Conócete a Ti Mismo

El hombre que no se conoce a sí mismo y se desanima completamente cada vez que la Mala Inclinación lo domina, nunca podrá corregirse. ¿A qué es comparable?...

3 Tiempo de lectura

Rabino Shalom Arush

Posteado en 06.04.21

El hombre que no se conoce a sí mismo y se desanima completamente cada vez que la Mala Inclinación lo domina, nunca podrá corregirse. ¿A qué es comparable?…

La Auto-Corrección del Hombre:
 
El Primer Principio "Conócete a ti mismo"
 
El primer principio y la condición indispensable para que el hombre pueda corregirse en este mundo, es que se conozca a sí mismo, es decir que sepa que posee la Mala Inclinación.
 
El hombre debe saber que tal como nació con manos, piernas, oídos, etc. y no tiene ninguna pregunta ni crítica sobre su estructura física, así debe saber, sin dudas o preguntas, que nació con la Mala Inclinación. ¡Muchos viven desmoralizados por el hecho de poseerla, esto es una gran estupidez! Así fuiste constituido, con el fin de sobreponerte a ella.
 
El hombre que no se conoce a sí mismo y se desanima completamente cada vez que la Mala Inclinación lo domina, nunca podrá corregirse. ¿A qué es comparable? a alguien que tiene entre sus manos un mapa de carreteras pero no sabe donde se encuentra; aunque tenga el mapa más preciso y detallado del mundo en sus manos, no le será de ninguna ayuda, y no podrá de ninguna manera encontrar su camino si no sabe en qué lugar está.
 
El mapa del camino del arrepentimiento es todavía más difícil de interpretar y contiene numerosas ocultaciones e impedimentos. Incluso el hombre que sabe donde se encuentra, es decir que se conoce a sí mismo, debe trabajar duro para encontrar su camino y corregirse. Pero si no sabe dónde está, ciertamente se perderá y se equivocará más y más…
 
¡Hay que comprender bien este punto! Para llegar a transformarse en un perfecto justo que no transgrede y que también cumple todos los Preceptos Divinos a la perfección, hay que recorrer un camino muy largo, tan largo como toda la vida del hombre. Incluso un hombre serio, perseverante y que hace el máximo para alcanzar su perfección y corrección, es inevitable que tropiece varias veces en su senda, una vez tal transgresión, y otra vez otra. Una vez la cólera, y otra vez la maledicencia, o los apetitos que lo persiguen por todas partes y que no le dan tregua. Sin hablar de las numerosas pruebas que lo esperan, como su subsistencia, las confrontaciones con su familia…
 
En resumen, el hombre no deja de luchar en este mundo hasta el día de su muerte, y como en toda guerra, a veces es el vencedor, y a veces es el vencido. A veces él aventaja, y otras veces es el abrumado, igual como dos hombres que luchan uno contra otro: cuando uno ve que el otro lo domina, se esfuerza todavía más para aventajarlo. La regla es la siguiente – cuando el hombre desea acercarse al Creador y arrepentirse, debe atravesar miles y miles de altos y bajos…
 
Además, a medida que el hombre progresa en la vía del arrepentimiento, su Mala Inclinación se refuerza y crece con él, como enseñaron los Sabios: "Cuanto más grande es espiritualmente el hombre que su prójimo, así también su Mala Inclinación es más grande." Muchos se equivocan y creen que después de haber logrado un cierto nivel o éxito en el camino de la espiritualidad, la Mala Inclinación los deja definitivamente; pero de pronto ven que es exactamente lo contrario, ellos poseen una Mala Inclinación mucho más poderosa.
 
La explicación es esta: cuando el hombre tiene un pensamiento de arrepentimiento, entonces mediante sus buenas acciones mata la Mala Inclinación que posee en ese momento. Luego, otra Mala Inclinación lo ataca, todavía más fuerte que la primera. Por lo tanto, si el hombre no se sobrepone a ella, la nueva Mala Inclinación lo dominará, y necesitará fortalecerse nuevamente contra esta, todavía más.
 
Por consiguiente, si el hombre cae en la tristeza cada vez que la Mala Inclinación o los impedimentos lo abruman, pasará todos sus días en la tristeza y ciertamente perderá esta guerra. Pero sólo si se despierta, comprende y acepta que esta es la realidad, sólo entonces podrá comenzar a luchar verdaderamente. Y si así lo hará, ciertamente ganará la batalla, e incluso sentirá un gran placer del combate mismo.
 
(Extraído del libro "En el Jardín de la Fe" por R.S. Arush)

Escribe tu opinión!

1. Eduardo Melendez Nater

8/17/2023

Shalom.
No había podido entender, este tema vomo hoy wao impresionante la mala inclinación no es enemiga es mi entrenador me señala donde ay que trabajar y me da la tarea para que venza , mi entrenador personal dime donde debo trabajar hoy , la palabra torà es el libro de instrucción

2. Michele Rocco

5/15/2022

El ego es la piedra angular en la que se sustenta la mala inclinación, ya que si reconocemos y aceptamos de todo corazón que no hay nada fuera del Crador podemos lidiar con nuestro ego y la mala inclinación no podrá vencernos ya que nuestra emuna es un escudo que nos da la victoria sobre la mala inclinacion

3. Fabian

11/26/2019

Cuanta autoridad espiritual para ensenar a la humanidad la verdad de el Eterno.gracias muchas gracias El GRAN YO SOY les bendiga

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario