Cuaderno de bitácora

¿Alguna vez llevaron un diario? Tal vez cuando eran adolescentes… yo sí he escrito durante toda mi vida en distintos diarios donde confesaba mis pensamientos y sentimientos...

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Tali Mandel

Posteado en 17.03.21

¿Alguna vez llevaron un diario? Tal vez cuando eran adolescentes… yo sí he escrito durante toda mi vida en distintos diarios donde confesaba mis pensamientos y sentimientos. Creo que es un buen ejercicio de autorreflexión y también sirve para echar la vista atrás y ver lo muuucho que hemos avanzado en la vida. Cuando pienso en los años en los que comencé mi proceso de conversión al judaísmo, lo veo como el cuaderno de bitácora que llevaban los marineros hace muchos años, cuando no había adelantos tecnológicos tan sofisticados como hoy en día. Estos serían algunos extractos del diario de esos años.

 

Día 38 de la navegación: en clase me dijeron que debo prestar atención a los insectos que hay en la comida. ¿En serio? Resulta que una hoja de lechuga puede contener miles de pequeños bichitos (esto no lo sabía hasta anteayer) y tengo que revisar todo antes de comer una simple ensalada. A estos requisitos del kashrut debo añadir que el queso no me apasiona, pero ¿qué ingredientes pondré a la pizza ahora que eliminé el jamón de mi dieta? Se avecinan vientos borrascosos en la próxima comida familiar cuando diga que no quiero gambas…

 

Día 241 de la navegación: aún sigo explorando las insondables aguas de la halajá de Pesaj. ¿Qué es jamets? ¿Qué es seder? ¿Por qué unos niños preguntan en medio de la cena? ¿Es obligatorio emborracharse? Porque si tomo una copa de vino tras otra no respondo de lo que haga después… Espero descubrir algún día la respuesta a todos mis interrogantes. Mientras tanto, continuaré limpiando la casa de arriba abajo hasta que vea mi cara reflejada en la bandeja del horno.

 

Día 500 de la navegación: parece ser que mi vida social va a zozobrar en cualquier momento. No asisto a comidas de empresa ni de amigos… siempre llevo la comida preparada desde casa y no pruebo nada de lo que me dan por miedo a que contenga algún ingrediente no permitido. Hay gente que se ha alejado definitivamente de mí.

 

Día 600 de la navegación: parece que después de estos tiempos tormentosos empieza a hacerse un claro en el horizonte. He descubierto que gracias al nuevo régimen de comida kasher me encuentro mucho mejor. Estoy más sana y los últimos análisis médicos han salido mejor que nunca, gracias a Di-s.

 

Día 809 de la navegación: si alguna vez me preocupó que la gente a la que conocía me diera de lado, ese no es el momento presente. Tengo amigos que comparten mis mismas inquietudes y a los que quiero y aprecio sinceramente. Mis amigos de toda la vida siguen ahí, inquebrantables y me alegro mucho de que hayan pasado estas pruebas conmigo y continuemos manteniendo intacta nuestra relación de amistad. Mi familia ha reaccionado muy bien a mis nuevos hábitos alimenticios y cotidianos y me demuestran cada día lo mucho que me quieren.

 

Día 1050 de la navegación: atravieso ahora aguas tranquilas y placenteras, comienzo a comprender la importancia de vestir apropiadamente, como la hija de un rey, estoy viendo los efectos positivos que mi nueva indumentaria me trae en las relaciones con los demás. He dejado atrás a muchas personas a las que consideraba amigos y me di cuenta de que realmente no lo eran, tal vez nunca lo fueron. Les deseo lo mejor y continúo con mi travesía.

 

Día 2000 de la navegación: un barco navega tranquilamente hacia la puesta de sol, con el reflejo de los últimos rayos del día sobre las aguas cristalinas, meciéndose con suavidad al compás del viento mientras sigue su rumbo sin desviarse. La brújula es un libro de miles de años de antigüedad que ha ido pasando de generación en generación y que guía a diario a millones de personas en el mundo entero. Esa es la guía de mi vida, el rumbo que debo seguir. Que Di-s nos ayude a no desviarnos y a navegar por aguas calmas.

 

Nadie dijo que hacer un cambio radical en la vida fuera sencillo, han sido muchas cosas las que han variado en mi vida en estos últimos años y me siento orgullosa, agradecida y feliz de todo lo que ha acontecido a lo largo de este periodo de mi vida. Solo puedo dar las gracias por tanto como he recibido y continúo recibiendo a diario, la Torá es una fuente inagotable, es un mar infinito del que podemos abastecernos durante todas nuestras vidas.

 

Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu historia o inquietudes, escríbeme a tali.mandel.18@gmail.com

 

 

 

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