Cambio de planes

La vida puede cambiarte en un segundo. La gente sufre accidentes en el trabajo, en el automóvil, en casa… y de repente todo se da la vuelta.

3 Tiempo de lectura

Tali Mandel

Posteado en 04.04.21

La vida puede cambiarte en un segundo. La gente sufre accidentes en el trabajo, en el automóvil, en casa… y de repente todo se da la vuelta.

 

Hace unos días sufrí una caída, estaba haciendo unos ejercicios y de repente me caí al suelo golpeándome la espalda con mucho dolor. Ese día, tenía previsto hacer varias cosas “urgentes” y toda mi semana estaba planeada casi al milímetro. Pero el hombre planea y Di-s se ríe.

 

Todas esas cosas urgentes que tenía que hacer han quedado relevadas a un segundo plano porque ahora tengo que estar en reposo: lo único que tengo que hacer en todo el día es tumbarme y estar lo más cómoda posible. La verdad es que unos días de descanso después de las agotadoras fiestas no me venían mal, pero no era esto precisamente lo que tenía pensado. Hubiera preferido pasar estos días en una playa paradisíaca con una bebida refrescante en la mano y sin sufrir ningún tipo de dolor. Pero bueno, hay que ver el lado positivo de las cosas y al menos tengo unos días para descansar. En fin, las cosas han venido así y hay que aceptarlas tal y como son.

 

No deja de sorprenderme lo previsible y a la vez espontánea que es la vida. Pensamos que todo está ya hecho, que lo mismo que sucedió ayer o la semana pasada volverá a pasar hoy o durante esta semana. Y no es así, Hashem continuamente está creando el mundo. Cada vez que tomamos aire, que movemos cualquiera de nuestros miembros o que sucede cualquier tipo de fenómeno natural es porque Hashem así lo ha dispuesto.

 

En nuestra ignorancia, pensamos que tenemos garantizado cada día, que nada va a cambiar y que no va a haber imprevistos en nuestra vida organizada y controlada. Esta es toda una lección para mí, que me gusta tanto planear cada momento. Estoy trabajando en ello, pero normalmente cuando hay el menor imprevisto me cuesta reaccionar y puedo llegar a enfadarme (ridículamente) porque las cosas no van a ser como yo tenía planeado. Y es que nunca van a suceder las cosas tal y como nosotros tenemos previsto que pasen, porque no somos nosotros los que disponemos el orden de los acontecimientos, sino que es Hashem, nuestro Creador, Quien todo lo hizo.

 

Inmediatamente después de la caída hice un análisis mental de daños y perjuicios. El balance fue: me duele demasiado para hacer todo lo que tenía planeado hoy, así que creo que voy a tener que posponerlo. Lo ridículo de esta conclusión es que lo que más me preocupaba era si los daños que había sufrido serían temporales o permanentes o cuánto tiempo durarían para poder seguir adelante con mi vida. Ciertamente, la zona de confort no se llama así en vano y cualquier suceso que nos haga salir de ella nos da miedo. Aun así, debemos tener siempre la certeza de que Hashem quiere que sucedan así las cosas.

 

Hashem quiere que aprenda tantas cosas, que espero que me dé tiempo suficiente en esta vida para comprender verdaderamente que es Él quien gobierna el mundo y que siempre dependemos de Él. No hay tal cosa como la “independencia”, simplemente no existe. Siempre vamos a ser dependientes de Hashem, nos pongamos como nos pongamos.

 

Una de mis muchas conclusiones después de este accidente, es que Hashem es misericordioso, benévolo y compasivo. En estos momentos podría estar en una cama de hospital en lugar de en mi casa, gracias Hashem porque estoy en casa disfrutando de la comodidad del hogar que me has dado. Hoy podría estar con yesos en mis pies o con la espalda inmovilizada, gracias Hashem porque tan solo tengo unas vendas. Hoy podría estar siendo sometida a millones de pruebas para hallar una solución a mis dolores, gracias Hashem porque tan solo tengo que tomar unos calmantes. Esta lista podría continuar hasta el infinito ya que ahora lo único que siento es gratitud, una gratitud inmensa por esta “dependencia” de Hashem, que me cuida como nadie nunca podría hacerlo.

 

Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu historia o inquietudes, escríbeme a tali.mandel.18@gmail.com

 

Escribe tu opinión!

1. Ximena

11/23/2017

Si! Así es, hoy mismo mi esposo me dijo que iría a pasear a nuestra hija durante toda la tarde con la intención de que yo también pudiese tomarme mi rato libre, yo pensé que aprovecharía la tarde para hacerme una pedicura en casa… pero sucedió que al rato que se fueron me sentí muy mal, con dolor de cabeza, náuseas y vómitos…intenté ver una película en el sofá pero el dolor de cabeza fue tanto que me tuve que tumbar en la cama y así me quede dormida por un tiempo…ahora que ya anochece y comienzo a sentirme mejor, pienso y reflexionó con este hermoso artículo; que agradezco a Hashem por que me enferme justo cuando mi esposo estaba en su día libre y que salio con mi hija pues no me hubiese sido muy cómodo estar enferma y además cuidar de mi pequeña. Hashem es su bondad permitió que descansara durante el día en que me sentí enferma.

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario