Tener Compasión del Alma

El hombre no debe descansar y no calmarse hasta que no haya hecho lo máximo para desarraigar de sí todo lo que conduce a perder su alma, y especialmente...

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 06.04.21

La Fe y los Rasgos del Carácter – La Ira #2:

 
El hombre no debe descansar y no calmarse hasta que no haya hecho lo máximo para desarraigar de sí todo lo que conduce a perder su alma, y especialmente
 
 
En realidad, la ira daña el cuerpo y el alma más que toda otra transgresión, porque el hombre colérico, aunque cumpla muchos Preceptos y haga innumerables buenas acciones, pierde todo. Cuando el hombre se encoleriza pierde su alma sagrada con la cual cumplió todos esos méritos, y en su lugar, un espíritu impuro llega para residir en su cuerpo.
 
Resulta que el hombre colérico no tiene ninguna posibilidad de alcanzar algún nivel espiritual, porque aunque cumple todos los Preceptos y se dedica al servicio del Creador día y noche, tan pronto como tenga un gran enojo, perderá todo. Si pudiera comenzar luego de cero, sería un consuelo parcial, pero él cae en un lugar tan impuro que deberá trabajar muy duro para salir de allí.
 
Por lo tanto, la recuperación del colérico es posible sólo si se arrepiente profundamente, es decir, si emprende la tarea de no enojarse nunca más, pase lo que pase, y se esfuerza desde ahora en adelante para aprender el camino de la fe y vivir según ella. Es solamente entonces, que su alma santa volverá.
 
 
Explicación de todos los enigmas
 
Según lo que precede, podremos comprender muchos enigmas de este mundo:
  • Un hombre no encuentra pareja y nadie puede comprender la razón, ya que es bien parecido, inteligente y talentoso. La explicación es que la ira le hizo perder el alma, lo que causó la pérdida de la pareja que le estaba destinada.
  • Un hombre casado cuya mujer repentinamente está en su contra y no puede tolerarlo más. Exige el divorcio vehementemente y ella misma es incapaz de explicar la causa. Antes vivían juntos en paz y amor, y de repente todo se arruinó. El marido por su parte, no comprende por qué todo lo que hace no ayuda y nada la puede apaciguar. La explicación es que la cólera le hizo perder el alma, y su mujer perdió pues toda afinidad con él.
  • Un hombre que era completamente cuerdo, de repente pierde la cabeza, se enloquece y nadie entiende qué le pasó. La explicación es que estalló en un enojo terrible que le hizo perder su alma, y un mal espíritu lleno el vacío, aterrorizándolo y torturándolo con terribles sufrimientos espirituales.
  • Un hombre que se ganaba la vida fácilmente, de pronto y sin ninguna razón aparente, tiene una drástica caída en sus ganancias. También aquí la explicación es que su alma, a la que le fue determinada una cierta abundancia, se ha perdido por su ira.
  • Todo tipo de enfermedades y diversas angustias que le llegan al hombre sin que se les encuentre algún remedio, se deben a la ira. Enseguida que el alma santa desaparece, un mal espíritu ocupa su sitio y provoca toda clase de daños y enfermedades. El alma de un hombre que se enoja se debilita, y entonces miedos, ansiedades y tristezas le hostigan constantemente.
Hacer la cuenta correcta
 
A luz de lo que escribimos, comprendemos cuánto la gente debe efectuar un examen de conciencia antes de que se le presente la prueba del enojo. Debe cada uno aclarar sus pensamientos, y reflexionar si existe alguna cosa en el mundo que valga la pena enojarse por ella y perder así su alma, su pareja, su sustento, su salud, su espiritualidad, y todos los valiosos Preceptos.
 
Por consiguiente, el hombre no debe descansar y no calmarse hasta que no haya hecho lo máximo para desarraigar de sí la herejía y la ignorancia que conducen a perder su alma. Debe rezar, pedir y suplicar mucho al Creador que le ayude a no encolerizarse nunca, pase lo que pase, aun cuando se opongan a él, lo desprecien, no lo obedezcan, cuando le causan daños reales, físicos o económicos, incluso cuando tenga toda la razón. Cuando se pierde el alma santa a través de la ira, se pierde también toda la abundancia material y espiritual que la acompaña, y queda un vacío por donde entran las fuerzas impuras del mal, conduciéndonos a terribles daños materiales y espirituales.
 
Ahora se comprende mejor aún lo que dijo el Rey Salomón, que sólo un hombre insensato y totalmente ignorante está dispuesto a perder tanto y caer en tal abismo espiritual de impureza, por el instantáneo placer de descargar su cólera.
 
¡El daño ocasionado por la ira es lo más terrible! ¡Nada en el mundo vale la pena como para perder por ello el alma!
 
 
Continuará…
 
 
(Extraído del libro "En el Jardín de la Fe" por Rabi Shalom Arush, Director de las Instituciones "Jut Shel Jésed" – "Hilo de Bondad")

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1. Flores

7/11/2019

Lo oí por palabras de alguien , eso de que cuando la persona limpia su casa de un espíritu inmundo , pero vuelve a transgredir , deja su casa vacía ( su cuerpo ? ) y regresa el mismo espíritu con más espíritus malos.

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