La solución está cerca!

Ese es Su único deseo al traerte esta aflicción: que te despiertes de tu letargo

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 02.08.20

Tienes que saber que, para poder salir de las deudas, es imprescindible que sigas estos pasos. Porque a través de todos estos sufrimientos, Hashem te está dando a entender que el hecho de no tener sustento es para que hagas teshuvá. Ese es Su único deseo al traerte esta aflicción: que te despiertes de tu letargo y empieces a acercarte a Él. Pero si tú buscas soluciones que no hacen más que alejarte aún más de Él, entonces no sólo que no te vas a acercar a la solución de tus problemas sino que te vas a alejar cada vez más…

 

Seis horas es tiempo más que suficiente como para orar y suplicar ante Hashem por todo lo que necesitas y deseas, y sin lugar a dudas de esa manera vas a alcanzar la salvación que tanto estás anhelando. Pero incluso después de que hagas una sesión de plegaria personal (hitbodedut) de seis horas de duración, es necesario que continúes durante un buen lapso haciendo una hora diaria de hitbodedut, dedicada exclusivamente al tema del sustento. Tanto las seis horas como la hora diaria deberían constar de varias partes: agradecimiento, teshuvá por la transgresión a causa de la cual ahora estás endeudado, muchas plegarias para obtener emuná y bitajón (confianza en Hashem), y diversos argumentos para que Hashem te envíe por ahora el sustento como un regalo gratuito, hasta que puedas hacer teshuvá completa y llegues a ser una persona verdaderamente íntegra. De esa manera tienes garantizado que resolverás de raíz todos tus problemas, y que estos jamás volverán.

 

Pues bien. Resulta que esta persona que me había consultado se quedó pensativo y finalmente me dijo: “Discúlpeme, Rabino, pero la verdad es que no sé cómo voy a poder hacer seis horas de plegaria personal, cuando apenas si logro hablar con Hashem unos cuantos minutos, con suerte…”.

 

Yo le dije así: “Si eres incapaz de hacer seis horas, significa que este problema no te tiene sin dormir y no tienes idea del embrollo en el que te encuentras. Porque si fueras mínimamente consciente de lo que significa estar endeudado, ¡harías incluso veinte horas de plegaria personal de una sola vez!”.

 

Esto que hemos dicho acerca de las deudas y las dificultades financieras en realidad puede aplicarse también a todos los otros problemas de la vida, tanto materiales como espirituales.

 

Muchas personas se engañan a sí mismas pensando que pueden solucionar todos sus problemas sin necesidad de recurrir a Hashem. Ahora bien: aquellos que piensan que pueden arreglárselas sin Hashem, no Le piden ayuda y, por lo tanto, están muy lejos de Hashem y de llegar alguna vez a cumplir su propósito en este mundo.

 

Esta clase de “pobreza espiritual” es lo peor que puede haber. La persona que posee riqueza espiritual sabe que hay una sola “dirección” a la que puede acudir para todas sus necesidades: ¡Hashem! Hashem es el Único que puede darle una solución real y duradera a sus problemas. Apenas uno internaliza este concepto, empieza a pedirle a Hashem por cada cosa que necesita, hasta que finalmente merece obtener la salvación que está esperando.

 

 

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