Ho’oponopono

Hace poco he escuchado un término nuevo para mí aunque al parecer mucha gente ya lo conoce desde hace tiempo (parece ser que estoy más anticuada de lo que pensaba). Esta técnica hawaiana sirve para superar problemas del pasado. Se llama Ho’oponopono.

La técnica consiste básicamente en asumir la culpa de lo que haya sucedido y hablarlo con el miembro de la familia que lo haya podido causar, que los errores se borran sin dejar rastro y que se puede empezar desde cero por mucho que haya sucedido en la vida de la persona.

Me alegra saber cómo el proceso de teshuvá está tan bien reflejado en esta técnica hawaiana a la vez que me entristece que haya personas a las que no les atraiga lo más mínimo el término teshuvá o arrepentimiento pero se inscriban automáticamente a la moda del Ho’oponopono porque parece mucho más de moda. La realidad es así, pero lo interesante es que hay diferentes formas de alcanzar el mismo estado de bienestar interior.

HaShem, en Su infinita misericordia, nos ofrece diferentes formas de reparar nuestra alma. Incluso para aquellos que no saben nada de judaísmo y que están inmersos en la idolatría (esta práctica era en un principio idólatra aunque hoy en día se ha adaptado un poco a la sociedad “moderna” y se ha simplificado el proceso). Esto me hace pensar en el gran mérito que tenemos todos aquellos que conocemos el judaísmo (incluyo aquí también a los noájidas, por supuesto) y que sabemos cuáles son los pasos directos para encontrar el perdón Divino.

Es importante aclarar que no es que esté alentando a nadie a practicar esta técnica de Ho’oponopono  ya que los caminos que están indicados en la Torá y explicados por nuestros rabinos son mucho más eficaces que esto. Pero quería tan solo puntualizar que, aunque sea de diferentes formas, HaShem pone al alcance de nuestra mano la salvación de nuestra alma.

Tenemos que poner de nuestra parte, hacer el esfuerzo de querer mejorar y de ser sinceros con nosotros mismos en primer lugar y con HaShem en segundo lugar. Este orden de factores es simple, ya que de otro modo no sabríamos por qué nos estamos disculpando sino que simplemente hablaríamos como loros sin tener un conocimiento completo en nuestro corazón de las cosas que hemos hecho mal y por las cuales tenemos que arrepentirnos.

Es muy importante que cada uno de nosotros haga estas reflexiones, llámenle como quieran pero háganlo. Los beneficios que trae hablar con HaShem y abrir nuestros corazones ante nuestros Creador no tienen límite. Ayuda a aclarar quiénes somos en realidad, qué es lo que sucede en nuestro interior y por qué reaccionamos de la forma en la que lo hacemos a las circunstancias de la vida. Ayuda también a comprender por qué sucedieron determinadas cosas en nuestras vidas y cómo podemos solucionarlas.

Es imposible saber cuáles son los planes de HaShem, los traumas que tiene una persona por las cosas que le han sucedido en la vida están ahí por un motivo aunque no lo alcancemos a comprender con todo lujo de detalles. No se preocupen, llegará el momento cuando abandonemos este mundo de entender todo lo que ha sucedido. Pero hasta ese momento, que llegue con favor de Di-s después de los 120 años, debemos poner de nuestra parte aquello que HaShem nos ha sugerido que hagamos. Y esto es aceptar lo que sucedió y mirar adelante. Es difícil, es muchas ocasiones parece prácticamente imposible, pero HaShem siempre nos da fuerzas para que sigamos adelante con nuestro futuro habiendo aprendido las lecciones del pasado.

Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu historia o inquietudes, escríbeme a tali.mandel.18@gmail.com