porque sabrían que el mundo posee un Creador y sólo Él decide quién será rico y quién será pobre, y ninguna persona está autorizada a hacer justicia por sí misma, o tratar de cambiar la Supervisión Divina.

El mundo entero está lleno de errores como estos. Sin la fe cada uno puede decidir cuál es su propia “verdad” – la cual es de hecho una gran mentira que puede traer hasta la destrucción del mundo. Así se desarrollaron los movimientos destructivos y revolucionarios, como el fscismo, el comunismo, las revueltas militares, etc. Incluso hoy hay todavía movimientos que invierten el orden de la Creación en nombre de la “verdad”. Pero por medio de la fe nos conectamos a la Verdad del Creador, que es única. Pues mentiras hay muchas pero Verdad hay sólo una, y jamás cambia. Por lo tanto, encontramos que la fe es el fundamento que mantiene el mundo y por la cual puede realmente existir.

 

Continuara…

(Extraído del libro "En el Jardín de la Fe" por Rabi Shalom Arush, Director de las Instituciones "Jut Shel Jésed" – "Hilo de Bondad")

Escribe tu opinión!

1. Juan

1/18/2010

Gracias Gracias Gracias!!!

Gracias Breslev por este excelente sitio web!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Comentarios cerrados.